Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
El intendente se reunió ayer con Marcos Camino, músico del popular grupo de cumbia. En octubre del año pasado, plena campaña electoral, el municipio no autorizó al grupo a tocar con la Filarmónica en el Puente Colgante y ofreció un lugar alternativo. El tema generó una polémica muy fuerte. Ahora, “las paces hechas”. ¿Hay un trasfondo político de cara a 2019?
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
“Con Marcos (Camino) nos debíamos un café”, publicó ayer en su cuenta oficial de Facebook el intendente de la ciudad, José Corral. Al posteo se le suma la foto que acompaña esta nota. El músico del popular grupo de cumbia Los Palmeras —hasta hace unos días en las tapas de todos los diario por su recital con la Filarmónica de Santa Fe en el mítico Obelisco—, invitó al mandatario a su casa (según relata el propio Corral) a tomar “el café de la paz”.
“Lo fui a visitar a su casa en María Selva y estuvimos charlando de todo: sobre los 45 años de Los Palmeras y los proyectos que se vienen, sobre el país, la ciudad, y la importancia de la música y el arte para los más chicos.
Gracias Marcos Camino por el recibimiento y por tu franqueza. Los Palmeras son un ícono de la cultura santafesina y nacional. Fue un placer escucharte y compartir ese rato con vos, tenemos mucho por hacer juntos por Santa Fe”, publicó Corral.
Los Palmeras Producciones, la cuenta oficial del grupo, también publicó en Facebook la visita. “Tarde de reunión con nuestro intendente José Corral. Luego de malos entendidos, aceptamos nuestros errores de cada parte y disfrutamos una agradable charla con café, proyectando nuevas cosas para la cumbia y para nuestra querida Santa Fe. Cuando hay buena voluntad todo se puede y juntos podemos más. ¡Vamos por una ciudad mejor! Que viva Santa Fe. Sus amigos, Los Palmeras”, postea esa cuenta.
¿Por qué fue el café de la paz? El 4 de octubre del año pasado, hace poco más de seis meses y en recta final de campaña electoral para las elecciones legislativas generales del 22 de ese mes, el municipio negó el pedido de Los Palmeras y sus productores para tocar en el Puente Colgante con la Filarmónica Santa Fe, argumentando que “no era factible cortar (el Puente) durante cinco días (tal el pedido de los organizadores) debido al congestionamiento vehicular por los trabajos de bacheo en la ruta 168”.
Aquel día hubo munición gruesa: Marcos Camino salió a hablar con varias emisoras locales desde una bronca incontenible. Dijo del intendente varios epítetos muy poco amigables: Por ejemplo, que era un “caradura”, un “bobo”, que “el intendente quiere manejarnos a su antojo”; que Corral “no quiere a la cumbia, no quiere a los negros (sic)”, entre otros, irreproducibles. La llamada bronca del momento.
Ese mismo día, pasadas las 12, desde el Municipio convocaron a una conferencia de prensa “urgente”: habló Corral sobre el tema. “Tenemos mucha admiración, aprecio y afecto por Los Palmeras; la cumbia es un patrimonio de la ciudad”, arrancó aclarando el intendente. “Si alguien se quieren apropiar (políticamente) de Los Palmeras están cometiendo un error grave, ellos (los integrantes del grupo) exceden a cualquier gestión”resaltó.
“Presentamos lugares alternativos, como en la Estación Belgrano o un tramo de la Costanera Oeste, para que no se impida el corte de cinco días que se nos solicitó del Puente Colgante”. Ocurría que los trabajos en el Puente Oroño y la ruta 168 generaban congestionamientos vehiculares, justificó.
El evento se realizó el domingo 8 de aquel mes, sobre la Costanera Oeste y a unos 100 metros al norte del lugar inicialmente solicitado por el grupo. Fue multitudinario. Unas 90 mil personas fueron la Costanera para escuchar a Los Palmeras con la Filarmónica. Hasta aquí, los hechos.
La lectura política
Es indiscutible el éxito, la trayectoria y la repercusión nacional del grupo de cumbia. También es cierto que, en estricto sentido político, aunque Los Palmeras sea un grupo de música popular sin filiaciones políticas (aclaran siempre los propios músicos y sus patrocinadores), son una “máquina” de aunar voluntades (o votos).
Son un fenómeno cultural de masas, independientemente de todo lo que se diga, debe dejarse aclarado. Pero en política, quien los tenga “de su lado”, se puede encaramar sobre los hombros de mejores expectativas electorales. En 2019, es decir en poco más de un año, habrá elecciones para gobernador, y ya se están armando tácticas y estrategias. Hasta suenan algunos nombres.
La Filarmónica de Santa Fe está conformada con músicos de la provincia, y la dirige el maestro Rubén Carughi. El Gobierno santafesino viene apoyando las presentaciones de Los Palmeras. Lo hizo en un show de Rosario, luego aquél en la Costanera: esa noche hablaron en el escenario el gobernador Miguel Lifschitz y el entonces candidato el Concejo (que fue electo concejal, y el más votado en la ciudad) Emilio Jatón. El evento fue transmitido por 5R TV, el canal público de la provincia.
Y también el apoyo se vio en el último evento del Obelisco, donde asistieron más de 120 mil personas. En rigor, a través de un parte de prensa oficial del Gobierno (difundido el día 12 de este mes), se titula “El gobernador Lifschitz acompañó al show de Los Palmeras y la Orquesta Filarmónica en el Obelisco”. El primer mandatario provincial, en ese comunicado, pondera el evento y al grupo de cumbia. También lo hizo por su cuenta de Twitter.
Hombros, táctica y estrategia
Si se sigue una interpretación política posible, el socialismo quizás busca —sobre esos hombros de un éxito de masas— un caudal de voluntades, de cara a la meta de retener la gobernación tras las elecciones del año que viene.
Y siguiendo esta misma lógica, otro ejemplo: el diputado provincial de Cambiemos (es decir, desde la vereda opuesta), Sergio Más Varela, solicitó a Provincia información sobre el dinero destinado al recital en el Obelisco. En declaraciones a la emisora cordobesa Cadena 3, la ministra de Cultura, María de los Ángeles “Chiqui” González, salió a decir que “Cultura paga el caché del grupo, un poco más de 300 mil pesos. El resto de los gastos están repartidos entre la productora y los sponsors”.
Y ahora, llegó el café de la paz. Seis meses debieron pasar. Podría pensarse que —siempre desde una línea de análisis político posible—, José Corral, de alto perfil público y uno de potenciales “candidateables” a pelear en 2019 por la Gobernación, busque —otra vez quizás— en ese café terminar con las diferencias, “hacer las paces” con ese tremendo fenómeno cultural de masas que son Los Palmeras, y “subirse” a esos hombros exitosos que no entienden de política, aunque la política sí entiende de ellos.