La mañana del viernes arrancó con un despliegue fuerte de la Policía de Investigaciones (PDI) en el corazón de barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe. Los móviles llegaron sin aviso, acompañados por los Grupos de Asalto Táctico (GAT) que tomaron posición en segundos.
Operativo de la PDI
En barrio Barranquitas: allanamientos en busca de pistas por un homicidio
Agentes realizaron requisas domiciliarias en inmuebles ubicados en Ecuador 4300. Habrían secuestrado armas de fuego. Investigan el crimen de Daniel Ojeda, ocurrido en julio del corriente.
Las maniobras formaban parte de una serie de allanamientos clave para avanzar en la causa que investiga el homicidio de David Daniel Ojeda, el joven de 21 años asesinado a balazos el pasado 25 de julio.
Las irrupciones, ordenadas por el fiscal Estanislao Giavedoni, apuntaron a viviendas ubicadas en el sector de Ecuador al 4300, una cuadra señalada por los investigadores del crimen.
Tres viviendas bajo la lupa
El procedimiento abrió con fuerza. En la primera casa allanada, sobre Ecuador al 4300, los peritos habrían secuestrado algunos elementos para análisis. No hubo personas detenidas.
Minutos después, otro grupo de trabajo repitió la fórmula en la vivienda lindante. Allí tampoco hubo detenidos al momento, pero se agregaron nuevos indicios a la causa.
El tercer domicilio, ubicado en un pasillo interno, fue el que más expectativas despertó. Se habría secuestrado un arma de fuego calibre 22 largo. Los investigadores ahora buscan establecer si esa arma está vinculada al ataque que terminó con la vida de Ojeda.
El crimen
La investigación que motivó los allanamientos tiene como punto de partida el violento episodio ocurrido el 25 de julio, alrededor de las 20, en Gaboto al 5100, pleno barrio San Pantaleón. Allí, según testigos, Ojeda mantuvo un breve diálogo con un motociclista que frenó a su lado. La charla se tensó en segundos: gritos, un arma que aparece y disparos a quemarropa.
Herido en el sector izquierdo del torso, el joven cayó en plena calle. Fueron los propios vecinos quienes, desesperados, lo cargaron en un auto particular y lo llevaron al hospital Iturraspe.
En el Iturraspe, el equipo de Emergentología luchó por estabilizarlo. Sin embargo, a las 20.30, los médicos confirmaron su fallecimiento. El caso pasó inmediatamente a manos de la Fiscalía de Homicidios y de la PDI.
Esa misma noche, personal del Cuerpo Guardia de Infantería preservó la escena, relevó cámaras de seguridad y tomó contacto con testigos directos del ataque. Las primeras imágenes estuvieron disponibles pocas horas después, permitiendo reconstruir los movimientos del agresor.
Puesto al tanto de lo acontecido el fiscal Estanislao Giavedoni ordenó una batería de medidas. En tanto los peritajes quedaron en manos del área Científica de la PDI, que trabaja para determinar la trayectoria de los disparos y cotejar las pruebas con el arma secuestrada este viernes.
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