En diferentes campos, el mundo “post Covid” ha planteado ciertas revoluciones. En la tecnología, afectando a la mayoría de los espacios, la principal alteración ha llegado con la escalada brutal del desarrollo de la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial llegó a una de las fronteras establecidas y a partir de ahora sólo le queda sorprender y alterar de forma definitiva la realidad de los humanos.
En diferentes campos, el mundo “post Covid” ha planteado ciertas revoluciones. En la tecnología, afectando a la mayoría de los espacios, la principal alteración ha llegado con la escalada brutal del desarrollo de la inteligencia artificial.
Los consumidores de contenidos en internet ya se habían acostumbrado a las herramientas capaces de diseñar imágenes estáticas en base a un “prompt” o texto indicativo a modo de guía breve. El caso del papa Francisco con una campera inflable resultó icónico.
Pero tan sólo unos meses después, el desarrollo de imágenes en movimiento escaló en su presencia virtual y se tornó una nueva costumbre. Lo cierto es que Google, mediante su nuevo generador de videos Veo 3, rompió los límites.
Hasta principios de mayo, antes de la conferencia anual de desarrolladores Google I/O donde se lanzaron una serie de anuncios oficiales, el temor con los videos “creados” por IA radicaba en la incomodidad de su contenido.
Similar al valle inquietante, término que hace foco en las dudas y temores que el humano posee al interactuar con un objeto u elemento artificial que se asemeja demasiado a lo humano.
A partir de ahora, el miedo latente respecto a caer en un fake ya es algo concreto y transversal a todos los usuarios. Hasta el ojo más entrenado puede ser engañado por Veo 3 y algunas de sus creaciones.
“Simplemente describe lo que tienes en mente y observa cómo tus ideas cobran vida con la generación de audio nativo”, indica Google en su sitio oficial de Veo 3, abriendo al acceso a usuarios terrenales (al menos para los que paguen) y multiplicando la cantidad de contenido de calidad.
El salto en la revolución de la IA se acelera a un ritmo inalcanzable para la asimilación de la mayoría de los humanos y las medidas de control y prevención establecidas por los respectivos entes gubernamentales.
El claro ejemplo argentino se tuvo hace sólo un par de semanas y con una herramienta de menor capacidad. La noche previa a las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, un particular video de un falso Mauricio Macri anunciando la baja de la candidatura de Silvia Lospennato fue el contenido más viral y generó controversia.
A pesar de las acusaciones cruzadas en torno a “irrupciones antidemocráticas” desde un lado y de “incomprensión” o “antigüedad” desde el otro, lo cierto es que después no pasó nada. Si el motivo es que simplemente no existen herramientas jurídicas o legislativas para afrontar episodios de este calibre, la situación puede ser grave a la brevedad.
El límite de lo real, al menos dentro de la virtualidad, parece haber sido alterado, siendo quizás a futuro una de las mayores alteraciones en la vida cotidiana humana.
La ironía como alerta de los usuarios
En algunos videos, el prompt incluye burlas o ironías respecto a la condición de los personajes que son creados por la IA. Sus diálogos incluyen líneas como "¿Vos querés convencerme de que este paisaje es producto de 1s y 0s?", "La verdadera 'red flag' es cuando el chico cree en la teoría del prompt" o "Saquemos la teoría de los prompt de las escuelas".
Veo 3 es el producto más reciente que utiliza el modelo de lenguaje grande (LLM) multimodal Gemini, desarrollado por Google.
Dentro de Veo 3 se encuentra la herramienta especial Flow, encargada de la creación de películas con inteligencia artificial, haciendo foco en “escenas e historias cinematográficas”, según Google.
Todos los usuarios con una cuenta en la empresa del histórico buscador de internet pueden utilizar Gemini, pero sólo los suscritos accederán a Gemini Pro, espacio en el cual se encuentra la revolucionaria herramienta.
De momento, Google AI Pro posee una opción de prueba gratis durante el primer mes, para luego comenzar a cobrar 20 dólares por mes al usuario.
Entre otros beneficios de Gemini Pro, la IA es capaz de vincularse en simultáneo con todas las aplicaciones de Google dentro del dispositivo.
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