El resurgimiento del maíz y el trigo le quita protagonismo a la soja en la nueva campaña
A pesar de este retroceso de 800.000 hectáreas, la superficie de la oleaginosa se mantendrá como la segunda más alta de los últimos cinco años, superando el promedio de 17 millones de hectáreas del mismo período. Esta caída, que interrumpe la tendencia alcista de las últimas cuatro campañas, se debe principalmente a una mayor competencia de otros cultivos.
Un nuevo relevamiento de pre-campaña, que proyecta la intención de siembra para el ciclo 2025/2026, muestra una caída del 4,3% en el área sembrada
La soja cederá parte de su territorio en la próxima campaña agrícola, pero seguirá siendo una de las protagonistas principales del campo argentino. Un nuevo relevamiento de pre-campaña, que proyecta la intención de siembra para el ciclo 2025/2026, muestra una caída del 4,3% en el área sembrada, que pasará de 18,4 millones a 17,6 millones de hectáreas.
A pesar de este retroceso de 800.000 hectáreas, la superficie de la oleaginosa se mantendrá como la segunda más alta de los últimos cinco años, superando el promedio de 17 millones de hectáreas del mismo período. Esta caída, que interrumpe la tendencia alcista de las últimas cuatro campañas, se debe principalmente a una mayor competencia de otros cultivos.
Causas del retroceso: de la plaga al bolsillo del productor
La disminución en el área de siembra de soja de primera (la que se planta primero en la temporada) se explica por un resurgimiento de otros cultivos. Por un lado, la recuperación del maíz es clave: la plaga Dalbulus maidis, que tanto afectó al cereal, ha reducido su presión. Esto, sumado al buen desempeño del girasol y al aumento en la siembra de trigo, explica que muchos productores opten por rotar sus tierras.
Un nuevo relevamiento de pre-campaña, que proyecta la intención de siembra para el ciclo 2025/2026, muestra una caída del 4,3% en el área sembrada
Sin embargo, el panorama no es tan sencillo. La mayor siembra de trigo impulsa, a su vez, una mayor cantidad de soja de segunda (la que se planta después de la cosecha del trigo). De esta manera, el aumento de la soja de segunda modera la caída total a nivel nacional, y se espera que su proporción sea mayor que en campañas anteriores.
Los factores económicos también son determinantes. La relación entre el costo de los insumos y el precio del producto final sigue siendo ajustada, lo que limita la expansión del área de siembra de la oleaginosa.
Panorama regional y el factor clima
El norte de Argentina es la región donde se observa la mayor retracción en la siembra de soja, desplazada por el maíz y el girasol. En la región central, incluyendo Entre Ríos y el sur de Córdoba, la baja rentabilidad de la soja de primera también la hace menos competitiva frente al maíz y el trigo. No obstante, el crecimiento del área triguera impulsará a la soja de segunda y ayudará a compensar gran parte de la caída.
Un punto de incertidumbre se encuentra en el oeste y centro de Buenos Aires, donde los excesos hídricos del invierno aún persisten. Si los suelos no drenan a tiempo, esto podría demorar la siembra de maíz y girasol, abriendo una ventana para que la soja de primera gane terreno.
Un nuevo relevamiento de pre-campaña, que proyecta la intención de siembra para el ciclo 2025/2026, muestra una caída del 4,3% en el área sembrada
En cuanto al clima, los pronósticos son favorables. Al inicio de la campaña, los suelos cuentan con una buena reserva de humedad, lo que asegura un buen comienzo para los cultivos. Para la siembra, se esperan lluvias dentro de los parámetros normales durante la primavera y el verano. Sin embargo, no se descartan excesos hídricos en el NOA y Chaco, ni un posible período seco y caluroso a fines de la primavera en el centro de la Región Pampeana.
El escenario internacional y el precio local
El mercado global muestra un panorama de oferta en crecimiento, pero con una demanda que también aumenta a un ritmo mayor, lo que ha impulsado los precios. La producción mundial de soja se proyecta en 426,39 millones de toneladas, con Brasil a la cabeza y un récord de 175 millones de toneladas.
Un nuevo relevamiento de pre-campaña, que proyecta la intención de siembra para el ciclo 2025/2026, muestra una caída del 4,3% en el área sembrada
En el mercado local, el precio de la soja para mayo de 2026 se sitúa en USD 295 por tonelada, lo que representa una suba del 4,2% en comparación con la campaña anterior. Aunque aún está un 3,4% por debajo del promedio de los últimos cinco años, esta recuperación de precios fortalece a la soja como una alternativa competitiva para los productores argentinos.
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