Un rendimiento individual sin puntos flojos: todos jugaron bien o muy bien...
Prohibido jugar mal en el campeón
Un rendimiento individual sin puntos flojos: todos jugaron bien o muy bien... Chicco, Garcés y Góez fueron los mejores en un equipo que supo cómo jugar en todo momento, inclusive cuando se quedó con diez jugadores.
No hubo puntos bajos en el rendimiento individual. Ni siquiera Nahuel Gallardo, que apenas tuvo dos entrenamientos con sus nuevos compañeros, pero pareció conocerlos de hacía rato. Tampoco Ignacio Chicco, un arquero que lamentablemente tuvo poca actividad -por el notable paso que viene teniendo Burián en Colón- pero que siempre cumplió. Y ayer, Chicco (8), tuvo un partido para destacar, con cuatro o cinco atajadas que "ahogaron gritos de gol", en algunas jugándose en situaciones riesgosas y transmitiendo una gran seguridad al resto de sus compañeros. En el gol no tuvo nada que hacer.
Ignacio Izaguirre
Foto: Ignacio Izaguirre
El trabajo defensivo de Colón fue muy bueno de principio a fin. Mura (7) tuvo algunas pequeñas complicaciones con las subidas de Angileri y varios centros que partieron desde su sector, pero además de participar en el primer gol, se las arregló para cumplir en la marca y en varias ocasiones pasó con mucha decisión al ataque, a veces sin ser aprovechado por sus compañeros. Lo de Garcés (8) fue de un nivel de excelencia. Como viene ocurriendo desde que apareció en la primera de Colón y como lo hizo en la definición del torneo, se convirtió en un pilar impasable. No parece que apenas tenga 21 años y un puñado de partidos en Primera. Piovi se fue rápidamente expulsado en una jugada de último recurso en la que derribó a Carrascal cuando enfrentaba mano a mano a Chicco, pero allí apareció Bianchi (7) para asociarse al gran trabajo de Garcés y encargarse de ayudarlo a sacar todo lo que llovió al área rojinegra. Tanto confió en ellos el técnico, que luego del partido declaró que "yo quería que abrieran la cancha y tiraran centros, porque sabía que de esa manera no nos iban a lastimar". Gallardo (6) hizo que ni se notara la falta de conocimiento con sus nuevos compañeros.
En el mediocampo aparecieron otros puntos altos en el rendimiento del equipo. Por ejemplo, Góez (8) no sólo armó una gran jugada previa que él mismo convirtió en gol luego de ir a buscar la devolución de Facundo Farías, sino que además participó en todas las facetas del juego (la contención y el manejo de la pelota). Quedó en las retinas de todos, el tremendo "caño" que le metió a Pinola y que hizo enojar al veterano defensor millonario. Otro que anduvo muy bien, aunque fue de mayor a menor, fue Aliendro (8), autor del primer gol, participativo, siempre metido en el partido, sin posiciones fijas, auxiliando a Lértora y aportando juego. Lértora (7) fue el equilibrio, parado delante de la línea de cuatro y atento a la marca de Carrascal, que fue el mejor jugador de River y el que más podía complicar. Por último, Bernardi (7) ratificó que está pasando por el mejor momento desde su llegada a Colón, prolongando el gran nivel que tuvo ante Independiente y Racing en los partidos decisivos del torneo.
Para Alexis Castro terminó siendo una tarde en la que debió sacrificarse por el equipo, porque fue el elegido por Domínguez -le pidió disculpas cuando lo sacó- para rearmar la defensa cuando se fue expulsado Piovi. Colón ganaba y era una necesidad imperiosa la de volver a armar la línea de cuatro, mucho más teniendo en cuenta que enfrente estaba un rival que generalmente mete más gente que cualquier otro equipo en gestión ofensiva. Defender con tres hubiese sido un suicidio futbolístico.
El último eslabón terminó siendo Facundo Farías (7), que fue inteligente en la jugada del segundo gol al devolverle la pelota a Góez y complicó mucho con su coraje para encararlos a todos, generando peligro a veces por sí mismo y en soledad. Se notó mucho que quería mostrarse (corrió una enormidad), máxime ante un rival como River, del que se habló mucho en los últimos tiempos a propósito de un supuesto interés por incorporarlo a sus filas. Formica y Moschión ingresaron en los últimos minutos, sin tiempo suficiente para mostrar demasiado y en un partido que estaba muy claro: River atacando y Colón aguantando.