Hace dos años ocurrió un crimen tan brutal como inexplicable en Lehmann, un pequeño pueblo del departamento santafesino Castellanos. La noche del viernes 7 de julio de 2023 fue asesinado a puñaladas Gonzalo Andrés Riatto, un joven que volvía caminando a su hogar luego de la jornada laboral. Por el homicidio, la semana que viene comenzará a ser juzgado el hombre acusado.
Riatto tenía en ese momento 28 años y una esposa dos años menor que se dedicaba a la docencia. Ambos vivían en una casa de la zona noroeste de la localidad -ubicada a la vera del a ruta nacional 34, entre las ciudades de Rafaela y Sunchales- y disfrutaban de sus hijos, un pequeño de 3 años y una beba de 9 meses.
Él trabajaba en una importante empresa láctea de la zona desde hacía una década. Todos lo conocían en el pueblo y lo querían. "No tenía problemas con nadie", repiten los vecinos. Pasaba gran parte de su tiempo de ocio en el Club Moreno de Fútbol, que tiene su predio a pocas cuadras de donde era su domicilio.
En la misma cuadra vivía Miguel Ángel Sphan. Sus casas estaban separadas por un baldío. Por ocho años convivieron, prácticamente sin contacto entre sí. Según pudo saberse, sólo en una oportunidad Riatto golpeó la puerta de Sphan para pedirle que baje el volumen de la música. Era la hora de la siesta y sus hijos dormían. Habría sido la única vez que cruzaron palabras.
Por su parte, Sphan llevaba una vida solitaria. Nadie sabía mucho de él en el barrio, donde habría tenido algunos conflictos con vecinos.
Noche trágica
El viernes 7 de julio de 2023, Riatto salió de trabajar y caminó hasta su casa, donde lo esperaba su familia, pero en el trayecto se desató la locura.
El fiscal del caso, el doctor Martín Castellano, sostiene que eran aproximadamente las 20 cuando la víctima se topó con Sphan, que estaba esperando en una esquina de la cuadra de calle Hernandarias al 300, sobre una moto y con el casco puesto.
El motociclista lo insultó y lo corrió. Le recriminaba que le había provocado problemas con trabajos en Rafaela y que le había mandado a la policía. "Por tu culpa me quedé sin nada", le habría dicho.
Riatto corrió para tratar de escapar. Giró alrededor de una pila de ladrillos y después en torno de un auto. Al llegar a la otra esquina, se metió en la casa de un compañero de trabajo. Sphan lo perseguía a los gritos y entró también, por lo que la víctima debió huir por otra puerta.
Nuevamente corrió y regresó a la misma vivienda, pero cuando trató de cerrar la puerta el agresor atropelló y lo atacó con un arma blanca. Una puñalada en el cuello y dos en el tórax provocaron heridas mortales en Riatto, que iba a morir minutos después en un hospital de Rafaela, adonde fue trasladado en ambulancia.
Cuando la policía llegó a la escena del crimen, algunos vecinos tenían retenido en el suelo a Sphan.
El caso llama la atención de los investigadores, porque no había conflicto previo entre víctima y victimario. Riatto era un laburante de clase media, que junto a su esposa había construido su casita con mucho sacrificio. Era muy querido en el pueblo, que tiene alrededor de tres mil habitantes. Por eso se realizaron varias marchas luego del homicidio.
Cuando se hicieron las primeras audiencias, la imputativa y la de prisión preventiva, Sphan hizo uso de la palabra ante el juez. Dijo -palabras más o menos- que la víctima había colocado cámaras en su casa para controlarlo, que todos en el pueblo estaban en su contra.
Terminó diciendo que estaba arrepentido, que no quería llegar a eso. Lloró. Esa declaración será exhibida como prueba durante el juicio.
Juicio
Según está previsto, el juicio oral comenzará a las 8 de la mañana del próximo martes en los tribunales de Rafaela.
El fiscal Castellano ya anticipó que solicitará una pena de 25 años de prisión para el acusado.
El tribunal pluripersonal que conducirá el debate estará compuesto por los jueces Juan Gabriel Peralta, Gustavo Bumaguin y Nicolás Stegmayer.
Sphan será juzgado como autor del delito de homicidio doloso simple.
Agenda
De acuerdo con lo programado por la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) de Rafaela, las declaraciones testimoniales comenzarán el martes, luego de los alegatos de apertura y continuarán el miércoles y jueves.
Por su parte, los alegatos de clausura están programados para el viernes 27 de junio, mientras que el martes 1° de julio está previsto que se realice la audiencia en la que el tribunal dará a conocer la sentencia.
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