La ruta del Fentanilo VI: ocultamiento de víctimas
El juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, que investiga la catástrofe sanitaria provocada por el fentanilo contaminado, dio un giro en el objeto de las pesquisas, y sus energías se diluyen en determinar la logística societaria que habría derivado en el desvío de narcóticos desde el sistema de salud legal hacia el mercado negro del narcotráfico.
El trasfondo de una preocupante situación que está en plena investigación.
El Litoral tuvo acceso a la causa, cuya trama revela la posible razón por la cual, luego de tres meses de investigación, aún no hay imputados ni detenidos, a pesar de la desaparición y alteración de pruebas, y del vaciamiento de cuentas por millones de dólares antes de que el juez inhibiera los bienes de personas y sociedades implicadas.
Fragmento de informe sobre fiscalización de lotes.
¿Son 54 las muertes ocasionadas por el fentanilo contaminado?
Las investigaciones periodísticas que abordamos este “megacaso” dimos por sentado que eran 54 las víctimas de la contaminación con Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica, detectadas en las ampollas de HLB Pharma, fabricadas por Laboratorios Ramallo y comercializadas por Droguería Alfarma. Esto es inexacto: son 100 los casos reportados que actualmente investiga la Justicia, de los cuales 69 pertenecen a la provincia de Santa Fe, incluyendo 13 —y no 1, como se informaba hasta ahora— en un sanatorio privado de la capital provincial, 19 en el sector privado de Rosario y 15 en el municipal de Rosario.
Este centenar de víctimas está lejos de representar la totalidad de las consecuencias de esta crisis. Muchos de los casos se han ido sumando a partir de la duda de familiares de pacientes fallecidos por motivos diferentes a los que estaban siendo tratados. Revelaron que no fueron notificados por los efectores de salud correspondientes. Indagando en las historias clínicas de sus seres queridos, identificaron la administración de fentanilo de HLB y el fallecimiento por patologías compatibles con las denunciadas.
C. N, de 80 años, ingresó al Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) el 25 de abril. Llevaba un marcapasos que debía ser reparado por un desperfecto. “Yo siempre dije que si había un lugar seguro en Rosario era allí. Soy médica y trabajé ahí”, cuenta a El Litoral su hija.
“Cambiamos el marcapasos, tenía todos los parámetros normales. Su doctor me dijo que me fuera a trabajar tranquila —mi guardia en Buenos Aires. Sabía que iba a llevar tiempo recuperarse. Saqué el pasaje (aún lo tengo). Estábamos todos contentos, lo peor había pasado. Me fui a comprar churros para llevarles a los empleados porque era primero de mayo, y cuando volví lo estaban reanimando. Murió ese mismo día”, relata.
Fragmento denuncia CN incorporado a la causa.
El acta de defunción establecía, como causa de muerte de C. N., simplemente: “enfermedad”.
“Al otro día de la muerte de mi papá, leo lo que estaba pasando en La Plata. Busco la historia clínica de mi papá, donde figura la utilización de 10 ampollas de fentanilo. Comienzo a investigar e hice la conexión. Me di cuenta porque soy médica. Nadie me avisó. Imagino cuántas víctimas habrá cuyos familiares ignoran lo sucedido”, se pregunta.
Fuentes cercanas a la investigación relataron a El Litoral un informe que habría realizado la directora Médica del I.C de Rosario, y que, de confirmarse, implicaría una gravedad supina en materia de seguridad sanitaria
En su descargo, la Dra. H S., habría informado que:
• El 28 de febrero de 2025 ingresaron al ICR 2000 ampollas de fentanilo de la marca HLB Pharma, lote 31202.
• Fueron utilizadas 1571 ampollas hasta el 8 de mayo de 2025, fecha en que se retiraron de circulación.
• Durante este período, esta medicación coexistió con otros lotes y marcas.
• NO CONTAMOS CON LA TRAZABILIDAD PARA INFORMAR QUÉ PACIENTE RECIBIÓ CADA MARCA Y LOTE ESPECÍFICO DE LA DROGA.
La falta de trazabilidad de un narcótico —ya no solo de un medicamento— amplía el peligro del accionar que la profesional estaría relatando. El fentanilo, de uso médico, podría haber sido desviado al mercado negro. Se reconoce la ausencia de registro de una medicación de exclusiva prescripción en la historia clínica de los pacientes, lo que impone un riesgo gravísimo por sobredosis, incompatibilidades con otros fármacos, o contraindicaciones con patologías previas. Son tantos los perjuicios para la salud pública que se desprenden de esta omisión que enumerarlos sería una obviedad.
No sabe, no contesta
Este cronista se comunicó con la profesional de referencia, quien se negó a responder las preguntas realizadas, amparándose en que todo había sido aportado a la causa que investiga el Juzgado Federal de La Plata.
La elusión podría ser formalmente correcta, si no fuera porque la consulta no refiere a la responsabilidad judicial de la empresa de salud hacia la Justicia, sino al posible ocultamiento de información hacia los pacientes, cuya ignorancia sobre la posible causa de muerte de sus familiares —y del propio Estado— entorpece la resolución de una catástrofe sanitaria que ya supera el centenar de víctimas fatales.
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