Stefanía Antoniazzi, o cómo llegar a lo más alto sin perder humildad y sencillez
La Leona Stefi, quien a los 10 años comenzó a divertirse con un palo y una bocha en El Quillá, hoy, a punto de cumplir 26 años, se encuentra en Santa Fe cumpliendo tareas de recuperación de una lesión en su rodilla para retornar al máximo nivel en ligas de Europa y por supuesto, volver a competir con la celeste y blanca. Mientras tanto, está organizando la segunda clínica de hockey en el club de sus amores.
Su segundo hogar. Stefanía Antoniazzi en el estadio de hockey de El Quillá que lleva el nombre de su padre, quien ha acompañado a Stefi desde muy pequeña en este deporte y que ha sido activo colaborador de la entidad del sur de nuestra ciudad. Foto: Manuel Fabatía
"Era muy chiquita cuando empecé a jugar al hockey acá en El Quillá, se lo debo a una amiga que me trajo, y me gustó mucho porque el hockey es un deporte de equipo y a esa edad jugaba con mis amigas. El tenis también me gustaba mucho y jugaba bastante bien para la edad que tenía, pero el jugar en equipo me gustaba mucho más. ¡Cómo será que me gustaba que mi papá me hizo una cancha de hockey en mi casa...! Y claro, ahí fue cuando me decidí y le di de lleno al hockey".
Sacrificio Simpatía
Talento Ternura
Entrega Espontaneidad
Fortaleza Felicidad
Intensidad Impetu
Quizás sea una manera un poco extraña de hacer una introducción sobre la protagonista de la entrevista, pero se me ocurrió hacerlo de este modo para que aquellas y aquellos que no la conocen, sepan y se enteren de las virtudes con las que cuenta una de las deportistas más destacadas de nuestra ciudad. Seguramente las/los que tuvieron la oportunidad de conocerla, coincidirán conmigo, y les garantizo que Stefanía Antoniazzi posee muchas más cualidades.
La primera STEFI, la de la izquierda, es la Stefi jugadora de hockey, la que con sacrificio, talento, entrega, fortaleza e intensidad, supo y pudo llegar a lo más alto: calzarse la camiseta de Las Leonas y hacerlo en competencias internacionales. Es la Stefi que se muestra dentro de la cancha.
La segunda STEFI, la de la derecha, es la Stefi ser humano, la que derrocha simpatía, ternura, espontaneidad, felicidad e ímpetu ante cualquier situación que le toque vivir fuera del rectángulo de juego. Es la Stefi auténtica, la que es querida por todos gracias a sus cualidades como persona.
Stefi Antoniazzi, en casa: El Quillá y el sintético Sergio Antoniazzi. Foto: Manuel Fabatía
Aprovechando que se encuentra en Santa Fe debido a que está en plena recuperación de una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda (se lesionó jugando en Europa), no hice más que enviarle un mensaje preguntándole si podía entrevistarla para que su respuesta sea un "sí..., obvio...".
También era obvio el lugar para realizar la nota: el Club Náutico El Quillá, su segundo hogar, más precisamente el estadio Sergio Antoniazzi, la cancha de césped sintético de agua de la entidad ubicada en el Parque Sur, junto al Lago General Manuel Belgrano.
Con Melani (de Redes Sociales de El Litoral) y Manuel (fotógrafo) llegamos al club al mismo tiempo que Stefi, en una maravillosa tarde a pleno sol y con decenas de niñas y niños dando sus primeros "palazos" en el estupendo sintético.
"Soy Stefania Antoniazzi, tengo 25 años, jugadora de hockey y Licenciada en Decoración y Diseño de Interiores". Foto: Manuel Fabatía
-¡Qué diferencia con tus primeros pasos en el hockey!, ¿no Stefi?
-Es verdad... Cuando llegué acá jugábamos en una cancha de césped natural en la cual era casi imposible dominar la bocha, pero nos gustaba tanto jugar al hockey..., aparte éramos muy chiquitas y nos divertíamos mucho.
Tenía sólo 10 años cuando con un grupo de amigas probó jugar al hockey, cambiando la raqueta por el palo, ya que hasta que golpeó la bocha, lo que hacía antes era golpear la pelota verde flúo de tenis, deporte que le gusta mucho, pero al que dejó porque la sedujo más jugar en equipo que hacerlo individualmente.
Además, en El Quillá la recibió Emilia López Castro, quien en ese momento jugaba (y muy bien) en la Primera División y simultáneamente entrenaba a las pequeñas. "Emilia me enseñó todo lo que sé, y todo lo que soy es gracias a ella y a toda la familia del Club Náutico El Quillá", dijo Stefi hace un año y medio ante las cámaras de ESPN, luego de haber debutado con Las Leonas ante Países Bajos, en Santiago del Estero, por la FIH Pro League.
A propósito de ese gran acontecimiento, Stefi recordó: "Debutar con la camiseta de la selección argentina fue cumplir un sueño, fue cumplir el objetivo de todo jugador o jugadora. En mi opinión, yo sentí que tuve un muy buen rendimiento, fue algo soñado. Y después de eso, ser parte de un proceso olímpico fue una experiencia única, algo que nunca imaginé que podía vivir en mi carrera. Me sentí muy bien, tuve un rendimiento óptimo".
De la bocha a los sueños: firma autógrafos en su estadio, rodeada de chicas. Foto: Manuel Fabatía
-Me imagino las cosas que se te habrán pasado por la cabeza después de un par de días de esos partidos...
