Por qué cada 20 de septiembre se celebra el Día del Jubilado
Un día como hoy, pero de 1904, se sancionaba la ley de jubilaciones de 1904 bajo el gobierno de Roca, lo que significó un paso crucial en la protección de empleados públicos retirados en Argentina.
Cada año, Argentina rinde homenaje a sus jubilados. Créditos: Mauricio Garin
Cada 20 de septiembre, Argentina se viste de celebración para honrar a los jubilados, un pilar fundamental de la sociedad. La fecha no es casual, sino que conmemora un hito histórico: la sanción de la primera ley de jubilaciones en 1904. Esta ley, que sentó las bases de la seguridad social en el país, reconoce el incansable trabajo de quienes dedicaron su vida a construir el futuro.
En este día especial, se reflexiona sobre su legado, se valora su experiencia y se visibilizan los desafíos actuales que enfrentan.
El día se celebra recordando la ley de 1904 que estableció la seguridad social.
El origen de una conmemoración histórica
El Día del Jubilado se celebra en conmemoración de la ley 4.349, una normativa sancionada el 20 de septiembre de 1904, durante la presidencia de Julio Argentino Roca. Este fue el primer intento formal del Estado argentino por brindar protección a los empleados públicos que se retiraban de la vida laboral.
La ley no solo fue pionera en su tipo, sino que también creó la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones Civiles, el organismo encargado de gestionar los fondos y garantizar las prestaciones. En un contexto de incipientes políticas sociales, esta iniciativa marcó un antes y un después, inaugurando un camino que, con el tiempo, se expandiría para incluir a más sectores de la sociedad.
Requisitos y tipos de jubilación en Argentina
Para acceder a la jubilación en el país, el sistema previsional establece requisitos básicos que se aplican a la mayoría de los trabajadores. La edad mínima es de 65 años para los hombres y 60 años para las mujeres, sumado a un mínimo de 30 años de aportes. No obstante, el sistema también contempla una serie de excepciones y regímenes especiales que se ajustan a diferentes situaciones:
Jubilación por discapacidad: este beneficio se otorga a quienes tienen una disminución física o intelectual notable, permitiendo la jubilación a los 45 años con 20 años de aportes.
Jubilación por edad avanzada: una opción para hombres y mujeres de 70 años que, si bien no cumplen con los 30 años de aportes, han contribuido durante al menos 10 años.
Retiro por invalidez: dirigido a personas con una incapacidad laboral superior al 66%, sin necesidad de cumplir con un requisito de edad o años de aportes.
El sistema contempla una serie de excepciones y regímenes especiales que se ajustan a diferentes situaciones.
Para iniciar el trámite, los futuros jubilados deben completar los formularios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), verificar el historial de aportes y solicitar un turno para presentar toda la documentación necesaria en una de sus oficinas.
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