Se pudo saber hoy que la Policía investigó y llegó hasta un automóvil semejante al utilizado por el hombre que raptó a la menor Lidia Mendoza, según relato de un testigo ocasional.
Ese vehículo y también su propietario despertaron la curiosidad de los agentes de la URI porque no serían desconocidos y habrían sido mencionados en relación con el hecho por otros vecinos de Santo Tomé, más precisamente del barrio donde se investiga la extraña desaparición de la adolescente, de 16 años de edad.
No obstante, nada habría aportado ese hombre y, sin rastros, todavía la Policía no estaría en condiciones de dar una respuesta certera a la pregunta de dónde está Lidia, quien fue vista por última vez el 14 de setiembre cuando después de visitar a su hermana gemela regresaba a su casa de calle Mosconi al 1800.
La madre de Lidia, Laura Márquez, teme que sean ciertos los dichos de un vecino según el cual la menor fue interceptada por un automóvil que conducía un desconocido que la obligó a subir por la fuerza y la llevó con rumbo desconocido.
La Secretaría de Derechos Humanos informó que la menor tiene 16 años de edad, mide 1,55 m de altura, lleva los cabellos largos, castaños y tiene ojos negros. Lidia vestía cuando fue vista por última vez con una polera blanca, una campera azul, pantalones oscuros y calzaba zapatillas blancas.
Fuentes policiales no restaron dramatismo a este asunto, pero dieron a entender que a criterio de los investigadores Lidia podría hallarse junto a alguna persona conocida por decisión propia.
De un modo u otro, sus padres quieren saber de ella, si está bien, si necesita de ellos, si pueden ayudarla. Quien esté en condiciones de colaborar en la búsqueda de Lidia pueden hacerlo llamando a los teléfonos 4750640 - 155 496157 o 154 498008, a la comisaría más cercana o a la Secretaría de Derechos Humanos.





