El resultado electoral consolida el cambio de modelo
El peso se devaluó 37,6% desde abril pero no pasó todo a precios y se prevé un dólar estable
Balanza comercial positiva e inversiones prometen divisas genuinas. El BCRA ya mostró el calendario para recomponer reservas. El rol de las reformas en el esquema monetario.
La devaluación del peso argentino desde la salida (parcial) del cepo el 14 de abril, cuando el dólar mayorista estaba a $1.077 hasta este martes, en que cerró $1.481, fue del 37,6%. Ya no parece haber un retraso cambiario y, lo que es más significativo, con una inflación del 22% en 9 meses, queda claro que el pase a precios desde la divisa ya no es lo que era.
El proyecto de Ley de Presupuesto para el ejercicio 2026 prevé un superávit financiero para la Administración Pública Nacional de $0,2 billones, que sube a $2,7 billones para todo el Sector Público Nacional, universo que también incluye a las empresas públicas, los fondos fiduciarios y otros entes estatales.
El Senado será escenario de negociaciones de cara al presupuesto.
Las proyecciones macroeconómicas estiman para el próximo año un crecimiento del Producto Bruto Interno de 5%, un Indice de Precios al Consumidor de 10,1% y un tipo de cambio de $1.423 por dólar. A partir de ese año, se proyecta un crecimiento sostenido, una clara tendencia a la desinflación y una evolución del valor de la divisa norteamericana por debajo de la inflación.
¿Ese será el precio del dólar?
“Hay que pensar con cierta claridad, despejada la incertidumbre electoral y demás, cuál debería ser el tipo de cambio apropiado para la economía. Nosotros seguimos pensando que tiene más que ver con lo que estamos considerando”, dijo Carlos Guberman este miércoles en la comisión de Presupuesto de Diputados.
Carlos Guberman, secretario de Hacienda de la Nación.
Así respondió cuando le preguntaron sobre el precio de la divisa estimado para el próximo año. El funcionario ratificó las pautas generales y señaló que la evolución del tipo de cambio “nosotros estamos planteando un esquema de flotación dentro de las bandas. No hay ningún cambio en la política cambiaria.
“El ministro ha sido bien explícito y bien claro en ese sentido, el presidente también y lo que ha pasado a partir del lunes (poselectoral) para acá sigue siendo el reflejo de esa decisión, de que el esquema cambiario va a seguir siendo el mismo”.
Déficit en cuenta corriente
El funcionario nacional, respecto del del déficit de cuenta corriente (-$3.016 millones de dólares en el segundo trimestre de 2025 según el Indec), sostuvo que “se financia por el sector privado, no tiene nada que ver con nosotros, o sea, nosotros no no tenemos nada que ver con eso.
“Si hay más importadores que exportadores, tendrán que salir a comprar dólares o conseguir financiamiento en el mercado. No es un problema del Estado nacional financiar el déficit de cuenta corriente ni el déficit comercial. Es economía básica eso”, retrucó ante las críticas.
Al mismo tiempo que desde el BCRA se anunciaba que en 2026 se recompondrían reservas con compras de divisas, Guberman dijo ante los diputados que “la obligación que tenemos (con el fondo) es que vamos a pagar los intereses de la deuda con superávit primario".
Reservas e inversiones
Vladimir Werning indicó en su presentación ante inversores en Washington que la principal fuentes para inyectar pesos dentro de la economía no vendrían de emisión para cubrir un déficit fiscal inexistente ni del “desarme” de la deuda, lo que implica una confianza en renovar vencimientos.
Mencionó en cambio que la remonetización provendría de la compra de divisas a partir del "dinero externo" generado por el superávit.
Werning adelantó que el BCRA volverá a comprar dólares.
Sin embargo, a esa fuente de divisas habría que añadir lo que suceda con las inversiones externas, que están en la cuenta financiera y no en la corriente. Son suposiciones de un equilibrio externo y un peso fuerte y estable, en la medida en que Caputo reingrese al mercado voluntario de deuda.
Cabe recordar que el propio Luis Caputo, horas antes de la elección de medio término, repasó compras de divisas por US$29 mil millones en la administración Milei (pagó deudas por US$50 mil millones) y repasó inversiones por US$36 mil millones ya anunciadas en el marco del RIGI y proyectos por otros US$80 mil millones.
El apuro del gobierno para sancionar el presupuesto y luego las reformas tributarias y laboral, acelerarían el clima inversor (falta la liberación del cepo para las empresas) y consolidarían el escenario de una Argentina en la que no falten dólares, incluso a un precio no muy lejos de la estimación del presupuesto.