Ucrania denunció este sábado uno de los ataques más intensos del último período en el marco de la guerra con Rusia, una ofensiva aérea masiva que combinó una oleada de drones y misiles dirigida principalmente contra infraestructura energética, portuaria y rutas logísticas en diversas regiones del país.
Escalada bélica
Ucrania bajo fuego: ofensiva aérea rusa coincide con nuevas negociaciones en Estados Unidos
La ofensiva rusa afectó instalaciones de energía y calefacción en al menos cinco regiones y dejó heridos civiles. En paralelo, negociadores ucranianos y emisarios de Donald Trump mantienen una nueva ronda de diálogo en busca de avances para poner fin al conflicto.
Según el comando de la Fuerza Aérea, se contabilizaron 653 drones lanzados por Rusia —más de 300 del tipo Shahed—, de los cuales 585 fueron interceptados. La ofensiva incluyó además misiles hipersónicos Kinzhal, misiles de crucero Kh-101, Kalibr e Iskander-K, junto a misiles balísticos Iskander-M y KN-23.
A pesar del elevado porcentaje de intercepciones, las autoridades confirmaron impactos en 29 puntos distintos del territorio, lo que provocó daños significativos en redes eléctricas, sistemas de calefacción, transporte y zonas portuarias. Al menos seis civiles resultaron heridos, según el balance preliminar.
En tres regiones cayó además metralla de misiles derribados, generando incendios y daños adicionales.
El viceprimer ministro ucraniano, Oleksí Kuleba, señaló que los ataques tuvieron una intención deliberada de paralizar servicios esenciales, afectando instalaciones de generación eléctrica y calefacción en Kiev, Cherníguiv, Zaporiyia, Leópolis y Dnipropetrovsk.
Terror en Odesa
En Odesa, una parte de la población quedó temporalmente sin agua potable y la infraestructura portuaria sufrió impactos directos. “Rusia sigue golpeando sistemáticamente ciudades, instalaciones energéticas y rutas logísticas”, denunció el funcionario, quien aseguró que los equipos de emergencia ya trabajan en la reparación de los daños.
El ataque ocurrió mientras continúan en Miami las negociaciones impulsadas por Estados Unidos para reactivar un camino hacia la paz. Delegados ucranianos y emisarios del presidente estadounidense Donald Trump mantienen desde hace semanas conversaciones para reformular el plan de paz elaborado por Washington, cuyo borrador inicial generó críticas en Kiev por considerarse demasiado favorable a Rusia
“Ambas partes coincidimos en que cualquier avance real hacia un acuerdo depende de que Rusia muestre un compromiso serio con una paz duradera, incluyendo pasos para la desescalada y el cese de las matanzas”, afirmó el enviado estadounidense Steve Witkoff en un mensaje difundido en la red X.
El Departamento de Estado informó que los equipos discutieron un nuevo marco de seguridad y mecanismos de disuasión necesarios para sostener un acuerdo estable en el tiempo.
Negociaciones
Por parte de Ucrania, participan el negociador Roustem Oumerov y el general Andréi Hnatov, mientras que la delegación estadounidense incluye a Witkoff y al asesor cercano a Trump, Jared Kushner.
Hasta el momento no trascendieron los detalles del plan revisado, aunque se sabe que ha sido ajustado en varias rondas de diálogo en Ginebra y Florida para incorporar las demandas ucranianas vinculadas a soberanía, fronteras y garantías de seguridad.
El Departamento de Estado confirmó que las delegaciones volverán a reunirse este sábado para continuar el análisis del texto actualizado y evaluar posibles avances.
Kiev insiste en que cualquier acuerdo debe proteger la independencia del país y su integridad territorial, mientras Moscú mantiene posiciones inflexibles tras recibir a los emisarios estadounidenses esta semana en Moscú, donde también se presentó el plan modificado.
La simultaneidad entre la ofensiva militar rusa y los esfuerzos diplomáticos estadounidenses vuelve a reflejar la tensión entre el frente de guerra y las negociaciones internacionales, en un conflicto que ya lleva casi tres años y cuyo desenlace sigue lejos de definirse.
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