El periódico alemán Zeit Online titula de manera más que gráfica y elocuente un artículo de trasfondo sobre la sentencia contra el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro: "Un veredicto histórico que encoleriza a la ultraderecha brasileña".

La Justicia de Brasil condenó al ex presidente por tentativa de golpe de Estado, una sentencia inédita en el sistema judicial brasileño. Es el tercer ex mandatario de dicho país condenado, pero en este caso se trata de un juicio histórico, que abre una nueva serie de decisiones que se tomarán sobre la ejecución de su pena.

El periódico alemán Zeit Online titula de manera más que gráfica y elocuente un artículo de trasfondo sobre la sentencia contra el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro: "Un veredicto histórico que encoleriza a la ultraderecha brasileña".
"El momento histórico llegó el jueves por la tarde. Por cuatro votos a favor y uno en contra, los jueces de la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal condenaron al expresidente Jair Bolsonaro por conspirar para dar un golpe de Estado. Los jueces también lo declararon culpable de otros cuatro cargos, incluyendo el de liderar una organización criminal. El veredicto fue de 27 años de prisión para el hombre de 70 años", describe
Por primera vez en la historia de Brasil, prosigue Zeit Online, "un responsable de un intento de golpe de Estado ha sido declarado culpable".
Desde que Brasil se convirtió en una república, en 1889, los historiadores han contabilizado alrededor de quince intentos de golpe de Estado, algunos de ellos exitosos.
"(…). Los acusados y sus partidarios vieron un atisbo de esperanza el miércoles. El juez conservador Luiz Fux votó a favor de la absolución de Bolsonaro. En una sesión de 14 horas, argumentó que un intento de golpe de Estado no ejecutado no constituía un delito penal. El juez minimizó la amenaza a la democracia, para deleite de la ultraderecha brasileña, que celebró a Fux en redes sociales", se informa después.
Pero los jueces colegas de Fux negaron con la cabeza y lo ridiculizaron: "Jair Bolsonaro cometió los actos que se le imputaban como líder de una organización criminal", declaró categóricamente la jueza Carmen Lúcia. Los siete coacusados de Bolsonaro, entre ellos, varios exmandos militares y exministros, también recibieron largas penas de prisión de entre 16 y 26 años (…)".
El fallo, aclara oportunamente Zeit Online, "también demuestra que los jueces no se dejaron intimidar por las amenazas de la administración estadounidense del presidente Donald Trump". Se sabe que Trump considera al líder ultraderechista brasileño caído en desgracia un aliado "perseguido por un Poder Judicial politizado".

No hay que olvidar que en una muestra de solidaridad hacia Bolsonaro, Trump impuso aranceles punitivos del 50 por ciento a las importaciones brasileñas y severas sanciones al juez instructor, Alexandre de Moraes.
Es improbable que la ultraderecha brasileña acepte como legítimo el veredicto contra Bolsonaro, quien, hasta el momento, no ha hecho declaraciones desde su arresto domiciliario.
El diputado Luciano Zucco, del Partido Liberal (PL) de Bolsonaro, escribió en un comunicado: "Es una farsa, un veredicto político sin pruebas, basado en las decisiones arbitrarias de un tribunal especial".
Además, la ultraderecha brasileña lleva varias semanas intentando introducir una amnistía general en el Congreso nacional lo antes posible. Esta se aplicaría no solo a Bolsonaro y sus siete cómplices, sino también a los cientos de alborotadores condenados del 8 de enero de 2023.
Con algo así, Brasil transitaría el mismo camino que al final de la dictadura militar, cuando se promulgó una amplia amnistía para todos los crímenes cometidos por el régimen antidemocrático.

"La falta de reconocimiento legal y social de la dictadura propició la persistencia ininterrumpida de tendencias extremistas y militaristas de derecha en la sociedad y la política brasileñas. Un resultado de ello es el ascenso del ahora condenado Jair Bolsonaro. Bolsonaro nunca ocultó su admiración por la dictadura y sus torturadores", concluye Zeit Online.
Antes de agotar todas las instancias de apelación, el STF puede ordenar la prisión preventiva de Bolsonaro si considerase, por ejemplo, que existe riesgo de fuga o de obstaculización del proceso. El ex presidente se encuentra bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto de 2025.
La decisión fue impuesta por el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, con base en la acusación formal contra Bolsonaro por obstrucción a la justicia, ya que determinó que el expresidente violó una medida cautelar al usar redes sociales de terceros.
Si la condena de 27 años fuera firme, el expresidente deberá comenzar su prisión en régimen cerrado, ya que la pena supera los ocho años, según lo que establece el artículo 33 del Código Penal de Brasil. Analistas estiman que el STF podría decidir que la reclusión tenga lugar en el Complejo Penitenciario de Papuda, en Brasilia.
También puede ser llevado a un cuartel del Ejército, ya que como exmilitar tiene esa prerrogativa. Pero esto es visto con preocupación debido al riesgo de atraer simpatizantes a la puerta de un cuartel, reviviendo los campamentos que culminaron en la invasión de la Plaza de los Tres Poderes, el 8 de enero de 2023.
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