Juan Carlos Scalzo | deportes@ellitoral.com | Agencia Rafaela
El acuerdo alcanzado entre la dirigencia y el entrenador hizo pensar que su continuidad implicaba un proceso que se iba a extender en el tiempo, pero luego se supo que está pactado solo hasta fin de año.
Juan Carlos Scalzo | deportes@ellitoral.com | Agencia Rafaela
Empujada por una profunda crisis económica, la dirigencia está obligada a poner marcha un austero proceso de reconstrucción deportiva apoyado fundamentalmente en futbolistas propios de la institución. En función de ello, hubo consenso para ofrecerle a Walter Otta la conducción técnica de esta nueva etapa y se avanzó decididamente en su recontratación.
El entrenador goza de pleno consenso, por su contracción al trabajo y su propuesta, aunque las estadísticas le jueguen en contra: en 21 partidos sentado en la banca albiceleste sus dirigidos ganaron, empataron y perdieron en 7 ocasiones, marcando 27 goles y recibiendo 30. Además, al momento de suspenderse el campeonato estaban en la 6ta. posición de la zona B, a 16 puntos del líder (San Martín de Tucumán). A todas luces, una campaña sumamente irregular, con un equipo que nunca se mostró sólido y confiable y el fútbol solo apareció en cuentagotas.
De todas maneras, una vez arreglada la faz contractual, ambas partes manifestaron su satisfacción, pero, a contramano de lo que habían expresado anteriormente, por la extensión que tiene el vínculo, no parece ser que se trate de un proyecto de largo aliento, debido a que tendrá vigencia sólo por seis meses contados desde este 1° de Julio.
A partir de allí, el mundo albiceleste comenzó a preguntarse si Walter Otta es realmente el elegido para encabezar este nuevo proceso o solo acompaña hasta fin de año para permitirle a la dirigencia ganar tiempo en la búsqueda de su sucesor para no tener que hacerlo apresuradamente y en medio de este río revuelto.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la Crema, sea cual fuere la forma como se definirán los ascensos esta temporada, al haber desmantelado todo el plantel por su urgencia económica, prácticamente ha resignado todas las chances de pelear por ellos y arrancará algunos escalones debajo de los que tienen aspiraciones importantes, algo que Otta ha aceptado, aunque no parece estar a la altura del posicionamiento que tiene en la divisional.
Como consecuencias de lo anterior, cuando se pueda volver a entrenar, el DT se va a encontrar con 24 jugadores (los contratos vigentes) en su mayoría juveniles, y salvo un puñadito, al resto no tuvo en consideración desde que se hizo cargo del plantel. O sea, tendrá que empezar de cero con elementos que no conoce y no sabe si puede adaptarlos a su idea. Peor aún, a su llegada, y luego de una pretemporada entera, a muchos de estos futbolistas sugirió prestarlos porque no le interesaron.
De ello se desprende que en este semestre el único objetivo del entrenador será armar una base con lo que tiene a mano, más lo poco -en cantidad y calidad- que pueda llegar, y con ello tendrá arreglárselas para “salvar las pilchas” en lo que se vaya a jugar para terminar el torneo, poniendo, en cierta forma, en su juego el prestigio del que goza.
Otra situación que conspira para siga en 2021 es que, si bien es cierto que expresó en varias oportunidades, antes de renovar, que no tenía inconvenientes de ponerse al frente de un plantel de juveniles, lo dijo pensando en que sea un punto de partida y no una constante que se prolongue en el tiempo, pero Atlético tiene por delante un largo camino de sequía de recursos para sanear su caja, antes de proponerse firmemente ir tras objetivos mayores.
En medio de este contexto adverso del club de barrio Alberdi a nadie le caben dudas que la posibilidad de que Otta, alguien con chapa en el ascenso y siempre en la mira de clubes de la divisional, permanezca en su cargo a fin de año dependerá de que no reciba una tentadora oferta económica y deportiva de otra institución, algo que, de suceder, seguramente no rechazará para quedarse en Rafaela y aguardar pacientemente que la situación de la Crema se revierta.
En los próximos meses se producirá un reacomodamiento del fútbol argentino, que también tendrá una “nueva normalidad” y todo lo que ahora se supone lógico tal vez dentro de poco ya no lo sea tanto. Por ello, lo de Otta, que hoy tiene todo el viso de ser un plazo fijo con vencimiento, tal vez pueda terminar siendo un trabajo que no corte al terminar el 2020 y termine dando su frutos.
Carlos Goyen integrará la subcomisión de fútbol
Luego de una reunión con Ricardo Castro, el uruguayo confirmó que estará en el grupo a cargo del fútbol profesional de Atlético. “Vamos a trabajar por el bien del club, avizoro un futuro alentador”, afirmó. Tal como había sido anunciado en su momento, Carlos Mario Goyen formará parte de la subcomisión de fútbol profesional de Atlético. Así lo confirmó el uruguayo en La Diaria por Radio Universidad 97.3 y Radio Castellanos 92.1. “Ya es oficial que voy a estar integrando la subcomisión de fútbol de Atlético. Tuvimos una reunión muy agradable con Ricardo (Castro), en la cual él me ofreció el cargo y me pidió que esté al lado de él.
El tema pasaba por cuatro o cinco interrogantes que tenía yo con respecto a mi función, no exigencias sino sugerencias para aceptar el cargo, y nos pusimos de acuerdo en una reunión de una hora que tuvimos y ahora vamos a trabajar por el bien de Atlético en la parte futbolística”, afirmó el ex arquero.
En cuanto a su función dentro de la subcomisión, Goyén manifestó: “Por lo que hablé con Ricardo me gustaría estar participando en la parte contractual de jugadores, debido a mis contactos. Le afirmé que no sería de mi agrado que se acordara una contratación sin mi consentimiento y el de la subcomisión de fútbol. También mi intención es manejar el tema de la indumentaria, ya que en un año y medio se termina el contrato con Reusch y mi función debe ser compatible al margen del vínculo. Por mi experiencia quería discutir con la empresa que fuera el contrato de ropa”.