Con cientos de chicos en cancha, comenzó la octava edición del torneo que organiza el Lagunero y que cuenta con el auspicio de Diario El Litoral. La primera jornada regaló fútbol, alegría familiar y la certeza de una nueva fiesta inolvidable para los más pequeños.
Se trata de Ateneo Inmaculada, hoy disputando el torneo Infantil Lagunerito.
El fútbol infantil santafesino abrió otro capítulo cargado de emoción, color y entusiasmo. Este jueves por la tarde, en las instalaciones de Ciclón Racing, dio comienzo la octava edición del tradicional torneo “El Lagunerito”, un certamen que ya se convirtió en marca registrada dentro del calendario de la Liga Santafesina y que cada año convoca a cientos de niños y niñas, junto con sus familias, en un verdadero festival del deporte más popular.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
Desde temprano, las canchas comenzaron a poblarse de chicos con camisetas de todos los colores. Las delegaciones fueron llegando entre sonrisas, cánticos y la ansiedad propia del debut. Para muchos, era la primera vez que se calzaban los botines en un torneo tan especial; para otros, significaba la continuidad de un sueño que se repite temporada tras temporada. Las tribunas, en paralelo, se fueron llenando de padres, abuelos, tíos y amigos, quienes no quisieron perderse la oportunidad de alentar a los pequeños protagonistas.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
El ambiente fue inmejorable: mates compartidos en la popular, reposeras que se desplegaron en los laterales de la cancha, charlas distendidas y una comunión perfecta entre fútbol y vida social. El folclore del deporte barrial se hizo presente de manera contundente y el predio de Ciclón Racing se transformó, una vez más, en el epicentro de la alegría deportiva de la ciudad.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
La organización estuvo a la altura del evento. Con la coordinación general de Hugo Servín, que se mostró satisfecho por el inicio sin contratiempos, la primera jornada se desarrolló con un clima agradable, tanto en lo meteorológico como en lo humano. “Ver a los chicos disfrutar, compartir con sus familias y jugar con tanta pasión es lo que nos motiva a seguir trabajando cada año. El Lagunerito es más que un torneo, es una fiesta de la infancia”, expresó el dirigente, visiblemente emocionado.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
El torneo cuenta, como en cada edición, con el auspicio de Diario El Litoral, que no solo acompaña institucionalmente sino que también aporta el registro fotográfico a través de la cámara de Manuel Fabatía. Su lente ya captó las primeras postales de sonrisas, abrazos, gambetas y goles, imágenes que quedarán grabadas en la memoria de quienes participan y en las páginas del diario que cada jornada reflejará la esencia de esta verdadera fiesta.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
En lo deportivo, los primeros encuentros regalaron goles, emociones y la inocencia del fútbol infantil en estado puro. No se trata de resultados ni de tablas de posiciones: lo que importa es que los chicos puedan jugar, divertirse y compartir valores de respeto, compañerismo y amistad. Eso quedó en evidencia en cada abrazo entre rivales, en los aplausos de las hinchadas mezcladas y en la paciencia de los entrenadores que priorizan el aprendizaje por sobre cualquier resultado.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
Las categorías más pequeñas hicieron delirar a los presentes con jugadas llenas de espontaneidad y ocurrencias. La pelota rodó sin presiones, con risas de fondo y la energía inagotable de los chicos que persiguen su sueño bajo el sol de la tarde santafesina. Mientras tanto, los más grandes mostraron un nivel competitivo mayor, con encuentros más parejos y la ilusión de levantar la copa que se pondrá en juego el último día del certamen.
Torneo infantil El Lagunerito. Foto: Manuel Fabatía
El arranque del Lagunerito también sirvió como punto de reencuentro para muchas familias de la ciudad y de la región. En los pasillos del club se cruzaron vecinos que hace tiempo no se veían, entrenadores que compartieron viejas anécdotas y dirigentes que coincidieron en la importancia de sostener un espacio de estas características. El fútbol infantil, en definitiva, es un motivo para unir generaciones y construir comunidad.
En esta octava edición, el torneo vuelve a poner en escena la pasión y la entrega de los clubes de barrio, que trabajan silenciosamente todo el año para que los chicos tengan su lugar de pertenencia. Cada camiseta que se vio en el verde césped de Ciclón Racing representa a instituciones que luchan por mantenerse vivas, y El Lagunerito es la mejor vidriera para exhibir ese esfuerzo colectivo.
El clima acompañó de manera ideal. Una tarde soleada, con temperatura agradable y un cielo diáfano, fue el marco perfecto para el inicio de la competencia. Todo contribuyó a que la jornada se viviera en un clima festivo, sin apuros ni contratiempos, con la promesa de que lo que viene será igual o mejor.
El torneo se extenderá durante todo el fin de semana, con actividad intensa cada jornada. Se espera la participación de decenas de equipos de diferentes puntos de la región, lo que garantiza una competencia variada, enriquecedora y cargada de emociones. Habrá juegos, sorpresas, música, siempre con el mismo objetivo: que los chicos sean los verdaderos protagonistas.
El Lagunerito es, sin dudas, mucho más que un campeonato. Es la síntesis de todo lo que representa el fútbol infantil: amistad, aprendizaje, diversión, familia y valores. Cada gol, cada abrazo, cada aplauso y cada foto son testigos de que el deporte, en su expresión más pura, sigue siendo un puente de unión entre generaciones.
Con el pitazo inicial ya dado, la octava edición de este certamen promete repetir la receta de años anteriores: tribunas colmadas, canchas con color, emociones compartidas y un sinfín de anécdotas que quedarán grabadas en la memoria colectiva. Santa Fe vuelve a vibrar con el fútbol de los más chicos, y Ciclón Racing es, otra vez, el escenario ideal para una fiesta que recién comienza.