Comienzo por lo que más me preocupa. ¿Dónde está la justicia? Desapareció de sus ámbitos habituales. En los tribunales no está. Algunos dicen que se fue de paseo a Estados Unidos acompañando al presidente y todavía no volvió. Algunos cuantos dicen que está de paseo, pero posiblemente por Europa.
Otros dicen que está escondida. Y otros, más drásticos, dicen que ya murió y está enterrada. Esto sería lo peor. Nos habríamos quedado sin justicia y esto sería un caos. Por pura curiosidad e intriga se me dio por preguntar a quiénes sostienen ese comentario.
Mirá tambiénElegimos lo mejor de lo posible"Mirá, te la hago corta -me dijo mi vecino-, los jubilados, los discapacitados, los médicos y empleados del Hospital Garrahan, los niños con cáncer, obreros de distintas empresas , empleados públicos y privados y otros muchos, piensan que está presa por ocasionar disturbios".
Y entonces me puse a pensar, cosa que no hago con mucha frecuencia. La situación es grave y no se avizora normalización a corto plazo. El Político Supremo está enfermo con diagnóstico reservado y eso preocupa, y mucho. Además de ver muy poco, solo a su entorno, se le desactivó el lenguaje oral y las palabras se le entreveran y el significado es como un remolino confuso.
La gente que lo rodea está desesperada y no saben si apartarlo en alguna clínica o botarlo. Sí, botarlo -con b larga- a algún lugar donde no haga daño. Algo difícil… ¿no? Pero el problema más grave no es el político sino el judicial. Algunos que saben más que otros dicen que el único que le puede "poner collar al perro" es alguien que se le anime.
Mirá tambiénPor un gobierno al servicio de todosPero, bueno, la cosa no pasa de ahí y esto es así desde hace tiempo. Algunos, favorables a las encuestas, dicen que se podría intentar con ese recurso para ver quién o quiénes tienen la respuesta más acertada. Dicen, no. Pero mi vecino, que es una persona bastante informada, me dijo:
"Hay otro problema mayor y es que gente extraña está invadiendo la Patagonia. Hace unos años nos invadieron las islas y ahora vienen por el continente. No hablan español sino algo mezcla entre inglés y el hebreo".
¿No serán aborígenes que estaban en las montañas y ahora se atreven a bajar? Me atreví a decirle. "Y no -me respondió- porque algunos vienen como mochileros y otros vienen con traje y corbata, y se hospedan en estancias". Y la sorpresa me enfrió la mente y me trabó la lengua, así que me quedé callado y pensando. Usted lector… ¿se enteró de algo?
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