El 2025 de Central: el mejor equipo del año, con coronación polémica y un final inesperado
El equipo rosarino fue el que más puntos sacó en todo 2025, con un juego consolidado y un Di María estelar. Ganó los dos clásicos del año ante Newell’s, se impuso en duelos clave y sacó boleto a la Libertadores 2026. Pero falló en los mano a mano y no pudo disputar ninguna de las dos finales. La AFA decidió entregarle un título por haber sido el primero de la tabla general y generó una grieta en todo el fútbol argentino. Cuando todo estaba en aparente calma, Holan dijo adiós.
El título de campeón que la AFA le otorgó a Central.
Rosario Central cierra un 2025 sensacional, aunque esa adjetivación resulte un tanto difícil de justificar. Fue el equipo que más puntos obtuvo a lo largo de todo el año y eso le valió un boleto directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026 y el derecho a jugar un triangular que lleva el pretencioso rótulo de Supercopa Internacional, aunque los otros dos participantes sean los campeones del Apertura (Platense) y el Clausura (Racing o Estudiantes, que juegan la final este sábado).
El conjunto dirigido por Ariel Holan hizo campañas casi perfectas en los dos semestres de la temporada, pero flaqueó en los playoff y quedó eliminado en cuartos y en octavos de final, respectivamente. Hasta que aparecieron en escena “Chiqui” Tapia, Pablo Toviggino y compañía, para adjudicarle a Central un título de escritorio por haber sido el primero de la tabla anual.
Ese acto disruptivo e inesperado, que en principio pareció un mimo a Ángel Di María por haber vuelto al torneo local, con el correr de las horas y de los días provocó un temblor en la estructura de poder del fútbol argentino, con réplicas en la política nacional. Sobre el final del año, una noticia rompió las vacaciones “canallas”.
Una estrella sin brillo
A la nueva estrella que Central sumó a su escudo no le falta justicia. Ser el mejor equipo del año es, quizás, el mayor mérito que puede alcanzar un club. Cosechar 66 puntos en 32 partidos a lo largo de toda la temporada, con casi un 70% de efectividad y con una diferencia de gol de 24 a favor, merece una distinción.
Di María fue la gran figura del plantel "canalla".
El problema no es el qué, sino el cómo. Entre gallos y medianoche, la AFA citó a la comitiva rosarina liderada por el presidente Gonzalo Belloso y la vice Carolina Cristinziano, los capitanes Di María y Jorge Broun, y el entrenador Ariel Holan, y les entregó una copa entre las cuatro paredes de la sede de calle Viamonte.
Ese simple acto protocolar, encendió la chispa que provocó el principio de incendio en la estructura de poder del fútbol argentino. Cuatro días después, el destino quiso que Central recibiera a Estudiantes de La Plata en el “Gigante” de Arroyito, por los octavos de final del Torneo Clausura.
La AFA obligó al “Pincha” a recibir a los jugadores de Central con el “pasillo al campeón”, pero los futbolistas visitantes, con bajada de línea del presidente Juan Sebastián Verón -enfrentado políticamente a “Chiqui” Tapia-, se pusieron de espaldas. Para completar el acto de rebeldía, Estudiantes eliminó a Central con un golazo del colombiano Cetre.
El club del barrio Arroyito de Rosario se quedó con un título que no pudo celebrar en la cancha, pero también se vio embretado en una disputa de poder que siguió escalando y que llegó hasta la política nacional, porque hasta el propio presidente Javier Milei salió a expresarse en favor de Estudiantes y de Verón.
Curiosamente, de ahí en más todos los equipos señalados como “caballo del comisario” -Barracas Central, Central Córdoba de Santiago del Estero, Argentinos Juniors y hasta el propio Boca-, fueron quedando eliminados. Y Estudiantes desfiló derechito hacia la final del campeonato.
Más allá de la polémica
Escapando de esa premiación cubierta por un manto de sospecha, no caben dudas de que Rosario Central tuvo un año sobresaliente. Esta afirmación está avalada por las estadísticas, como se detalló previamente, pero también por hechos concretos que describen la excelente campaña realizada por el plantel “canalla”. Y la cara más visible de la gran temporada llevada a cabo por los rosarinos, es sin lugar a dudas la de Ángel Di María.
“Fideo” es la figura estelar que hoy tiene el fútbol argentino. El equipo auriazul ya había tenido un primer semestre muy bueno, con su reconocida solidez defensiva y con la potencia ofensiva que representan Ignacio Malcorra, Jaminton Campaz y el irregular Enzo Copetti. Pero la llegada de Di María, acompañada del también rutilante retorno de Alejo Véliz, le dieron a Central un vuelo de jerarquía que ni siquiera los equipos más poderosos del país pudieron alcanzar.
Sin Di María y con Angelito, Central abrochó otro año de supremacía sobre su histórico rival. En el Apertura, venció a Newell's a domicilio por 2 a 1, con goles de Gaspar Duarte y Jaminton Campaz. Lo que pasó en el Clausura fue soñado por todos los hinchas “canallas”: victoria casi agónica en el “Gigante” de Arroyito, con un tiro libre inolvidable de Di María, que hasta mereció un gesto de admiración del técnico rival Cristian Fabbiani.
Las manchas de la campaña “auriazul” fueron, como se remarcó anteriormente, la falta de capacidad del equipo para resolver los mano a mano. A las eliminaciones con Huracán y Estudiantes en los playoff de los dos torneos domésticos, hay que agregarle la prematura salida de la Copa Argentina, luego de caer en la tanda de penales ante Unión en 16avos de final. La grave lesión del defensor Carlos Quintana, pilar fundamental de la zaga “canalla”, fue otro de los grandes lamentos de Central en el 2025.
Las zurdas mágicas de Central: Di María y Malcorra.
Si se habla de tristezas y emociones fuertes, en el año de Central no se puede obviar el profundo dolor que causó la muerte de Miguel Ángel Russo, uno de los entrenadores más importantes de toda la historia de la institución rosarina, en sus cinco ciclos al frente del primer equipo. El consuelo para los “canallas” es que pudieron despedirlo en la última visita de “Miguelo” al “Gigante” como técnico de Boca, semanas antes de su fallecimiento.
En lo institucional, Central cerró el año anunciando que construirá la tercera bandeja, que permitirá ampliar de manera considerable la capacidad de su estadio.
En medio de las vacaciones, una “bomba”
Cuando todos en Central estaban recargando pilas para la temporada 2026, una noticia rompió la aparente calma del club rosarino. Ariel Holan dejó de ser el entrenador del plantel profesional “canalla”. Según el comunicado que publicó la institución, la decisión fue “de común acuerdo” y “en buenos términos”. De todos modos, no deja de ser una sorpresa.
De acuerdo a los trascendidos, los dirigentes de Central realizaron una alta evaluación del trabajo de Holan en el club, pero marcaron un asterisco en rojo cuando repasaron el desempeño del equipo en los mano a mano. Y tomando en cuenta que el máximo objetivo del “Canalla” el año que viene será la Copa Libertadores, ese contexto pesó mucho en la decisión final de cambiar de DT para 2026.
A los pocos días se confirmó que Jorge Almirón será el DT del “Canalla” para la próxima temporada, que tendrá por delante compromisos nacionales e internacionales.