Unas 30 familias de comunidades autóctonas de los esteros del Iberá y ecologistas de Corrientes denunciaron hoy la interrupción del tránsito en los accesos a diversos parajes y acusaron una “connivencia” entre sectores empresariales y políticos.
“Si hay que cortar alambrados se cortarán”, dijo hoy a Télam Emilio Spataro, coordinador de la campaña “Salvemos al Iberá” del movimiento socio ambiental Guardianes del Iberá, tras denunciar la interrupción de un acceso al paraje Yahaveré, ubicado en el departamento de Concepción a 183 kilómetros de la ciudad de Corrientes.
De acuerdo con el reclamo hecho público hoy, el domingo último en un camino público que atraviesa un campo de la empresa Haciendas San Eugenio se cerró una tranquera para prohibir el paso a pobladores de la comunidad guaraní de Yahaveré.
La tranquera está ubicada en un camino rural que une al pueblo de Concepción con el casco de la estancia El Tránsito -cuyo dueño es el estadounidense Douglas Tompkins-, que atraviesa haciendas San Eugenio y a su vez conecta a los parajes Ñupui, Carambola y Yahaveré.
La medida afecta a 30 familias de los tres parajes ubicados en el Iberá.
“Los pobladores de las comunidades Ñupui y Yahaveré denunciamos que esto se trata de otra medida de presión contra nosotros ya que somos los únicos a los que no nos dejan pasar, porque a la gente de Tompkins si los dejan pasar”, afirmó Ceferino Ríos, portavoz de la comunidad guaraní de Ñupui, a través de un comunicado distribuido por Guardianes del Iberá.
Spataro denunció que "aunque anteriormente tenían intereses contrapuestos, por la propiedad de la tierra y por tener la exclusividad de los accesos a los esteros, ahora las dos estancias tienen la misma postura contra los pobladores”.
El dirigente afirmó que las coincidencias entre ambas empresas surgieron a instancias del senador provincial Sergio Flinta (UCR), “quien trató de armonizar intereses para dar inicio a un plan turístico”.
“Esa iniciativa es un tipo de desarrollo que tiene a los pobladores como figuras decorativas”, dijo Spataro y señaló que “quieren vaciar al Iberá de sus comunidades ancestrales para mandarlos a un museo o a un folleto”.
“No se trata de una idea de desarrollo local y en ese marco abandonan los caminos, la salud y la escuela”, indicó y subrayó que “la comunidad organizada pide respeto y ser partícipe de su desarrollo”.
Anteriormente, los pobladores de la zona denunciaron presencia policial intimidatoria y el alambrado de sectores pertenecientes a los habitantes ancestrales.
Desde Guardianes del Iberá señalaron asimismo que mediante la resolución 572 del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas el 8 de agosto de 2013 los pobladores de Yahaveré recibieron su reconocimiento como comunidad guaraní, preexistente a la República Argentina y a las estancias y con ocupación tradicional de su territorio de forma comunitaria.
(Télam)