Martiniano López

Crónica de un hombre donde el mapa se termina (Parte I)

Aislado en el norte santafesino, nuestro protagonista enfrenta la dureza del campo con valentía, una historia de esfuerzo que no conoce límites ni fronteras.

"Me lo imagino boca arriba, el molino recortado sobre su cabeza, el cielo apenas velado por las aspas. Y ahí aparece el primer silencio. El del campo. Ese silencio que no es ausencia de ruido sino una presencia enorme que lo ocupa todo. Nadie. Ningún vecino a cien metros, ningún auto pasando, ninguna sirena. Solo él, el molino, el polvo, y Fatiga... su perro""Me lo imagino boca arriba, el molino recortado sobre su cabeza, el cielo apenas velado por las aspas. Y ahí aparece el primer silencio. El del campo. Ese silencio que no es ausencia de ruido sino una presencia enorme que lo ocupa todo. Nadie. Ningún vecino a cien metros, ningún auto pasando, ninguna sirena. Solo él, el molino, el polvo, y Fatiga... su perro"