Lo que iba a ser una ceremonia escolar más terminó convertido en un video viral: en la ciudad de Esquina, al sur de Corrientes, un acto de fin de ciclo en el Jardín de Infantes N.º 19 cambió de tono en cuestión de segundos.

En Esquina, Corrientes, un joven interrumpió el acto de cierre del Jardín de Infantes N.º 19 para pedirle matrimonio a su pareja, pero la respuesta de ella fue inesperada.

Lo que iba a ser una ceremonia escolar más terminó convertido en un video viral: en la ciudad de Esquina, al sur de Corrientes, un acto de fin de ciclo en el Jardín de Infantes N.º 19 cambió de tono en cuestión de segundos.
En medio del cierre lectivo, con familiares y comunidad educativa presentes, un joven decidió interrumpir el evento para dar un paso personal: se arrodilló frente a su pareja y le pidió matrimonio delante de todos.
La escena, marcada por la expectativa típica de estas situaciones, capturó la atención de los presentes: miradas fijas, silencio, teléfonos levantados y el “clima de sí” que suele acompañar una propuesta pública.
Pero la respuesta rompió el guion. La joven, visiblemente sorprendida por la exposición, evitó el “sí” inmediato y dijo una frase que se repetiría después en todas partes: “prefiero hablar en casa de esto”.
Ese instante abrió un pequeño vacío incómodo, que enseguida se llenó con reacciones cruzadas: risas nerviosas, aplausos espontáneos, murmullos y gestos de empatía hacia el joven, que había apostado por un momento íntimo… pero frente a una multitud.
El episodio no quedó puertas adentro del jardín. El video se viralizó rápidamente y acumuló millones de reproducciones en pocos días, con miles de “me gusta” y cientos de comentarios que dispararon el debate.
En redes, las opiniones se dividieron: algunos entendieron la reacción de ella y cuestionaron la presión de una propuesta pública; otros criticaron el desenlace y hablaron de “humillación”, mientras muchos apuntaron a lo mismo: decisiones así, mejor conversarlas en privado.
Por ahora, el destino de la pareja quedó fuera de foco, pero la escena ya quedó instalada como síntesis de una época: gestos románticos que buscan el aplauso colectivo y una respuesta que, con una sola frase, recordó que no todos viven el amor con el mismo timing ni en el mismo escenario.