Miles de personas salieron este domingo a las calles en distintas ciudades de Brasil para reclamar una amnistía para el expresidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta múltiples procesos judiciales.

En varias ciudades de Brasil, simpatizantes del expresidente se manifestaron reclamando su absolución en las causas judiciales que enfrenta. Las protestas reflejan la persistente división política en el país y el impacto que aún tiene la figura de Bolsonaro en la escena pública.

Miles de personas salieron este domingo a las calles en distintas ciudades de Brasil para reclamar una amnistía para el expresidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta múltiples procesos judiciales.
Las concentraciones, organizadas por grupos afines al exmandatario, reunieron a simpatizantes que portaban banderas nacionales, vestían camisetas con los colores verde y amarillo y coreaban consignas en defensa del líder ultraderechista.

Las movilizaciones se replicaron en San Pablo, Río de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte, entre otras capitales estatales. En la capital federal, un numeroso grupo se congregó frente al Congreso Nacional, donde exigió que los legisladores impulsen una ley que garantice el perdón judicial para Bolsonaro y otros dirigentes investigados.
Los participantes denunciaron lo que consideran una “persecución política” en contra del expresidente y reclamaron su regreso al escenario electoral. “Queremos a Bolsonaro libre y candidato en 2026”, fue una de las frases más repetidas durante las marchas.

Las protestas se producen en un contexto de fuerte tensión política. Desde que dejó el poder en enero de 2023, Bolsonaro ha sido blanco de distintas investigaciones judiciales, que van desde presuntos delitos de abuso de poder hasta su rol en los disturbios del 8 de enero de ese año, cuando manifestantes atacaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
El expresidente niega todas las acusaciones y asegura que se trata de una ofensiva destinada a marginarlo de la política. Su defensa sostiene que los procesos en su contra carecen de fundamentos sólidos y que buscan impedir su candidatura en las próximas elecciones.
Mientras tanto, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva mantiene un delicado equilibrio entre garantizar la estabilidad institucional y responder a los reclamos de justicia de amplios sectores sociales.
En este marco, la posibilidad de aprobar una amnistía genera controversia, ya que sectores opositores la interpretan como un retroceso en la búsqueda de responsabilidades por los hechos de violencia.

Más allá de sus problemas judiciales, Bolsonaro conserva una base de apoyo considerable. Diversas encuestas revelan que cerca de un tercio del electorado se identifica con sus postulados y mantiene una visión positiva de su gestión. Esa adhesión se traduce en la capacidad de movilizar multitudes, como quedó en evidencia con la jornada de este domingo.
Analistas políticos sostienen que la persistencia de su liderazgo representa un desafío para la gobernabilidad de Lula y para la institucionalidad democrática de Brasil. La demanda de amnistía, advierten, no solo busca proteger al expresidente, sino también afirmar la vigencia de un proyecto político que aún divide profundamente a la sociedad.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.