En la noche del pasado lunes, un incendio comenzó en terrenos cercanos a Tres Cantos, a unos 20 kilómetros al norte de Madrid. Las primeras investigaciones indican que el fuego habría sido provocado por un rayo.

Sucedió en Tres Cantos, dejó un saldo de un hombre fallecido y cerca de 200 evacuados. Las llamas, avivadas por intensas ráfagas de viento, arrasaron más de mil hectáreas y encendieron el país en medio de una prolongada ola de calor.

En la noche del pasado lunes, un incendio comenzó en terrenos cercanos a Tres Cantos, a unos 20 kilómetros al norte de Madrid. Las primeras investigaciones indican que el fuego habría sido provocado por un rayo.
Un hombre, trabajador de un centro ecuestre, fue rescatado con quemaduras en el 98 % de su cuerpo y trasladado al Hospital La Paz, donde falleció pocas horas después.
Alrededor de 200 personas fueron evacuadas de sus viviendas y alojadas en hoteles o centros de emergencia. Las llamas consumieron más de mil hectáreas de vegetación, afectaron viviendas y establecimientos rurales.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, expresaron sus condolencias a la familia de la víctima y agradecieron el trabajo de bomberos y brigadas forestales.
El calor extremo que atraviesa España, con temperaturas que podrían alcanzar los 44 °C y fuertes vientos, dificulta el control de los focos. Científicos advierten que el cambio climático intensifica estos fenómenos: inviernos más secos y cálidos dejan al verano como escenario propicio para la propagación rápida de incendios.
En las tareas de extinción participaron más de 300 efectivos, entre bomberos, brigadistas forestales, agentes medioambientales y voluntarios de protección civil. Además, se desplegaron helicópteros y aviones hidrantes que realizaron decenas de descargas de agua para contener el avance de las llamas.
Pese a estos esfuerzos, las condiciones meteorológicas hicieron que el fuego se extendiera con rapidez hacia zonas urbanas y rurales.

En el sur, en Tarifa, otras 2.000 personas fueron evacuadas por un segundo incendio en menos de una semana.
En la provincia de Zamora, unas 850 personas tuvieron que dejar sus hogares por un fuego en Molezuelas de la Carballeda.
En Castilla y León, un incendio en el sitio Patrimonio de la Humanidad de Las Médulas destruyó más de 1 500 hectáreas de un paisaje protegido.
El Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales reportó que, hasta el 12 de agosto, más de 59 000 hectáreas habían sido afectadas en España, con un incremento del 25 % en apenas siete días.
Este episodio es una señal alarmante de que los veranos españoles están cambiando. Lo que antes era excepcional, hoy se convierte en la nueva normalidad.
La tragedia en Tres Cantos subraya la urgencia de políticas preventivas, más recursos para brigadas y una cultura de mitigación ante emergencias climáticas. Solo así será posible proteger vidas, ecosistemas y patrimonios frente a un clima que arde.
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