La cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y su par ruso Vladimir Putin, prevista para celebrarse en Budapest dentro de dos semanas, quedó cancelada. Así lo informaron funcionarios de la Casa Blanca este martes al mediodía.

Estados Unidos suspendió el encuentro previsto entre Donald Trump y Vladimir Putin. La decisión fue comunicada por la Casa Blanca este martes. El objetivo de la reunión era discutir un eventual alto el fuego en la línea de frente ucraniana.

La cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y su par ruso Vladimir Putin, prevista para celebrarse en Budapest dentro de dos semanas, quedó cancelada. Así lo informaron funcionarios de la Casa Blanca este martes al mediodía.
La decisión sorprendió, ya que el anuncio de la cita se había hecho apenas cinco días atrás, luego de una llamada entre ambos mandatarios. Según Washington, "ya no es necesaria una reunión presencial" y no hay planes en el corto plazo para un nuevo encuentro.
La cumbre tenía como eje principal la guerra en Ucrania. Trump buscaba impulsar un alto el fuego que congelara el conflicto en la línea de contacto actual, especialmente en la región del Donbás, dominada en parte por Rusia.

Durante el fin de semana, el secretario de Estado Marco Rubio y el canciller ruso Sergei Lavrov mantuvieron una llamada que, según voceros estadounidenses, fue “productiva”. A raíz de esa conversación, Washington entendió que no era necesario avanzar con el cara a cara.
Sin embargo, desde Moscú manifestaron su rechazo a congelar el conflicto. Lavrov aseguró que esa fórmula implicaría apenas un cese temporal y que no aborda las “causas fundamentales”, como la exigencia de Rusia de que Ucrania no se una a la OTAN.
El lunes, Trump había declarado que ambas partes debían "detener la matanza" y regresar con sus familias. Pero esas palabras no fueron bien recibidas en el Kremlin. Lavrov volvió a apuntar a la idea de que gran parte del territorio ucraniano sigue, según su visión, “bajo el dominio nazi”.

Rusia mantiene su interés en una "paz sostenible a largo plazo", una formulación que implica condiciones difíciles de aceptar para Kiev, como el cambio de régimen. En ese contexto, cualquier fórmula que implique congelar el frente de combate es rechazada por el gobierno de Putin.
A pesar del rechazo ruso, varios países europeos —incluidos Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Polonia— emitieron un comunicado conjunto este martes en respaldo a la idea de Trump de frenar los combates en las líneas actuales.
En ese texto también cuestionaron las tácticas dilatorias del Kremlin y el supuesto desinterés de Moscú en negociar de buena fe. “Putin sigue eligiendo la violencia y la destrucción”, señalaron.
Por ahora, el proceso de paz vuelve a quedar en suspenso, con un nuevo desencuentro entre las potencias y sin una hoja de ruta clara para frenar la guerra en Ucrania.
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