I

Acorralado por denuncias, Espert se ve obligado a dejar su candidatura, una decisión que expone las complejidades de su relación con figuras delictivas.

I
Según se sabe, el pasado viernes un José Luis Espert depresivo y resignado ingresó a la residencia de Olivos para conversar con el presidente Javier Milei. Dicen que en el bolsillo llevaba la renuncia. Y una hora después dicen que lo vieron salir arrogante, optimista y soberbio. Sus primeras palabras fueron como la declaración de combate de un cosaco: "No me bajo nada".
El círculo perfecto: Milei lo propuso como primer candidato a diputado nacional, y en las horas duras de la desgracia lo sostuvo a pesar de que sus asesores de confianza le habían dicho con el mejor de los tonos posibles que si esllo ocurría las elecciones previstas para el domingo 26 de octubre serían lo más parecido a un salto al precipicio.
Creo que a Napoleón Bonaparte se le atribuye haber dicho que si tu enemigo se está equivocando, "déjalo hacer". Se me ocurre que en las actuales circunstancias el peronismo tomó la frase del Gran Corso al pie de la letra. Dicho con otras palabras, el peronismo fue el más interesado en que Espert no renunciara a su candidatura y que, además, el presidente lo apoyara de manera incondicional.
II
El domingo a la tarde Espert se dignó a dar el "paso al costado en bien de la patria", un previsible recurso retórico por parte de quien se vio obligado a renunciar a su candidatura a diputado nacional asediado por denuncias y evidencias acerca de su viscosa relación con un reconocido delincuente detenido en Argentina y con pedido de extradición de Estado Unidos.
Espert debería haber rendido cuentas políticas hace por lo menos cinco años, cuando ya se tuvo conocimiento público de sus vuelos en aviones de su propiedad de un jefe acusado de narco.
Por el contrario, durante esos años Espert fue candidato a presidente, diputado nacional, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados y frustrado primer candidato a legislador nacional de La Libertad Avanza (LLA).
Delicias costumbristas que distinguen a nuestros pagos, siempre tan generosos con granujas y farsantes. Espert no renuncia a la candidatura en nombre del honor, sino porque estaba acorralado por las evidencias y sus desvergonzadas contradicciones. El vuelo en un avión narco no solo existió, sino que luego tomamos conocimiento de que no fue un vuelo sino más de treinta.
La relación de Espert con Fred Machado no fue ocasional o producto de la casualidad, como pretendió hacernos creer, sino la relación prolongada en el tiempo de hombres dedicados a perpetrar negocios ilícitos.
III
Hasta último momento el candidato preferido por Milei negó los 200 mil dólares girados por la socia de Machado a su nombre, pero a medida que fueron pasando los días nos enteramos que los originales 200 mil dólares podían ascender a un millón.
De todas formas, tan grave como el desenmascaramiento de estas operaciones, es que hayan tenido que pasar más de cinco años para que un personaje como Espert, que parece reunir los vicios típicos de la casta que Milei prometió desmontar, se haya puesto en evidencia, motivo por el cual debió renunciar a su candidatura luego de ser defendido con uñas y dientes por el propio presidente.
El mismo presidente que -dicho sea al pasar- aún no ha dado respuestas satisfactorias por los escándalos de la cripto moneda y los reiterados audios en los que el señor Diego Spagnuolo, otro funcionario de su íntima confianza, menciona las coimas y los beneficiarios de las mismas.
O, para ser más preciso, la beneficiaria de esas coimas, quien gracias a sus habilidades ha logrado para solaz del alma popular, incorporar su nombre al ritmo musical de una popular canción cubana.
Este culebrón político que los argentinos estamos presenciando aún no concluyó, aunque parecen no ser pocos los votantes de Milei que mascullan en voz baja que no lo votaron para que reproduzca los mismos vicios que los célebres "kukas", sino -muy por el contrario- para terminar con ellos.
Objetivo, este último, que tal como se presentan las cosas pareciera estar lejos de cumplirse, porque de persistir esta tendencia me temo que la amenaza libertaria de clavar el fatídico clavo al sarcófago del peronismo devenga en todo lo contrario: una singular apertura de la Caja de Pandora y el retorno eufórico de los que Milei se había prometido extinguir de la política nacional.
