Fernando Osacar Ibanchi, quien protagonizó el asalto a una dietética santafesina que se volvió viral, fue condenado este martes.

El hombre de 83 años decidió firmar un juicio abreviado, y cumplirá la pena en libertad. No podrá acercarse al local, a la dueña ni a la empleada a la que abordó el pasado 9 de abril.

Fernando Osacar Ibanchi, quien protagonizó el asalto a una dietética santafesina que se volvió viral, fue condenado este martes.
El hombre de 83 años firmó un juicio abreviado en el que reconoció haber cometido el robo, utilizando para eso un arma de utilería. El mismo fue presentado ante el juez Gustavo Urdiales, quien dispuso la condena a tres años de prisión de ejecución condicional.
El magistrado también ordenó la libertad del condenado, la cual sujetó a una serie de restricciones. Entre estas, la prohibición de acercarse al lugar del hecho, y tanto a la dueña como a la empleada del comercio.
La investigación estuvo a cargo de la fiscal María Lucila Nuzzo, quien arribó al acuerdo junto con la defensora pública Virginia Balanda, que representó técnicamente a Ibanchi.
El hecho ocurrió el pasado miércoles 9 de abril, en horas del mediodía. Fue entonces cuando Ibanchi se presentó en una dietética ubicada sobre avenida General Paz a la altura del 5000.

Una vez dentro del local, el hombre sacó lo que parecía un arma de fuego de entre sus ropas y le anunció a la empleada: “Esto es un robo, dame toda la plata y la que guardan aparte, sé que guardan plata aparte”.

La mujer, incrédula, pensó que se trataba de una broma, sobre todo porque reconoció al asaltante. Finalmente, ante la insistencia del hombre y la presencia del arma, accedió a darle los $220.000 en efectivo que había en el local.
La secuencia fue registrada por una cámara de seguridad que estaba instalada en el comercio, y el video no sólo sirvió de prueba en la causa sino que se hizo viral. Además, al momento de radicar la denuncia, la empleada identificó por su nombre al ladrón, quien reside a unas cuadras de la dietética.

Ibanchi fue detenido la semana pasada durante un allanamiento en su vivienda, donde le secuestraron una réplica de un arma de fuego, la que utilizó para cometer el robo.
El anciano fue imputado como autor de “robo calificado por el empleo de arma de fuego de utilería”, y luego la fiscalía y la defensa acordaron ponerle fin al proceso judicial mediante un juicio abreviado.

El mismo supuso la condena a 3 años de prisión en suspenso, y la prohibición de que el hombre se acerque a la dietética, a la dueña y a la empleada del local. La imposición supuso una medida de distancia de 200 metros.
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