Una mujer de 56 años debió ser amputada del brazo derecho tras ser ferozmente atacada por un perro de raza pitbull en Santo Tomé. La víctima se encuentra internada en terapia intensiva del hospital Cullen, con asistencia respiratoria y pronóstico reservado.
Su hermana menor, de 44 años, también resultó gravemente herida durante el mismo episodio y fue sometida a una cirugía reconstructiva por mordeduras en el rostro y el brazo. Ambas fueron atacadas dentro de su vivienda en calle Hipólito Yrigoyen al 2600.
Domingo trágico
El hecho ocurrió el pasado domingo cerca de las 13.15, cuando una llamada al 911 alertó sobre una situación desesperante. Al llegar al lugar, efectivos policiales hallaron a una mujer ensangrentada en la vereda, identificada como Ana D., de 44 años. Estaba gravemente herida, con mordidas profundas en el rostro y un brazo.
Minutos después, personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) irrumpió en el interior de la vivienda y encontró a María D., de 56 años, en estado crítico, con severas lesiones en uno de sus brazos. También se hallaba en la casa una tercera hermana con discapacidad, que fue puesta a resguardo por un familiar.
Un operativo de alto riesgo
Debido a la agresividad del animal y el riesgo extremo para las víctimas y los rescatistas, se montó un amplio operativo que involucró móviles del GOE, Policía Ecológica, Bomberos y personal del 107.
El perro, que aún permanecía en el interior del domicilio y mostraba signos de agresividad, fue abatido por personal del GOE para poder evacuar a las personas heridas. Un médico veterinario certificó luego que el can murió producto de una herida de arma de fuego en el cuello.
Intervenciones quirúrgicas y pronósticos
Ambas mujeres fueron trasladadas de urgencia al hospital Cullen. Ana D. fue intervenida quirúrgicamente por las mordeduras en el rostro y el brazo, y los médicos debieron reconstruir parte de su labio inferior. Su estado general es grave pero estable, con evolución favorable.
En el caso de María D., la situación fue aún más dramática: debido al compromiso profundo de las mordeduras y a un cuadro infeccioso posterior, los médicos debieron amputarle el brazo derecho. Permanece internada en la unidad de terapia intensiva, con pronóstico reservado.
Un hecho que exige respuestas
El caso reabre un debate sensible sobre la tenencia responsable de animales potencialmente peligrosos y el control en zonas urbanas. En este caso, el ataque se produjo dentro del ámbito familiar, sin intervención de terceros ni provocación externa.
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