Donald Trump protagonizó un nuevo episodio diplomático de alto voltaje. La visita oficial del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa a la Casa Blanca derivó en una acusación de "genocidio blanco".
En una reunión en el Salón Oval, el presidente estadounidense le reclamó con videos y fotos a su par sudafricano por asesinatos contra agricultores blancos. Ramaphosa lo rechazó y defendió a su país. Días antes, el chatbot de Elon Musk había difundido esas versiones en X sin que los usuarios se lo preguntaran.
Donald Trump protagonizó un nuevo episodio diplomático de alto voltaje. La visita oficial del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa a la Casa Blanca derivó en una acusación de "genocidio blanco".
En medio de la reunión bilateral, el presidente de EE.UU. interrumpió el encuentro con fotos y videos que acusaban a su par africano de asesinar a la minoría afrikáner, una narrativa rechazada por organizaciones internacionales y por el propio gobierno sudafricano.
La secuencia, relatada por corresponsales de DW, AFP y EFE, hizo acordar a la secuencia ocurrida en febrero durante su encuentro con el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski.
Lo llamativo es que, días antes, Grok, el chat de Inteligencia Artificial de Elon Musk había viralizado esa teoría en la red social X sin que los usuarios se lo preguntaran, lo que derivó en un pedido de disculpas oficial en la exTwitter.
Con Ramaphosa sentado a su lado, Trump sostuvo: "En general, son agricultores blancos que huyen de Sudáfrica, y es muy triste verlo. Espero que podamos tener una explicación".
El fragmento proyectado duró casi cinco minutos e incluyó discursos incendiarios de líderes sudafricanos, imágenes de cruces blancas en campos y cifras de presuntos asesinatos contra granjeros blancos. Según Trump, ese material representa la evidencia de que "existen miles de historias que confirman la persecución".
Ramaphosa respondió con frialdad: "Me gustaría saber dónde es eso, porque yo no lo he visto". Acto seguido, remarcó que Sudáfrica enfrenta un serio problema de inseguridad, pero que la mayoría de las víctimas de crímenes violentos "no son blancos, sino negros". Y recordó que los blancos poseen aún la mayoría de las tierras pese a ser sólo el 7,3% de la población.
El sudafricano, visiblemente incómodo, negó categóricamente la acusación: "Si realmente hubiera un genocidio contra los agricultores afrikáners, te aseguro que estas personas no estarían aquí, incluido mi propio ministro de Agricultura", afirmó.
El enfrentamiento en el Salón Oval ocurre pocos días después de un incidente que involucró a Grok, el chatbot de inteligencia artificial creado por la empresa xAI, propiedad de Elon Musk. Usuarios de la red social X (antes Twitter) detectaron que, sin importar el tema consultado, el sistema respondía espontáneamente con referencias al "genocidio blanco" en Sudáfrica.
"La afirmación de genocidio blanco en Sudáfrica es muy debatida", repetía Grok incluso ante preguntas ajenas al tema, como el pronóstico del tiempo o estadísticas deportivas. El patrón de respuestas generó alarma y fue denunciado como un caso de "alucinación" de los modelos de lenguaje. Más tarde, la empresa reconoció que una "modificación no autorizada" había alterado el prompt del sistema.
Analistas y medios internacionales vincularon el incidente con las opiniones de Musk sobre Sudáfrica. En marzo, el empresario había acusado al Gobierno sudafricano de discriminarlo con políticas de empoderamiento negro, alegando que su empresa Starlink no podía operar allí porque él "no es negro".
El episodio con Ramaphosa se enmarca en una estrategia más amplia del trumpismo. Durante las últimas semanas, la administración estadounidense —que ha endurecido el ingreso de migrantes— otorgó estatus de refugiado a varias familias afrikáners. La Casa Blanca justificó la medida por "persecución política y racial".
La tensión escaló cuando un periodista preguntó por esos permisos. Trump aprovechó para lanzar su acusación contra Sudáfrica y activó la proyección del video. Fuentes diplomáticas indicaron que Ramaphosa no había sido informado de ese contenido previo a la reunión.
Aunque no se rompió el diálogo, el gobierno sudafricano expresó malestar por lo ocurrido. "Seguiremos conversando con Estados Unidos, especialmente en temas de comercio", afirmó luego Ramaphosa, intentando bajar el tono sin ceder terreno.
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