En nuestra anterior entrega sobre la presidencia de Arturo Frondizi, que fue publicada el pasado 29 de julio, di a conocer algunas frases y conceptos suyos, relacionados fundamentalmente a los dos primeros años de su gobierno, 1958 y 1959. En esta ocasión voy a recordar algunos discursos de 1960, pero fundamentalmente de 1961, que fue el año de su visita a Estados Unidos y surgieron constantes presiones contra su gobierno.
De sus discursos se desprende que Frondizi en sus informes de gestión ponía énfasis en las realizaciones logradas, como ser la "estabilidad monetaria" y la "recuperación del crédito externo", pero no se engrupía como decimos ahora, no se engañaba. Por eso decía: "Debo señalar que no hemos podido equilibrar el Presupuesto. Las empresas estatales son deficitarias, pero no serán privatizadas, se exigirá trabajo profesional". Debido a sus cortocircuitos con el gremio de los ferroviarios, Frondizi acepta que estaba planteado, con los paros del sector, "el verdadero problema del transporte ferroviario, que afecta la economía nacional".
A la vez, entre sus acciones, destaca la inauguración de la última parte de la ruta Nº 11 en la provincia de Santa Fe, a la vez que anuncia la proyección de la construcción de 14.000 kilómetros de caminos para 1964. "Los caminos permiten la interconexión de las regiones y logramos la integración del interior argentino", remarca. Obviamente, la conflictiva y cada vez más violenta realidad social no le era ajena. En una de sus alocuciones advierte: "Grupos de insurrectos plantearon la alteración del orden público, intentando la ocupación de una emisora y central de comunicaciones; los sectores militares con su acción descartaron la violencia. El Poder Ejecutivo garantiza el imperio del Estado de Derecho". En otra ocasión, aclara a los gremios que "el empleo de la violencia por parte de algunos dirigentes sindicales frustra todo proyecto de reivindicaciones".
Frondizi siempre tuvo en claro que si su gobierno hacía gala de defender la libertad, una de las más importantes era "la libertad de prensa". "Respeto a la opinión de la Prensa, pero estoy preocupado por la crisis de valores éticos en las críticas"; "Preferimos las críticas porque hacemos"; "He cumplido con el deber del mandatario en la democracia, rendir cuentas al pueblo"; "Prometí legalidad, desarrollo y paz social, por eso sé que no nos atacan porque estemos faltando a nuestra palabra, sino porque la estamos cumpliendo".
"Somos instrumentos del pueblo"
Cuando anunció la conformación del Consejo Nacional del Desarrollo, declaró que "no hay libertad sin desarrollo de los ciudadanos". Y cuando inauguró en Santa Fe la Radio Universidad del Litoral, no perdió la oportunidad de informar a la población que "la huelga ferroviaria impulsada por el gremialismo, atenta contra la producción nacional y la dignidad de la población que utiliza dicho medio". Luego brindó detalles de un "plan de racionalización y modernización del sistema ferroviario", pensado "para poner orden en los ferrocarriles", sin dejar de criticar a "la CGT promotora del paro en contra del gobierno constitucional", que "no logró el apoyo que descontaban".
En 1961, como balance de gestión anual, entre otras cosas, decía: "Los logros, las dificultades, las incomprensiones y la oposición, afirmaron nuestra decisión de hacer Patria"; "El desarrollo se financia con inflación o eliminando burocracia estatal"; "No es teoría entre Estatismo y Libre Empresa, si se financia al Estado se descapitaliza la actividad privada y se envilecen los salarios"; "Los gobiernos somos instrumentos del pueblo". En defensa del Estado de Derecho, remarcaba: "La Nación Argentina no se apartó de las normas jurídicas internacionales. Sabemos que más allá de la intriga y la violencia del comunismo no se puede violar la Ley Internacional. (…) Este gobierno respetó el orden, la propiedad y la iniciativa privada para garantizar la libertad".
Otras frases: "No aceptamos la provocación de políticos golpistas y de dirigentes sindicales agentes del motín"; "Si debo enfrentarme a que peligre la dignidad de la República, moriré en la defensa de la dignidad"; "La supuesta crisis moral la genera quienes son viejos experimentados en su manejo"; "Petróleo, Siderurgia, Caminos, Petroquímica, en su unificación dan trabajo al obrero, así como crecimiento al empresario y al agro, es algo irrefutable, es desarrollo económico"; "Las crisis generadas por la extrema izquierda, hasta la extrema derecha, promovieron las quiebras institucionales".
El 23 de febrero de 1962, a cuatro años de la elección presidencial, enumera una serie de logros, entre ellos "el respeto a la democracia" y "el autoabastecimiento de petróleo, gas, energía y acero", como la construcción de "plantas industriales" y "la enseñanza privada". "Este es el desarrollo prometido", remarca, haciendo hincapié una vez más en el modelo o línea desarrollista, que no abandona nunca.
Se negó a renunciar
Para esa fecha, en Rosario recordó el hecho generado por Manuel Belgrano al izar la enseña patria por primera vez (27 de febrero de 1812) y cerró con un: "¡Viva la Patria!". Eran tiempos muy difíciles y tenía que defender su acción de gobierno contra "una oposición que propone una economía de escases". Luego se explayaba: "Nosotros en cambio siempre hemos fomentado la productividad que da trabajo. En 1958 el país estaba en crisis política y económica. Vencimos el esquema de la importación, nos enfrentamos a intereses de años, encaminando nuestro Plan de Legalidad, Paz Social y Desarrollo".
En esos momentos de tensión y duras críticas decía "muchos de los opositores son perturbadores", pero destacaba como digno adversario a Crisólogo Larralde, de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), fallecido en 1962 en plena campaña electoral para la gobernación de Buenos Aires. También resaltaba: "Garantizamos la propiedad y aseguramos la libre empresa" "No gobernamos para los dirigentes, lo hicimos para el país"; "Se aumentó el potencial eléctrico en 1962 con respecto a 1958, cuando asumimos"; "Soñamos con una Nación próspera con trabajo y progreso".
Lamentablemente, el 27 de marzo de 1962, Frondizi asume que la dura oposición que le había tocado enfrentar, daría pie a la destitución -por parte de las Fuerzas Armadas- del gobierno democrático que había asumido el 1 de Mayo de 1958. Con hidalguía, y como persona de bien que es, se dirige por escrito al senador Alfredo García, presidente de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), a quien le manifiesta claramente que no piensa en la renuncia: "¡No renunciaré! ¡No me suicidaré, no me iré del país, ni cederé! ¡Mantengo mi determinación de no renunciar y permaneceré en el gobierno hasta que me derroquen por la fuerza!", le escribe. Y se despide con una frase premonitoria: "Invoco para mi Patria la protección de Dios".
Frondizi fue derrocado por un golpe de Estado el 29 de marzo de aquel año, detenido por los militares y llevado preso a la Isla Martín García, sin ningún cargo judicial. Al quedar en libertad se trasladó a su domicilio particular como un ciudadano común y de acuerdo a su hombría de bien, sin custodia del Estado. Por eso con él vale el dicho: "Las palabras movilizan, los ejemplos arrastran". Gracias doctor Arturo Frondizi, aunque hayan transcurridos más de sesenta años de aquel final abrupto de su presidencia. Nacido en Paso de los Libres, Corrientes, el 28 de octubre de 1908, falleció en la ciudad de Buenos Aires el 18 de abril de 1995, a los 86 años.
(*) Bibliografía consultada: "Mensajes presidenciales de Arturo Frondizi, 1958-1962", editado por la Fundación Centro de Estudios Presidente Arturo Frondizi.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.