Eran cerca de las 21.45 del domingo cuando Magdalena Muller, de 38 años, caminaba por calle Uruguay, entre 1º de Mayo y 4 de Enero, en pleno barrio Sur. La mujer regresaba a su casa luego de visitar a una amiga, sin saber que en pocos minutos se convertiría en la protagonista de un brutal hecho de inseguridad.
Inseguridad en Santa Fe
"¡Dame el celular o te apuñalo!"; violento asalto a una mujer en barrio Sur
La víctima es hija del abogado Enrique Muller. Fue revolcada por la calle y quedó con lesiones. Ni la policía ni los servicios de emergencias acudieron tras el hecho, denuncia su padre.
A solo 20 metros de su domicilio, un hombre que aparentaba revolver la basura la interceptó de manera violenta. Según el relato de su padre, el abogado Enrique Muller, el delincuente blandió un arma blanca y amenazó con apuñalarla si no entregaba su celular.
Golpes, arrastre y amenazas
"Ella instintivamente se cubrió el abdomen al ver el cuchillo. Ahí el tipo la empezó a tironear, la golpeó y la arrastró hasta el medio de la calle para sacarle la cartera", detalló Muller, notablemente indignado.
El ladrón se alzó con todas las pertenencias de la víctima: celular, documentación, tarjetas bancarias y dinero. Pero además del robo, la joven resultó con lesiones visibles: golpes en la cabeza, hematomas en la espalda, y un fuerte impacto cerca del ojo, que derivó en una atención médica posterior.
"Es el octavo asalto que sufre"
Lejos de tratarse de un hecho aislado, Enrique Muller asegura que este es el octavo asalto que su hija sufre en inmediaciones de su vivienda desde el año 2011. "Mi hija no es una nena, tiene 38 años, y sigue siendo víctima de la inseguridad. Es desesperante", sostuvo.
Policías y emergencias, ausentes
La otra cara alarmante de este episodio es la respuesta del Estado: según denunció Muller, tras el ataque, vecinos llamaron al 911, e incluso detectaron al agresor a menos de 100 metros del lugar. Sin embargo, los agentes no salieron a buscarlo.
"Dijeron que no podían porque estaban afectados a los festejos de Colón. Una locura. ¡El tipo estaba ahí, a la vuelta!", exclamó el abogado. Tampoco el servicio de emergencias médicas (107) se hizo presente, a pesar de los reiterados pedidos de auxilio por los golpes que sufrió su hija. "Se burlaron... Nadie vino", remató.
Trauma emocional
Además de las lesiones físicas, el impacto emocional fue devastador. Magdalena, profesora de inglés, se encuentra imposibilitada de trabajar. "Perdió el celular, que es su herramienta principal, y toda su información laboral. Está destruida psicológicamente. Ya no quiere vivir más en esta ciudad", contó su padre.
Por último, Muller anticipó que elevará una presentación formal ante el Ministerio de Seguridad. "Esto no lo dejo pasar. Que no vengan a decir que la seguridad está bárbara. ¡Eso es una mentira total!", concluyó.
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