Federico Aguer | faguer@ellitoral.com
En la provincia de Santa Fe avanza el abordaje interdisciplinario para fortalecer el arraigo y la ruralidad a través de la producción sostenible.
Federico Aguer | faguer@ellitoral.com
Las escuelas rurales tienen algo especial. Un mágico encanto, tejido por la comunión diaria de su gente. El silencio cómplice de sus alumnos; el compromiso fervoroso de los docentes y porteras, el carácter solemne y a la vez cotidiano de ser el lugar de encuentro de todo el pueblo. Un silencio embriagador sólo roto por los pájaros y el eventual transitar de algún tractor que lleva la ración a las vacas del tambo.
En Grutly Norte (departamento Las Colonias) funciona la Escuela 1375. El edificio está emplazado frente a la plaza central, rodeada de árboles, la capilla, y la paz que brinda el entorno rural.
Su director es Norberto “Pancho” Pavetti, que viaja todos los días desde Rafaela para cumplir funciones. “Esto comenzó en 2009, con la instalación de los Núcleos Secundarios Rurales”, le dice a Campolitoral, mientras recorremos las instalaciones.
Se trata de una escuela media con su terminalidad para el agro y el ambiente, que como toda escuela tiene funcionamiento diario, todas las mañanas de 7,15 a 12,15.
Sus protagonistas son los alumnos de las zonas rurales, que viven en los campos aledaños donde trabajan sus padres. “Con sus características propias de la ruralidad, estos chicos están acostumbrados a ir a la escuela porque la escuela es su centro de referencia, y porque en esta población la escuela cumple todas las funciones: la educativa, la social, y la institucional. Es donde ese acerca toda la familia”, continúa “Pancho”.
En el establecimiento cursan 23 alumnos de Primero a Quinto año, aunque el número varía porque sus padres son trabajadores rurales que a veces se trasladan por diferentes motivos, ya sea por el cierre de un tambo o porque trabajan en la cosecha y se van trasladando, “pero la deserción es nula”, sostiene con orgullo su director.
Tampoco hay repitencia, en esta modalidad de pluri año donde trabajan en forma conjunta: “ellos se ayudan porque los chicos usan la parte educativa y también la socialización. Compartir con el otro ayuda a afianzar esos lazos humanos” explica.
Un poco de todo
En la Escuela tienen programas compartidos con la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia desde 2017: una huerta orgánica, con la que se mejoró el programa educativo de base local. “En este pueblo no existían negocios de venta de verduras, entonces con el apoyo de padres y docentes llegamos a la conclusión: que era necesaria una huerta orgánica”, continúa el director.
De esta forma, con el asesoramiento del INTA, el Ministerio de la Producción y la Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza empezaron a sembrar las hortalizas para el consumo diario de la familia. “Nos fue muy bien porque se trabajó la alimentación sustentable, el cuidado del medio ambiente, los chicos fueron tomando conciencia, y se fue repartiendo la producción entre los alumnos”. Los excedentes se vendían a los habitantes del pueblo para fondos del establecimiento. Achicoria, acelga, remolacha, rabanito, zanahoria, que ahora se están resembrando. Al año siguiente, con el Ministerio de Educación anexaron una secadora de plantas aromáticas.
“La Escuela se Planta”
Una de las patas del proyecto lo aportó el Ministerio de Medio Ambiente: dotar de 149 árboles a cada escuela rural. Para la Ing. Agr. María Virginia Quiñones, el programa se llama “La Escuela se planta frente al cambio climático”, y fue lanzado en 2019 con fondos de la Nación para la compra de árboles para las escuelas rurales.
“El objetivo es generar conciencia de la importancia de las especies autóctonas de nuestra provincia para mitigar los efectos del cambio climático”, asegura. “Y para concientizar respecto de la biomasa forestal, organizamos plantaciones en 974 escuelas secundarias rurales en todos los departamentos con $ 12.000 para cada escuela para compra de especies nativas. Las mismas se destinan al predio y/o a los espacios del uso público como accesos a las comunidades, espacios verdes o paseos de uso público, con la mirada puesta en generar conciencia de la importancia y los beneficios de plantar árboles”, continúa.
El principal objetivo es la mitigación del cambio climático pero los servicios ambientales o beneficios a las sociedades son múltiples. “Con la mitigación de la temperatura cae de 8 a 12 °C en los espacios con forestaciones, y esa es la línea de trabajo. Lapacho amarillo y rosado, jacarandá, timbó, ceibo, y la incorporación de nativas santafesinas características de cada una de las 5 ecoregiones de la provincia”, expresa.
Proyecto transversal
Por su parte, César Oitana, como coordinador del programa de Educación ambiental, expresó que dentro de la modalidad rural, trabajan en escuelas y núcleos rurales de la provincia, incorporando la educación ambiental. “En este sentido estamos en Grutly Norte que acapara varios proyectos interesantes: la instalación de un biodigestor, la escuela se planta y los proyectos productivos de base local. Todos tienen un trabajo articulado desde varios Ministerios, y esto es importante, porque la educación ambiental es un conocimiento que requiere ser analizado transversalmente”. Para ello crearon un Comité de Educación Ambiental con otros Minsiterios de la provincia. “Queremos agrupar todos los proyectos y hacer una gran mesa. Hoy tenemos varios proyectos instalados que están dando sus frutos, como los biodigestores, la forestación, y los que tienen que ver con proyectos productivos solidarios con el ambiente y de arraigo con las comunidades rurales, Las escuelas rurales son núcleos de socialización y estos proyectos vienen de la mano para pensar en un futuro sostenible. La idea desde Educación es poder seguir fortaleciendo la educación rural a través de un futuro sostenible. Este año se cumplen 10 años de la creación de los núcleos rurales”.
Escuelagro en ArgenCarne
Escuelagro es un programa de la Secretaria de Agroindustria de la Nación que realiza encuentros con seguimiento continuo de fortalecimiento de los vínculos entre la Educación y el Sector Productivo Agroindustrial. Trabaja junto a los Municipios, al Ministerio de Educación, de Producción y al MINCYT. El programa comprende encuentros, capacitaciones, talleres y trabajo conjunto con foco en los jóvenes para facilitar emprendimientos y promover el arraigo en el lugar de origen. El intercambio entre los actores del sistema educativo y del sector productivo.
El encuentro será una de las citas de ArgenCarne (del 9 al 12 de mayo en San Justo), a través de una jornada intensiva de escuelas con talleres destinados a tratar diversas temáticas desde un abordaje práctico y vinculados a la producción real de la economía regional. Además, se presentan casos concretos de emprendimientos productivos exitosos y se vincula a los docentes y directivos con los emprendedores y empresas agroindustriales. Algunos de los ejes centrales de dichos talleres comunes a todos los paisajes productivos se relacionan con la mirada a largo plazo de las políticas agroindustriales: biotecnología; alimentos; lechería; sustentabilidad; Buenas Prácticas Agrícolas (BPA); Buenas Prácticas de Manejo; mejora en la gestión agroindustrial, etc.
El programa impulsa emprendimientos y políticas de arraigo de los jóvenes en sus lugares de origen. También facilita la constitución de redes de escuelas entre sí y con sus municipios para favorecer el desarrollo local y contribuir a que las escuelas agrarias se transformen en faros de innovación productiva para su región. La idea es que los conocimientos lleguen no sólo a las escuelas sino también a las familias de los alumnos, que son los productores locales que están buscando despertar sus economías regionales”, dice la norma.