El 30 de diciembre de 2004, un incendio provocado por una bengala encendida dentro del local generó una situación de caos y asfixia que causó la muerte de más de 190 personas y dejó más de 1.400 heridos.
En agosto de 2008, cuatro años después, solo 15 imputados llegaron al juicio oral.
Familiares, sobrevivientes y organizaciones vinculadas a las víctimas del boliche República de Cromañón llevarán adelante este martes una serie de actividades para recordar los 21 años de la masacre ocurrida el 30 de diciembre de 2004, que dejó un saldo de 194 personas fallecidas y más de 1.400 heridos. La jornada incluirá actos religiosos, una movilización y homenajes en Buenos Aires.
Las acciones conmemorativas buscan mantener viva la memoria de lo ocurrido y renovar el reclamo de justicia, en un nuevo aniversario de una de las tragedias más graves de la historia reciente del país.
A 21 añosde la tragedia
Fabiana Puebla, sobreviviente del recital de Callejeros y miembro de la agrupación Movimiento Cromañón, confirmó que las actividades comenzarán a las 18 con una misa en la Catedral Metropolitana. Más tarde, desde las 19:30, se realizará una marcha que partirá desde Plaza de Mayo hacia el Santuario de Cromañón, ubicado a metros de la estación Once de Septiembre y Plaza Miserere.
Familiares y sobrevivientes realizarán una misa y una marcha.
El acto central está previsto para las 20:30 en ese espacio simbólico, donde familiares y sobrevivientes rendirán homenaje a las víctimas. Además, habrá expresiones artísticas y musicales en distintos puntos de la ciudad.
Cronología
La tragedia se desató el 30 de diciembre de 2004, a menos de dos minutos del inicio del recital. Un asistente encendió una bengala, una práctica habitual en ese tipo de shows, que alcanzó la media sombra instalada en el techo del local. Ese material estaba prohibido, ya que se trataba de una tela plástica altamente inflamable que se prendió fuego de forma inmediata.
El 30 de diciembre de 2004, 194 personas murieron y otras 1.432 resultaron heridas.
Dentro del boliche había más de 4.500 personas, a pesar de que el lugar estaba habilitado para 1.031 asistentes. Aunque el fuego se apagó rápidamente, el humo negro y tóxico se expandió por todo el espacio cerrado. Niños, jóvenes y adultos intentaron salir, pero muchos quedaron atrapados por la falta de salidas adecuadas y las deficiencias en las condiciones de seguridad.
Con el paso de los años, se conoció además que 17 de las personas afectadas se suicidaron tiempo después, en un contexto marcado por la falta de acompañamiento estatal y la ausencia de políticas integrales para asistir a los sobrevivientes.
Las causasjudiciales
La tragedia derivó en múltiples investigaciones y procesos judiciales. En 2007, los jueces Marcelo Alvero, María Cecilia Maiza y Raúl Horacio Llanos condenaron a tres integrantes de la Superintendencia de Bomberos por recibir coimas de empresarios vinculados al local.
Homenajes a las víctimas y sobrevivientes del incendio del boliche República Cromañón.
En agosto de 2008, solo 15 imputados llegaron al juicio oral, entre ellos Omar Chabán, responsable de República de Cromañón, y Raúl Villarreal, su colaborador directo. En ese primer debate judicial, los integrantes de la banda Callejeros —Patricio Fontanet, Elio Delgado, Maximiliano Djerfy, Eduardo Vázquez, Christián Torrejón y Juan Alberto Carbone— fueron absueltos.
Sin embargo, en abril de 2011, la Cámara de Casación revocó esas absoluciones y consideró a la banda culpable en su rol de coorganizadores del recital, lo que dio lugar a un segundo proceso judicial. En 2012 se desarrolló un tercer juicio, en el que fueron juzgados el dueño del boliche, un comisario, ex funcionarios y el director del Servicio de Seguridad Privada, Vicente Rizzo.
Finalmente, en un cuarto juicio, el ex inspector del Gobierno porteño Roberto Calderini fue condenado por haber cobrado coimas para habilitar el local. En el plano político, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, fue destituido mediante un juicio político realizado en la Legislatura porteña.
A 21 años, Cromañón sigue siendo una herida abierta, atravesada por la memoria, el dolor y un reclamo persistente de verdad, justicia y no repetición.