Conmoción en Moises Ville: padre e hijo detenidos por un homicidio a cuchilladas
Gastón Pfafen, de 35 años, fue apuñalado y falleció camino al hospital. Los Batistón, de 51 y 23 años, quedaron presos por el crimen ocurrido en una vivienda céntrica.
El sangriento suceso alteró la calma del pueblo. Foto: Gentileza
El jueves por la tarde, en Moisés Ville, la calma pueblerina quedó desgarrada por un estallido de violencia que se respiraba aún en el aire cuando llegaron los primeros patrulleros. A las 15.30, un llamado alertó que en una vivienda de la calle 25 de Mayo al 300 había un hombre tirado en el piso. Cuando los policías irrumpieron, ya nada quedaba de la pelea, salvo la sangre como huella imborrable.
La víctima fue identificada como Gastón Alejandro Pfafen, de 35 años, quien presentaba una herida de arma blanca en el tórax. Lo cargaron en una camilla y lo llevaron al Samco local, donde apenas ingresó perdió la batalla. Su muerte fue certificada por el médico Dante Secchi, quien dictaminó la necesidad de una autopsia.
No hizo falta rastrearlos
Los presuntos autores de la agresión fueron señalados de inmediato: Fabricio Batistón, de 51 años, y su hijo de 23, ambos conocidos en el pueblo. No hizo falta rastrearlos mucho. Estaban en la misma casa donde todo ocurrió. Los trasladaron a la comisaría y, más tarde, quedaron alojados en la alcaidía de la Unidad Regional XIII por orden de la fiscal Hemilce Fissore.
La policía actuó rápido y detuvo a los agresores. Foto: Gentileza
La escena del crimen parecía una postal de violencia congelada: un encendedor en la vereda, gotas de sangre en la entrada, manchas rojizas en el comedor y la cocina. En el centro, sobre la mesa, una cuchilla de 24 centímetros se erguía como protagonista indiscutida. También se halló una vaina vacía en un dormitorio y un celular que ahora es parte de las evidencias.
Conmoción en el pueblo
Los peritos, enfundados en guantes y barbijos, se movían con parsimonia entre el silencio de los vecinos que observaban a distancia. Algunos murmuraban que los gritos comenzaron a media tarde y que la pelea no fue un hecho aislado: la tensión entre las partes llevaba tiempo incubándose. La gresca de ese día fue apenas la chispa que encendió el desenlace fatal.
Homicidio en Moises Ville.Foto: Archivo
Pfafen murió camino al hospital, pero su agonía había empezado mucho antes, en medio de una pelea cuyo trasfondo todavía no sale a la superficie. La justicia investiga si todo se trató de una disputa familiar arrastrada por viejos rencores o de un estallido repentino imposible de contener.
Ahora, los Batistón deberán enfrentar un proceso judicial que los coloca en el banquillo de los acusados por homicidio doloso. En Moisés Ville, mientras tanto, la noticia corre como un eco sombrío: en ese pueblo de calles tranquilas y rutinas repetidas, un cuchillo cortó de cuajo la rutina, dejando a la comunidad atrapada entre el estupor y el miedo.
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