Uñas de charol: colores, tips y diseños que vas a querer copiar
Brillo extremo, acabado pulido y un estilo que pisa fuerte en redes sociales. Descubrí cómo llevar esta tendencia con los tonos más elegidos, claves para lograr el efecto perfecto y opciones para todos los gustos.
El efecto charol transforma cualquier look y se adapta a todos los estilos.
Las redes sociales no solo dictan el ritmo de la moda en ropa, peinados y maquillaje. También han convertido a las uñas en un lienzo donde se expresa el estilo personal, el estado de ánimo y las nuevas estéticas que marcan época. En ese universo visualmente poderoso y en constante renovación, una tendencia se impone con fuerza este año: las uñas de charol.
Inspiradas en el acabado brillante y pulido del clásico material lacado, estas uñas evocan lujo, sensualidad y sofisticación. Con su superficie ultra brillante que refleja la luz casi como un espejo, se han vuelto un favorito de amantes de la manicura en todo el mundo. Y aunque pueden parecer difíciles de lograr, la buena noticia es que hay opciones para todos los gustos y niveles de experiencia.
Las uñas de charol son el nuevo básico de temporada.
El regreso del brillo intenso
A diferencia de las uñas mate o con acabado natural, que dominaron los últimos años gracias al minimalismo y la estética clean girl, las uñas de charol apuestan todo al impacto visual. Este tipo de esmaltado genera una impresión de profundidad, como si las uñas estuvieran cubiertas por una capa de vidrio líquido.
La tendencia se vincula también con el auge de lo glossy en otros aspectos de la moda y la belleza: labios jugosos, pieles con efecto glowy y prendas de materiales brillantes como el vinilo o el látex. Es un estilo que se alimenta de la estética Y2K, pero también de referencias más clásicas, como el glamour del Hollywood de los años 50.
Las uñas de charol ofrecen opciones para cada ocasión.
Además, las uñas de charol pueden adaptarse a múltiples formas (cortas y cuadradas, almendradas, largas en punta) y colores. Aunque los tonos oscuros como el negro, el borgoña y el azul petróleo son los más populares, también hay versiones en nude, rosa pastel e incluso neón. El acabado, siempre brillante, eleva cualquier tonalidad.
Varias celebridades ayudaron a consolidar esta estética. Zendaya, Rosalía, Dua Lipa y Hailey Bieber han lucido uñas de charol en alfombras rojas, sesiones de fotos o publicaciones casuales, convirtiéndose en referentes del look. Su presencia en campañas de moda de lujo y revistas internacionales consolidó la idea de que el brillo volvió para quedarse.
Cómo lograr el efecto charol
Si querés sumarte a esta tendencia, tené en cuenta los siguientes ítems que te van a ayudar a conseguir el efecto deseado:
Elegí el esmalte adecuado: buscá esmaltes con acabado “gel” o “glossy”. Muchos vienen con fórmulas que imitan el efecto charol sin necesidad de lámpara UV.
Usá una base niveladora: las uñas de charol exigen una superficie lisa. Una base niveladora disimula imperfecciones y permite que el color se vea parejo.
Aplicá dos capas finas de color: es preferible usar capas finas y dejar secar bien entre una y otra para evitar burbujas o grumos. El color debe cubrir de forma uniforme.
Finalizá con top coat ultra brillante: este paso es clave. Un buen top coat con acabado brillante sella el color, potencia el efecto espejo y alarga la duración de la manicura.
Mantenimiento: para conservar el brillo, podés aplicar una capa extra de top coat cada 2 o 3 días. También es importante hidratar las cutículas para un efecto más prolijo.
La manicura ideal para quienes buscan elegancia y estilo sin renunciar a la comodidad.
Tendencia versátil y duradera
Lo mejor de las uñas de charol es que se adaptan a cualquier estilo. Podés elegir un rojo pasión para una salida nocturna, un nude brillante para el día a día o un negro intenso para un look elegante y moderno. Incluso hay quienes combinan colores o agregan pequeños detalles metálicos para personalizar el diseño.
Esta tendencia no solo aporta glamour, sino que también celebra el autocuidado. Tomarse el tiempo para una manicura bien hecha, ya sea en casa o en un salón, se volvió una forma de mimarse y expresarse. Y en un mundo donde todo cambia rápido, ese brillo impecable y duradero es, sin dudas, una pequeña declaración de poder personal.
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