Con el uniforme puesto, escoltado por el presidente Javier Milei y por el ministro saliente Luis Petri, Carlos Alberto Presti juró este viernes como nuevo Ministro de Defensa en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

Es el primer militar en actividad en asumir esa cartera desde 1983. Asumió formalmente en reemplazo de Luis Petri bajo supervisión norteamericana y con polémica alrededor de su designación.

Con el uniforme puesto, escoltado por el presidente Javier Milei y por el ministro saliente Luis Petri, Carlos Alberto Presti juró este viernes como nuevo Ministro de Defensa en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Frente a la mesa central, con la Biblia abierta y el protocolo en marcha, Presti respondió con un enfático “Sí, juro” ante la pregunta del Presidente, convirtiéndose en el primer militar en actividad en ocupar ese cargo desde el regreso de la democracia.
Luis Petri, que observó el acto de pie junto a la mesa central, arengó a su sucesor con un “¡Bien!” al momento de la jura, en una escena que cerró con un abrazo triple entre Milei, Presti y el ministro saliente, replicando el gesto que días atrás protagonizaron Patricia Bullrich y Alejandra Monteoliva en Seguridad.

Luego de la ceremonia, Presti agradeció públicamente al presidente Milei por la confianza y afirmó que continuará “la misión encomendada” para construir “un instrumento militar acorde al rol protagónico que la Argentina debe ocupar en el mundo”.
También destacó el carácter simbólico del día elegido para la ceremonia, al remarcar que juró en el Día de la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas.
El acto contó con una nutrida presencia del Gabinete nacional. Pero acaparó la atención la presencia en primera fila del embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, como ya había ocurrido días atrás durante la asunción de Alejandra Monteoliva en Seguridad.
En la jura, estuvieron el jefe de Gabinete y vocero presidencial, Manuel Adorni; la ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva; su antecesora y ahora senadora Patricia Bullrich; el canciller Pablo Quirno; el ministro del Interior, Diego Santilli; el titular de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; y los ministros Sandra Pettovello, Mario Lugones y Eduardo “Lule” Menem, entre otros.

Se destacó la presencia de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y del asesor presidencial Santiago Caputo, quien siguió de cerca toda la ceremonia junto a su equipo. Del lado militar, asistieron altos mandos de las tres fuerzas, que luego posaron con el flamante ministro para la foto institucional.
Pero el foco volvió a estar puesto en Lamelas. El embajador estadounidense fue uno de los últimos en retirarse y, según fuentes oficiales, mantuvo un breve intercambio con Presti tras la jura.
La llegada de Presti al Ministerio de Defensa marca un punto de quiebre, ya que desde diciembre de 1983, ningún militar en actividad había encabezado esa cartera, lo que provocó duros cuestionamientos de sectores ligados a los derechos humanos.
Para asumir, el flamante ministro no pasó a retiro sino que solicitó quedar en situación de disponibilidad, una figura administrativa que le permite conservar el rango y que fue uno de los principales focos de crítica. Desde la Casa Rosada defendieron esa decisión bajo el argumento de “continuidad operativa” y “profesionalización de la defensa”, mientras que desde la oposición reclamaron que, si pretendía asumir funciones políticas, debía retirarse formalmente de la estructura castrense.
El propio Presti, ya con la firma habilitada desde el jueves 11, dejó trascender que a partir de este viernes comenzará una etapa de reorganización interna: la semana próxima se formalizarán cambios en la cúpula del Estado Mayor Conjunto y en las jefaturas de las Fuerzas Armadas, un movimiento que el Gobierno venía postergando a la espera de esta designación.
Presti egresó del Colegio Militar de la Nación en 1987 como subteniente de infantería y ocupó cargos clave dentro del Ejército, entre ellos comandante de la IV Brigada Aerotransportada, jefe del Regimiento de Asalto Aéreo 601 y director del propio Colegio Militar.
Tuvo participación en misiones internacionales, como jefe del batallón argentino de paz en Haití, y experiencia diplomática como agregado de Defensa en embajadas de Centroamérica. A fines de 2023, Milei lo designó jefe del Estado Mayor General del Ejército en un recambio que incluyó el pase a retiro de 22 oficiales superiores.
Su figura, sin embargo, también arrastra controversias. Es hijo de Carlos Roque Presti, ex jefe del Regimiento de Infantería 7 de La Plata durante la última dictadura cívico-militar, procesado en causas por delitos de lesa humanidad y fallecido antes de recibir condena. Ese antecedente fue recordado por sectores opositores que cuestionaron la señal política que implica su nombramiento.