Reflexiones desde una perspectiva filosófica

¿Y si no todo es una construcción del lenguaje?

El debate sobre la realidad lingüística y objetiva se intensifica, con Searle defendiendo un realismo que reconoce la existencia de hechos fuera del lenguaje.

Existe un principio básico. El lenguaje no crea las montañas o las leyes de la física, sino solo la realidad de que "la montaña es propiedad de un país", o que "las leyes de la física son un campo de estudio". Lo aclara definitivamente John Searle al sostener que "la existencia de los hechos brutos… es un requisito para que haya hechos institucionales".Existe un principio básico. El lenguaje no crea las montañas o las leyes de la física, sino solo la realidad de que "la montaña es propiedad de un país", o que "las leyes de la física son un campo de estudio". Lo aclara definitivamente John Searle al sostener que "la existencia de los hechos brutos… es un requisito para que haya hechos institucionales".

John Rogers Searle (1932-2025). Filósofo, profesor universitario, investigador de la inteligencia artificial y lingüista.John Rogers Searle (1932-2025). Filósofo, profesor universitario, investigador de la inteligencia artificial y lingüista.
John Rogers Searle propone que gran parte de nuestro mundo, desde el dinero y la propiedad hasta el matrimonio y los gobiernos, se constituye a través de una intencionalidad colectiva manifestada mediante el lenguaje. Los hechos sociales, dice, a diferencia de los hechos brutos de la naturaleza, solo existen porque les hemos asignado una función y un estatus.John Rogers Searle propone que gran parte de nuestro mundo, desde el dinero y la propiedad hasta el matrimonio y los gobiernos, se constituye a través de una intencionalidad colectiva manifestada mediante el lenguaje. Los hechos sociales, dice, a diferencia de los hechos brutos de la naturaleza, solo existen porque les hemos asignado una función y un estatus.
¿Cómo podemos discernir la voz de nuestra propia experiencia, de nuestra biología y de nuestro entorno, de la cacofonía de narrativas que se nos imponen mediática, política y culturalmente? Si el poder del discurso puede redefinir la realidad de forma tan radical, la pregunta que debería interpelarnos es dónde radica la posibilidad de un debate racional.¿Cómo podemos discernir la voz de nuestra propia experiencia, de nuestra biología y de nuestro entorno, de la cacofonía de narrativas que se nos imponen mediática, política y culturalmente? Si el poder del discurso puede redefinir la realidad de forma tan radical, la pregunta que debería interpelarnos es dónde radica la posibilidad de un debate racional.