Motoqueros santafesinos fueron víctimas de un brutal robo y vandalismo en Córdoba
Tres motocicletas fueron robadas (una incendiada y dos destruidas). Denuncian abandono total de la policía y del sector turístico de Córdoba. Debieron pagar grúas y volver por su cuenta.
La decepción de las víctimas junto a un policía. Foto: Gentileza
El título de esta crónica bien pudo haber sido el siguiente: Un fin de semana soñado que terminó en pesadilla. Es que lo que debía ser un viaje de aventura y disfrute para cuatro amigos santafesinos terminó en una de las peores experiencias que recuerdan a manos de la delincuencia.
Miguel, vecino de Santa Fe capital, relató a El Litoral el calvario que vivió junto a Matías y Leonel (ambos de Santo Tomé) y Joaquín (de Sauce Viejo), cuando tres de sus motos fueron robadas, destruidas e incendiadas en la localidad de San Antonio de Arredondo, en la provincia de Córdoba..
Los amigos llegaron el jueves alrededor de las 14 al alojamiento que habían alquilado. Dejar las motos en la galería no parecía un riesgo: el dueño les había insistido en que el lugar era seguro y que no era necesario encadenarlas ni ingresarlas al interior de la vivienda.
Una de las motos que fue vandalizada. Foto: Gentileza
Pasaron la tarde tranquilos, lavaron las motos, cenaron algo y planificaron la ruta del día siguiente. A la 1 de la madrugada se fueron a dormir sin imaginar lo que ocurriría mientras descansaban.
Despertar brutal: tres motos menos
“Mis amigos me levantaron diciendo que las motos no estaban”, relata Miguel. Tres de las cuatro habían desaparecido. Una de ellas —una DR650— fue encontrada completamente incendiada a 100 metros del alojamiento, a la vera del río.
“Eso tuvo que haber sido una llamarada tremenda y nadie vio ni escuchó nada”, se preguntó el santafesino.
Mientras la policía local apenas tomaba nota, los jóvenes comenzaron a caminar la zona por sus propios medios. A unos 400 metros, entre piedras y malezas, hallaron el resto del desastre: las otras dos motos aparecieron ocultas, tiradas, totalmente destruidas, sin instalación eléctrica, tanques abiertos y plásticos arrancados.
Las víctimas denuncian que la policía de Córdoba no los ayudó. Foto: Gentileza
Todo parecía indicar que también intentaron prenderlas fuego, aunque no pudieron porque casi no tenían combustible. “Fue daño por daño. No las robaron para vender nada. Las hicieron pedazos”, lamenta Miguel.
Abandono de las autoridades
La decepción creció todavía más cuando las fuerzas de seguridad locales mostraron absoluta indiferencia. “Estando la policía ahí, no hicieron nada. No ofrecieron ayuda de ningún tipo”, remarca.
A pesar de la repercusión mediática —incluso en medios cordobeses— nadie de Turismo ni de la Municipalidad se comunicó con ellos. Tampoco el dueño del alojamiento asumió ninguna responsabilidad.
Regreso amargo: tres grúas, cero ayuda
Los amigos debieron gestionar tres grúas distintas —una por cada seguro diferente— que solo los cubrían hasta San Francisco. Todo el resto lo pagaron ellos. “Nos vamos con las motos destruidas y pagando todo de nuestro bolsillo. Una locura”, cuenta Miguel, todavía en viaje de regreso cuando habló con este medio durante la noche del sábado.
“Nosotros apostamos al turismo interno y nos volvemos totalmente desilusionados”, resume Miguel, quien adelantó que iniciarán acciones legales y harán pública la historia para evitar que otros pasen por lo mismo.