-Es verdad lo que decís, cuando yo empecé, en cancha de césped natural, era todo diversión y compartir cancha y tiempo con amigas, era algo hermoso. Creo que quien me empujó un poco a seguir disfrutando fue mi papá. Él siempre me apoyó en todo lo que me gustaba, primero con el tenis, que fue el primer deporte que practiqué, porque me encantaba, pero después empecé a jugar al hockey y mi papá siempre ahí, acompañándome, porque le gustaba vernos felices, tanto a mí como a mis hermanos.
-¿Te acordás de cuándo te diste cuenta de que estabas para más, o mejor dicho, de que podías ser una Leona?
-Cuando noté que tenía condiciones y me estaba yendo bien acá en El Quillá, y se me fueron dando las cosas, como ir a Buenos Aires primero y a Europa después, ahí fue que me dije a mí misma: ¿por qué no?, y desde ese momento fue que empecé a tomar en serio la chance de jugar en Las Leonas, creo que es algo lógico, ¿a quién no le gustaría vestir la camiseta argentina?, ya sea en hockey como en cualquier otro deporte.
-Hasta que pasan estas cosas que no las esperás, como la lesión...
-Si, es algo que uno nunca piensa que puede pasar, pero hay que saber que a veces puede ocurrir. Para colmo me pasó justo en el proceso en el que estábamos entrenando para los Juegos Olímpicos. Fue un golpe muy duro para mí, estando muy cerca de la última lista, cuando ya había estado en casi todo el proceso.
-¿Y cómo lo tomaste?, ¿cómo lo estás viviendo?
-Fue una gran pena no estar en la lista de convocadas porque participar de los Juegos Olímpicos es el sueño de cualquier deportista. Después de ese mal trago uno decide cómo ponerle la cara a la situación para salir adelante lo antes posible, pero pienso que de esas situaciones se vuelve más fuerte. Además por mi forma de ser decidí ver el lado positivo para seguir adelante.
-¿Y cómo fue?
-Estaba jugando en España, en la EHL (Euro Hockey League, Liga Europea de Hockey en castellano), que es como la Champions League de fútbol y en un partido me rompí el ligamento cruzado anterior de la rodilla. Ahí es cuando decís: ¿qué está pasando?, hay que escuchar al cuerpo. Pero te repito, decidí no bajonearme, ser positiva y fuerte de la cabeza, no queda otra. Si hay algo que me dejó esta lesión fue entender que puede pasar y que lo mejor es tratar de volver más fuerte.
-¿Necesitaste algún tipo de ayuda psicológica?
-Estuve tratándome con una psicóloga, la cual me ayudó mucho, pero por ahora no lo estoy haciendo, la verdad es que no me aguanta mucho (risas). Pero tengo a mi familia que es un gran soporte, y a mi novio, que además de ser kinesiólogo es un gran apoyo incondicional, está en todo y en todas. Entre todos ellos me siento muy bien, sobre todo estando acá en Santa Fe, compartiendo mucho tiempo con mi familia, eso me ayuda un montón.
Cuando Stefi habla de su familia hay que aclarar que se trata de su mamá Sandra, de sus hermanos, de sus sobrinitos (Bartu y Fausti); de su novio y también de Emilia, su primera entrenadora en El Quillá, quien vive en Río Cuarto pero con quien tiene permanente contacto: "Es la que me ayuda y me apoya incondicionalmente porque me conoce desde hace muchos años".
Pasó el tiempo y cambió el piso, pero el amor sigue intacto. Stefi a los 10 años, cuando comenzó a jugar en el césped natural de El Quillá; y a los 25, sobre el sintético del club que la convirtió en "Tiburona". Foto: Manuel Fabatía
-¿Tenés contacto con Ferrara? (el DT de Las Leonas).
-Sí. Hablé con Fernando hace un mes y me dijo que sigue contando conmigo, y que cuando yo considere que estoy en óptimo estado como para correr y hacer algunos entrenamientos diferenciados, podré sumarme al plantel para entrenar con ellos, sería en octubre creo, a eso estoy apuntando ahora. Mi cabeza está pensando sólo en eso y por eso estoy trabajando en la rehabilitación y recuperación para sumarme lo antes posible.
La amena charla continuó mientras Stefi comenzó a firmar autógrafos y a sacarse fotos con todas y cada una de las niñas que en ese momento estaban jugando y divirtiéndose en el sintético Sergio Antoniazzi del Club El Quillá, el mismo predio que la recibió hace 16 años, aunque la superficie en aquel entonces era césped natural, pero no importaba, ella y el grupo de amiguitas también jugaban y se divertían.
Hoy Stefi sigue jugando al hockey, tal vez la competencia y el hacerlo de manera profesional haga que no se divierta tanto como antes, pero sin dudas, nunca deja de disfrutar, y mucho menos cuando llega a Santa Fe, adonde encuentra todo aquel cariño que necesita, el de su mamá, sus hermanos, sus sobrinitos y el de el universo llamado El Quillá, por supuesto...
Un Poquito de Mi Historia
"Soy Stefania Antoniazzi, tengo 25 años, jugadora de hockey y Licenciada en Decoración y Diseño de Interiores. El deporte es mi pasión y me enseñó valores increíbles, por los que siempre estaré agradecida. Como atleta de alto rendimiento, me acostumbré a ponerme metas claras, formando parte de entrenamientos exigentes, siguiendo siempre una rutina enfocada, esto me ayudó a entender que todo es un proceso, en el que se requiere de enfoque y trabajo para alcanzar objetivos. Hoy una lesión me dejó fuera de las canchas por un largo tiempo, y eso me hizo frenar y replantearme algunas cosas. La vida deportiva no es eterna. Aunque el hockey es parte de mi esencia, supe que necesitaba construir algo propio, algo que me permitiera crecer más allá de las canchas. Nunca me gustó conformarme, siempre voy por más".
Fragmento extraído del Instagram de Stefanía Antoniazzi.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.