La planta que mantiene lejos a los bichitos de luz de tu hogar
Una alternativa natural y económica permite reducir la presencia de insectos nocturnos y crear ambientes más confortables durante las noches cálidas, sin químicos ni dispositivos eléctricos.
La citronela funciona para reforzar la protección contra insectos nocturnos.
Durante las noches calurosas, los bichitos de luz suelen multiplicarse en patios, balcones y ventanas. Aunque son inofensivos, su presencia constante puede resultar molesta, especialmente cuando se acercan a luminarias o ingresan a los ambientes atraídos por la iluminación artificial.
Frente a este escenario, cada vez más personas buscan alternativas naturales que ayuden a mantenerlos alejados sin recurrir a químicos o dispositivos costosos. Una de las soluciones más simples proviene del mundo vegetal: una especie aromática capaz de funcionar como repelente y que puede adaptarse sin problemas a diferentes hogares.
Su uso crece porque combina practicidad, bajo mantenimiento y un efecto persistente. Además, suma un valor estético que acompaña cualquier espacio verde y aporta un aroma agradable. Gracias a estas características, se transformó en una opción accesible para quienes desean limitar la presencia de insectos luminosos y, al mismo tiempo, incorporar un recurso sostenible y decorativo.
Barrera aromática
La planta destacada para ahuyentar bichitos de luz es la citronela. Su olor intenso genera un entorno poco atractivo para distintos insectos y contribuye a crear un perímetro menos propenso a recibir visitas nocturnas. A diferencia de otros métodos, la citronela funciona de forma pasiva: basta con ubicarla en puntos estratégicos para que libere sus compuestos de manera continua.
Distribución de macetas cerca de áreas iluminadas para potenciar el efecto repelente.
Este tipo de solución se vuelve especialmente útil en zonas donde los insectos se concentran cerca de fuentes de luz artificial, como patios con iluminación LED, galerías o balcones cerrados. La planta crea una especie de "halo aromático" que interfiere con el comportamiento de los bichitos de luz y reduce significativamente su acercamiento.
Otra ventaja es su versatilidad. Puede colocarse en macetas individuales, en jardineras largas o directamente en el suelo si se dispone de espacio exterior. También se adapta tanto a ambientes rurales como urbanos. Su presencia no solo mejora la convivencia con los insectos, sino que aporta un toque verde decorativo.
Cómo lograr el mayor efecto
Para potenciar su capacidad repelente, conviene seguir algunas recomendaciones:
Ubicarla cerca de ventanas, marcos y entradas de aire.
Colocarla en los puntos donde se concentra la mayor iluminación nocturna.
Mantener la planta podada para estimular la liberación del aroma.
Evitar que reciba sol directo extremo durante todo el día.
Utilizar macetas amplias para permitir un crecimiento saludable.
Estas acciones ayudan a que el perfume sea más perceptible y, por ende, más efectivo para mantener alejados a los bichitos de luz. Quienes viven en departamentos pueden disponer dos o tres macetas en el balcón y lograr resultados similares a los de un patio amplio. En viviendas con jardín, la citronela puede combinarse con otras plantas aromáticas que refuercen el efecto general.
Hojas de citronela recién podadas, clave para aumentar la intensidad del aroma.
Por qué elegir métodos naturales
Optar por soluciones naturales trae beneficios que trascienden lo estético. Las plantas aromáticas no desprenden sustancias peligrosas y no requieren electricidad, lo cual reduce gastos y evita la acumulación de dispositivos en el hogar.
Además, al ser de fácil cultivo, permite mantener un suministro constante sin necesidad de reposición frecuente. En hogares con niños o mascotas, esta característica se vuelve aún más valiosa: los componentes aromáticos actúan sin representar riesgos adicionales.
A nivel ambiental, la incorporación de plantas contribuye a mejorar la calidad del aire y a sumar áreas verdes en espacios cada vez más urbanizados. Por eso, la citronela no solo cumple la función de alejar insectos, sino que forma parte de una tendencia más amplia que promueve entornos domésticos más sostenibles y agradables.