El 2025 quedará marcado como un año de mucho trabajo, desafíos permanentes y consolidación institucional para la Liga Santafesina de Fútbol. En ese contexto, la Mesa Directiva, los administrativos y parte del equipo que conduce la Secretaría de Prensa de la Casa Madre compartieron un momento especial que fue mucho más que un simple brindis de fin de año.
Aprovechando la noche de la entrega de premios de las divisiones inferiores, se generó un espacio de encuentro, reflexión y reconocimiento al esfuerzo diario de quienes sostienen el funcionamiento de una de las ligas más importantes del interior del país.
Mirá tambiénNewell’s apuesta fuerte: Ariel Segala y Mariano Bonzzi, al mando del proyecto 2026
Lejos del ruido de la competencia y de los flashes que suelen acompañar a los protagonistas dentro del campo de juego, el encuentro permitió poner en valor el trabajo silencioso, constante y muchas veces invisible de quienes, desde sus roles administrativos e institucionales, hacen posible que cada torneo, cada programación y cada actividad se lleve adelante con seriedad y profesionalismo.
Fue, en definitiva, un momento para mirar hacia atrás, valorar lo recorrido y proyectar lo que vendrá.
La Liga Santafesina no solo es fútbol. Es organización, compromiso, gestión y una red de personas que, día a día, ponen su tiempo y su energía para que cientos de clubes, miles de jugadores y familias encuentren en la competencia un espacio de formación, pertenencia y crecimiento.
Ese espíritu fue el que se respiró durante el brindis, donde las palabras sinceras y los gestos simples tuvieron un peso especial.
Un cierre distinto, cargado de sentido
No fue un brindis más. Así lo sintieron quienes participaron del encuentro y así quedó reflejado en cada conversación, en cada saludo y en cada mirada compartida.
En tiempos donde la vorágine diaria muchas veces impide detenerse a reflexionar, la noche ofreció la posibilidad de hacer una pausa y poner en palabras aquello que suele darse por sentado: el valor humano del trabajo colectivo.
Mirá tambiénClaudio Albarracín, el gol como bandera en el ClausuraLa entrega de premios a las divisiones inferiores sirvió como marco ideal para reforzar ese mensaje.
Allí, donde se premia el esfuerzo de los más chicos, donde se reconoce el camino recorrido por jugadores en plena formación, la dirigencia y los trabajadores de la Liga encontraron el escenario justo para reafirmar que el futuro se construye desde las bases, con compromiso y responsabilidad.
Cada uno de los presentes fue parte de ese momento íntimo y significativo, entendiendo que el crecimiento sostenido de la Liga Santafesina es el resultado de decisiones bien tomadas, de planificación y, fundamentalmente, del aporte diario de personas que sienten la institución como propia.
El brindis fue, entonces, un gesto simbólico que resumió un año intenso, pero también un mensaje de unidad y continuidad.
La palabra que sintetizó el espíritu del año
Uno de los momentos más destacados de la noche llegó con las palabras de Leandro Birollo, quien puso en valor el esfuerzo y el profesionalismo de quienes integran la estructura diaria de la Liga. Su mensaje fue claro, directo y profundamente humano, reflejando el espíritu que marcó el cierre del año.
“Acá están, estos son los que día a día ponen su esfuerzo y dedicación para sacar adelante una tarea cada vez más importante. La Liga y sus clubes forman parte de esta gran región.
Agradecer a todos ellos y a quienes hacen posible que la Liga Santafesina siga en pleno crecimiento. Muy Feliz Navidad para cada uno de los que hacen posible este momento”, expresó, generando un clima de reconocimiento genuino entre los presentes.
Mirá tambiénCuando el fútbol abraza a la infanciaLas palabras no solo funcionaron como un agradecimiento, sino también como un recordatorio del rol social y regional que cumple la Liga Santafesina.
Cada decisión, cada trámite administrativo, cada comunicación oficial impacta directamente en la vida de los clubes y de las comunidades que los rodean. Por eso, el mensaje apuntó a reforzar la idea de pertenencia y de responsabilidad compartida.
El aplauso que acompañó el cierre de sus palabras no fue protocolar. Fue espontáneo y sentido, como reconocimiento a un año de esfuerzo colectivo. Un año en el que la Liga continuó creciendo, fortaleciendo su estructura y reafirmando su compromiso con el fútbol regional y con las personas que lo hacen posible.
El brindis final selló una noche que quedará grabada en la memoria de todos los presentes. No solo como un cierre de año, sino como un recordatorio de que, más allá de los resultados deportivos, el verdadero triunfo está en el trabajo en equipo, en la dedicación diaria y en la capacidad de construir, juntos, una institución cada vez más fuerte.