Por Oscar Paúl | region@ellitoral.com | Ex corresponsal en Laguna Paiva
Por Oscar Paúl | region@ellitoral.com | Ex corresponsal en Laguna Paiva
Cien años. Dos palabras que contienen una buena parte de la vida de quienes tuvimos el orgullo de desempeñarnos como corresponsales de este centenario diario, reflejando en sus páginas todo lo que acontecía en las localidades donde vivimos y en sus respectivas zonas de influencia.
Décadas de una tarea que nos enriqueció como seres humanos, al tiempo que nos permitió conocernos entre nosotros en las recordadas convenciones anuales de corresponsales, momento esperado por todos nosotros para el fuerte apretón de mano o el abrazo prolongado que iban afianzando una amistad que hasta el día de hoy perdura, como también el ámbito propicio para intercambiar experiencias sobre cómo mejorar nuestra labor y para solicitarles a los directivos y jefes de la sección de la que dependíamos más páginas para publicar en ellas cuanto ocurría en los pueblos y ciudades del interior hasta donde llegaba El Litoral, ya avanzada la tarde, o bien, principiando el anochecer, pero siempre con un lector ansioso por su llegada.
Hoy, ya jubilado en esa función, les envío desde mi ciudad natal -Laguna Paiva- un fuerte y cálido abrazo a esa hermosa comunidad que es el diario El Litoral que se apresta a festejar un siglo de vida y de la que siempre me encuentro ligado afectivamente, sentimiento que hago extensivo a mis ex colegas como a todos a los que pude conocer y valorar a lo largo de mis 32 años dentro del periodismo.