La actividad metalúrgica no puede bajarse del tobogán en el que se encuentra desde marzo de este año y volvió a caer muy fuerte en octubre, acumula una suba interanual del 0,1% los diez primeros meses del año pese al muy bajo nivel de comparación que es el año 2024 y se mantiene -17,7% por debajo de los niveles alcanzados a medidos de 2023, habiendo perdido lo poco que había podido recuperar a fines del año pasado y los primeros meses de éste.
De acuerdo con el informe elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) en octubre de este año la actividad retrocedió en términos interanuales el 4,6% mientras que el uso de la capacidad instalada registró una caída de 6% con respecto al mismo mes del año previo y se encuentra en uno de los valores más bajos en términos históricos llegando a 44,3% similares a marzo-junio de 2020 en pandemia.
El informe proviene de la Asociación de Entidades Metalúrgicas de la República Argentina (ADIMRA).
Al interior de los distintos sectores que integran la industria metalúrgica, se registraron caídas generalizadas en fundición (-12,7%), equipos y aparatos eléctricos (-8,6%), Bienes de Capital (-3,9%), Autopartes (-2,5%), y Maquinaria Agrícola (-0,8%). Carrocería y Remolques fue el único sector que mostró resultados positivos con un incremento del 2,6%. “Octubre profundizó el cuadro de caída generalizada en la actividad metalúrgica. La mayoría de los sectores continúa con variaciones interanuales negativas y sin señales claras de un cambio de tendencia”, concluye el informe.
“La industria metalúrgica atraviesa un momento muy complejo, con niveles de actividad excepcionalmente bajos, similares a los de un año pésimo como 2024, y con importaciones que crecieron alrededor del 70% interanual”. Y remarcó: “Necesitamos una política industrial seria, como la que están impulsando numerosos países. Detrás de cada producto que fabricamos hay empleo, consumo local y desarrollo en nuestras comunidades. Si la producción nacional queda fuera de la agenda, todo eso se debilita. Argentina necesita más industria para recuperar dinamismo económico y poner en marcha un sendero de crecimiento sostenido”.
Respecto del comportamiento de la actividad por provincia, a excepción de Entre Ríos que registró un alza del 0,5%, en resto tuvieron importantes retrocesos interanuales: Buenos Aires (-7,7%), Mendoza (-4,4%), Córdoba (-3,7%) y Santa Fe (-2,2%), que moderó su caída respecto de setiembre tras haber tenido un buen primer semestre.
Las perspectivas para los próximos meses, dice el informe de ADIMRA, están lejos de mostrar alguna señal alentadora ya que el 67,4% de las empresas indicaron esperar que su nivel de producción se mantenga sin cambios o disminuya aún por debajo de los niveles actuales mientras que las expectativas vinculadas al empleo también se mantienen débiles, ya que el 83,3% de las firmas consultadas no esperan modificaciones en su plantilla o esperan disminuirla. A octubre el empleo metalúrgico estaba 2,9% por debajo del mismo mes del año pasado y retrocedió 0,1% en relación con setiembre.
En este contexto de fuerte caída de la actividad se suma el crecimiento sostenido de las importaciones de productos metalúrgicos que septiembre alcanzaron 2.717 millones de dólares, lo que representa un aumento interanual del 18,7% en dólares y del 42,6% medido en toneladas. Las compras externas crecen a un ritmo promedio de 5,6% y crecieron 84,7% comparados con mediados de 2024. Por su parte las exportaciones de bienes metalúrgicos alcanzaron un total de 416 millones de dólares, lo que implica una caída de -5,7% con respecto al mismo mes de 2024.