IV
Algunas precisiones importan. A José Luis Espert no lo desalojaron de la candidatura a diputado nacional de LLA por un fallo judicial, por la orden de un fiscal o por alguna otra disposición legal. No, Espert renunció a su candidatura porque la presión de la opinión pública se hizo realmente insostenible.
Y lo que se inició como una denuncia política de dirigentes de la oposición, continuó luego con una multiplicación de críticas provenientes desde los más diversos sectores de la sociedad.
El último acto lo protagonizaron los principales dirigentes de LLA, quienes le pidieron encarecidamente que renuncie porque por ese camino LLA marchaba a una derrota en toda la línea para los comicios del próximo 26 de octubre.
Aunque a la hora de la verdad habría que decir que fueron las trapisondas y las sucesivas mentiras de Espert las que precipitaron el inevitable desenlace. Dicho con otras palabras, Espert fue el principal artífice de su propia caída.
Lo que llama la atención es que la única voz que salió a defender al hombre de la consigna "Cárcel o bala" fue la de Javier Milei, para quien el candidato que él mismo eligió es una persona honorable, tan honorable, según sus propias palabras, como lo fue el señor Diego Spagnuolo.
V
Al candidato caído lo reemplazaría posiblemente Diego Santilli, el mismo al que Milei en diferentes momentos calificó de "engendro". Observación al margen.Tal como se presentan las cosas, daría la impresión que en LLA los únicos que disponen de futuro político son los que Milei insulta con palabras como "engendro" o "Montonera asesina".
Los mismos favores merecen en este flamante partido libertario los que pertenecen a la farándula o provienen de las cloacas más fétidas del peronismo. Espert no es el único caso de candidato que se baja por la presión de la opinión pública. En su momento, el señor Fernando Niembro, candidato de Juntos por el Cambio, renunció a su candidatura porque su situación era indefendible.
Mauricio Macri resolvió la crisis con más elegancia que Milei. Defendió a Niembro discretamente y cuando observó que se trataba de una batalla perdida tomó distancia. Milei hizo todo lo contrario, incluso a contramano de lo que le sugerían algunos de sus colaboradores más íntimos.
VI
A Espert lo sucede Karen Reichardt, una señora de la que sabemos de sus habilidades y destrezas como modelo y personaje de la farándula, pero ignoramos todo acerca de sus saberes políticos. Y lo ignoramos porque hay fundados motivos para suponer que esos saberes son nulos.
Es por eso que el gobierno nacional intentó realizar las gambetas necesarias para que el candidato sea "el engendro" de Diego Santilli, aunque parece inevitable que la boleta que los ciudadanos coloquen en la urna siga encabezada por la sonrisa forjada por este personaje con calvicie a lo Yul Brinner y salido de "Los Sopranos" o de una película de Martín Scorsese que se llama Espert.
Para que esta desagradable sorpresa no corra, habría que imprimir boletas, una operación difícil de hacer porque el tiempo apremia y, sobre todo, porque ese trabajito de imprenta al Estado le costaría unos 15 mil millones de pesos.
Además de ser un costo elevadísimo para los exhaustos bolsillos de los contribuyentes, eso sería una ironía exquisita, porque estos costos los estaría provocando el partido cuyo máximo candidato asegura, cada vez que puede, que la causa de todos los males que padecemos es el Estado.
Culebrón con final abierto. El juez Alejo Ramos Padilla resolvió que la candidata que encabece la lista de la causa libertaria en la provincia de Buenos Aires sea la mencionada Reichardt. Y ya hay quienes dicen que LLA se merece una candidata de ese calibre.
Dejo para la nota del sábado algunas palabras sobre el show organizado en Movistar Arena por los gladiadores y saltimbanquis libertarios. Y mientras los libertarios bailan y algún ministro sacude la batería, Milei canta o intenta hacer algo parecido. Y todo este desenfreno bucólico mientras Luis Caputo peregrina hacia Estados Unidos para pasar la gorra.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.