Dr. Francisco Sánchez Guerra (*)
Actualmente, las estadísticas marcan que el número de ingresos a la guardia del hospital José María Cullen a causa de accidentes de tránsito no desciende. Cuando el efector recibe un paciente traumatizado significa el fracaso de las políticas de distintos gobiernos en lo que tiene que ver con campañas de prevención en la materia.
En los últimos 10 años, las motos constituyen siempre protagonistas en los accidentes de tránsito. Hoy, en la ciudad, existe una masa poblacional moviéndose en un medio que es económico, ágil, veloz y sobre todo, inseguro.
Las posibilidades que esa masa tiene de sufrir accidentes es muy grande, tal vez las mismas que un automóvil, aunque los coches tienen una estructura que amortigua el golpe. En la moto la estructura es la misma persona. Además, con una simple observación es sencillo concluir en que hay más cascos que van colgados de los codos que en las cabezas. También, hay familias enteras que se trasladan en los ciclomotores y es en ese caso donde “el accidente” es evitable.
La infraestructura urbana también juega su parte en el problema. En la ciudad conviven colectivos, camiones, autos y cada vez más motos. Es entonces ahí cuando nos preguntamos qué debemos hacer nosotros como hospital: ¿nos equipamos mejor para disminuir las consecuencias del accidente y para que en el Vera Candioti puedan hacer mejor su trabajo de reinserción en la sociedad?.
Es fundamental trabajar en el “antes del Cullen”. Las campañas impresionando niños en las escuelas con imágenes de accidentes de tránsito no sirven si no se apunta a la educación de la población en materia de prevención de accidentes, con gestiones que actúen sobre la infraestructura.
(*) Director del hospital José María Cullen