Viernes 17.3.2017
/Última actualización 17:37
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este viernes en la Casa Blanca a la canciller de Alemania, Angela Merkel, pero no solo no fue un buen anfitrión, también fue poco caballero e irrespetuoso. Es decir, Trump volvió a mostrarse tal como es. Y todo esto delante de las cámaras, algo que no solo no le importa, sino que evidentemente es lo que pretende que se vea. Tal vez quiso pasar por un “duro”, aunque esta vez logró el efecto contrario.
¿Qué pasó? Los dos líderes políticos posaron sentados previo a la reunión. Lo hicieron para que fotógrafos y camarógrafos pudieran tomar imágenes de Trump y Merkel juntos. En un momento los trabajadores de los medios de prensa comenzaron a pedirles que se saluden con un apretón de manos, esa era LA imagen, pero Trump hizo como si no escuchara nada. Luego de unos segundos, el mandatario norteamericano dijo en tono de broma: “Por favor asegúrense de mandar una buena foto a Alemania”, pero los trabajadores insistieron: “apretón de manos, apretón de manos”. Trump miraba al frente y hacia su izquierda, pero evitó mirar hacia donde estaba Merkel. Fue entonces la canciller la que le dijo a Trump: “Quieren que nos saludemos”, pero el presidente estadounidense sostuvo su mirada al frente, hizo oídos sordos y se negó estrechar la mano de Merkel para las fotos. Ella solamente sonrió ante este desplante. Un papelón.