El viernes 8 de agosto de 2025 quedará como la fecha en la que el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, con elementos de antaño, pero nacido concretamente en la región de Nagorno Karabaj en 1988, llegó a la paz.

La disputa por Nagorno Karabaj cerró su más reciente episodio en Washington, donde sus líderes le brindaron concesiones a Estados Unidos. Rusia reclama por su influencia.

El viernes 8 de agosto de 2025 quedará como la fecha en la que el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, con elementos de antaño, pero nacido concretamente en la región de Nagorno Karabaj en 1988, llegó a la paz.
Con un siempre presente Donald Trump, los líderes de cada bando; el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan; firmaron en Washington el cese de hostilidades y una serie de acuerdos a futuro que incluyen a Estados Unidos con rol activo

“Las partes reconocen y respetan la soberanía, la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras internacionales y la independencia política de ambos países”, indica el texto rubricado y agrega en un pasaje que se abstendrán de “intervenir en los asuntos internos” del otro y de “desplegar fuerzas de terceros a lo largo de sus fronteras comunes”.
Lo definido en el Salón Oval de la Casa Blanca deja consecuencias para el anfitrión, pero también para terceros como Rusia, Turquía e Irán. En relación a la historia de los países involucrados y el saldo del acuerdo, Joaquín Bernardis del Observatorio de Política Internacional (OPI) de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), habló en CyD Litoral.
“Siempre tuvieron un conflicto, un diferendo territorial, por una región llamada Nagorno Karabaj”, comentó inicialmente Bernardis sobre la situación de las dos ex repúblicas soviéticas de la zona del Cáucaso, en el sur de de Rusia.
“Originariamente estaba ocupada por población azerí”, indicó Bernardis y agregó: “Luego de lo que fue esta separación de la Unión Soviética, lo que ocurrió es que los armenios tomaron control de la zona. Movieron a toda la población de Azerbaiyán y desde ese entonces siempre hubo conflictos escaramuzas, incluso guerras, dos guerras interestatales en el 2020 y 2023 más recientes, que en ambas ganó Azerbaiyán. Cambió la historia”.

La situación cuenta con un fuerte trasfondo étnico que puede tomar como punto de partida de mayor relevancia el genocidio armenio perpetrado por el Imperio otomano durante la primera guerra mundial, el cual derivó en la serie de incidentes posteriores y que continúa con un fuerte posicionamiento racista entre parte de la población turca, armenia y azerí.

En lo que respecta específicamente al Alto Karabaj, el foco del conflicto, el licenciado en Relaciones Internacionales comentó en CyD Litoral: “Azerbaiyán está ocupando con su propia población esa zona del territorio y obligó prácticamente a Armenia sentarse a negociar”.
Una operación “relámpago” fue la que motivó este desplazamiento y posterior disolución de la República Artsaj, un Estado con reconocimiento limitado con importante porcentaje étnico armenio que anteriormente fue el Óblast autónomo del Alto Karabaj. No era parte concreta de Armenia, pero pertenecía a la iglesia apostólica armenia, una de sus monedas eran dram armenio, al igual que uno de sus idiomas oficiales. El otro era el ruso.
Previo a resaltar los detalles del texto firmado y las ventajas con las que se quedó Estados Unidos, Bernardis recordó el comienzo de las negociaciones a principios de año en los Emiratos Árabes Unidos. “Un caso muy interesante es este país que está en muchas negociaciones de paz. Prácticamente casi todas las guerras que hay actualmente”, indicó.

Ya concretamente sobre los elementos acordados, el especialista expresó: “Decidieron que este territorio (Alto Karabaj) pertenecerá a lo que viene a ser Azerbaiyán y que Armenia tiene que modificar su constitución para ceder el territorio”.
En relación al interés estadounidense en el caso, Bernardis remarcó: “Armenia es el proxy o el aliado de Rusia. Y Rusia perdió en esta negociación. El que ganó fue Estados Unidos y, por ejemplo, Turquía que le ha vendido bastante armamento a Azerbaiyán para ambas guerras y sirvió como laboratorio para testear”.

“Pero principalmente ganó Trump porque esta negociación no es que fue totalmente desinteresada. Azerbaiyán tiene una particularidad y es que está es muy similar a lo que le ocurre a Palestina: su territorio lo cruza Armenia y hay una región territorial, Najicheván, que está separada por el territorio armenio. Lo que negociaron en esta paz, que va a tener bastante inversión estadounidense y va a tener bastantes beneficios para Estados Unidos, es crear un corredor”, detalló en CyD Litoral.
El nombre del corredor que contará con trenes y autovías es TRIPP, que en la traducción al español de sus siglas en inglés es “Ruta de Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional”.
“Va a bordear la frontera con Irán”, resaltó Bernardis sobre el corredor que conectará ambos lados de Azerbaiyán y agregó: “Esto es algo interesante para ver alguna posible solución de lo que es el conflicto en Medio Oriente.

“Estamos viendo que Rusia perdió acá. Se fue de esa zona que es su patio trasero. Es como haber perdido Cuba para los Estados Unidos. Está perdiendo proyección internacional Rusia”, indicó sobre la situación de Moscú en la previa a la cumbre de su presidente Vladimir Putin con Trump en Alaska este viernes.
Desde el Kremlin mantuvieron la posición y sus declaraciones no cuestionaron la firma de forma directa, dejando una sutileza entre líneas. ""La reunión de los líderes de las repúblicas del Cáucaso del Sur en Washington, mediada por el lado estadounidense, merece una valoración positiva. Esperamos que este paso ayude a avanzar en la agenda de paz", dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, y quien agregó en su comunicado oficial: "La implicación de actores extra-regionales debe contribuir a reforzar el programa de paz y no crear dificultades adicionales".
Azerbaiyán es una de las naciones que mayor crecimiento registró en la extracción y exportación energética, con el gas como recurso primordial. En 2016, declaró oficialmente que poseía suficientes reservas de gas para abastecer el Corredor de Gas del Sur (CGS), un proyecto energético cuyo objetivo es transportar 10 mil millones de metros cúbicos de gas desde Azerbaiyán, a través de Georgia y Turquía, hasta Europa.
Los movimientos en Medio Oriente y el Cáucaso durante los últimos años han corrido del mapa regional de influencia a Rusia e Irán, brindándole peso al propio Azerbaiyán. Entre los convenios que resumen el giro comercial y diplomático, figura el de este mismo mes de agosto, donde se dio inicio a la exportación de gas azerí hacia Siria, con el aval de Turquía y Siria.
Los entre 40% y 50% del total del petróleo de Israel, exportado por Azerbaiyán, es clave para su legitimización regional y el crecimiento de una influencia que podría derivar en eventuales nuevos acuerdos regionales.
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