Un agente policial decidió entregar su arma y su chaleco antibalas porque se sentía "sobrepasado" y con "mucho estrés". Ocurrió en Mendoza y el agente fue desafectado de la fuerza.

Está centrado en temas concretos: suicidio, violencia de género y consumos problemáticos. Dónde acudir y la importancia de activar los protocolos a tiempo.

Un agente policial decidió entregar su arma y su chaleco antibalas porque se sentía "sobrepasado" y con "mucho estrés". Ocurrió en Mendoza y el agente fue desafectado de la fuerza.
¿Cuántos integrantes de las fuerzas de seguridad atraviesan situaciones de tensión extrema, estrés postraumático, incertidumbre, angustia, depresión, mientras tienen la responsabilidad de prevenir o intervenir en situaciones delictivas? ¿Cuántos pueden expresar ese malestar sin temor a consecuencias?
Los padecimientos en salud mental atraviesan todas las generaciones, los estratos sociales y empleos, y las fuerzas de seguridad no son la excepción.
Días atrás se realizó en la ciudad de Santa Fe una jornada interministerial, encabezada por Seguridad, junto a Salud y a Desarrollo Humano, a través del área de Género y Diversidad, para exponer detalles del programa de abordaje integral en salud mental dirigido al personal policial y penitenciario de toda la provincia. Se trata del ciclo "Hablemos de Salud Mental" que recorrerá unidades regionales y penales de toda la provincia.
Este abordaje se articula con organismos como los Centros de Asistencia Judicial (CAJ), los Equipos del Sistema de Protección Integral (ESPI), áreas locales de género, el Programa de Atención Psicológica ATE-Iapos, y la Dirección Provincial de Vivienda. Entre sus líneas de acción incluyen el acompañamiento a mujeres y personas LGBTIQ+ del sistema policial que atraviesan situaciones de violencia de género.

El Litoral dialogó con Ignacio Paz, director provincial de Bienestar.
- ¿Como surgió este abordaje de la salud mental en fuerzas de seguridad?
- En el inicio de la gestión, en diciembre de 2023, al momento de repasar la normativa vigente, el personal de planta (del Ministerio de Seguridad) me advierte sobre protocolos de actuación en casos de violencia de género, ideación suicida y consumos problemáticos. Decidimos continuarlos y mejorarlos para su aplicación, no solo en la Policía sino también en el Servicio Penitenciario.
Además del alerta sobre la situación y el seguimiento de la Dirección de Bienestar, se hizo un convenio con la obra social provincial Iapos, que presta la cartilla de psicólogos y psiquiatras por telemedicina, para qunl ue la atención tenga llegada a toda la provincia. A eso le sumamos capacitaciones y charlas en las unidades regionales y penitenciarías.
La actividad que se hizo el lunes tuvo de novedoso que fue interministerial, es decir que no involucró solo al Ministerio de Seguridad sino también a Trabajo, Salud y Desarrollo Humano para hablar directamente con personal policial y penitenciario. No con la modalidad de un panel, sino para que se genere un conversatorio de ida y vuelta. El objetivo es que aquellas personas que, tal vez, son reticentes a hablar de salud mental, puedan encontrar un espacio para expresar su malestar.
- Si o si el tema de salud mental se tiene que abordar de manera interdisciplinaria e interministerial.
- Si, pero además de eso se tiene que hacer de manera multifactorial porque, así como se toma el homicidio como tema máximo en seguridad, en salud mental se toma el suicidio, que además de la atención de profesionales requiere de otras acciones. Estamos haciendo convenios con la UNL y la UNR, entre otros, para que policías y penitenciarios puedan seguir con su formación porque eso les da un objetivo de vida y está probado que es una estrategia beneficiosa.
Además, se hizo un convenio con la cámara de gimnasios de Santa Fe para que el personal realice sus prácticas físicas porque una vida sedentaria puede derivar en mayores problemas de salud mental.

- Hay tres protocolos para tres temáticas bien concretas, ¿cuál es la que más te preocupa o en la que se observa mayor incidencia?
- Hoy lo que más me preocupa es el suicidio porque el final es la letalidad. A la jornada la llamamos "Hablemos de salud mental" porque durante mucho tiempo la sociedad evitó este tema; pero si vemos los informes de la OMS o del gobierno nacional que lanzó el año pasado Seguridad, esa es la mayor causa de muerte. También nos preocupa el tema del consumos problemáticos: el Ministerio anunció la realización de narcotest, con lo que es probable que salgan a la luz más casos pero también se van a necesitar recursos humanos. Y también nos preocupa el tema de violencia de género porque tiene una afectación directa en la salud mental de quien la padece.

- ¿Qué indican las estadísticas sobre las problemáticas que abordan en estos protocolos?
- En cuanto a los suicidios, las fuerzas de seguridad no son ajenas a lo que pasa en la sociedad. Santa Fe está en la media nacional, pero no deja de ser preocupante porque cuando comparamos con homicidios dolosos o accidentes viales, es una de las mayores causas de muertes. Además, ponemos el foco en menores de 35 años. Esto ocurre en las fuerzas de seguridad pero es similar a toda la sociedad: la Organización Mundial de la Salud advierte que el suicidio es la principal causa de muerte en menores de 35 años.
- ¿Hay muchas bajas en las fuerzas de seguridad por causas relacionadas con salud mental?
- No tenemos muchas bajas, pero en el programa del Iapos tenemos 334 efectivos en tratamiento, sobre alrededor de 30 mil entre cadetes, servicio penitenciario y policías. En protocolos activos, desde el inicio de la gestión, están incluidos 127 agentes que, sobre el total, es una proporción muy baja.
- ¿Qué es un protocolo activo?
- Tenemos un circuito en el cual un compañero o un jefe alerta una ideación suicida de un oficial o de un agente del Servicio Penitenciario; ese alerta le llega a Medicina Legal de la policía o a la oficina correspondiente del Servicio Penitenciario y se convoca a esa persona para hacer un seguimiento monitoreado por Bienestar. Lo primero que se hace es retirarle el arma de fuego. Observamos que cuando se activan esos protocolos no ocurre ningún caso, es decir que cuando sucede es porque no se llegó a tiempo.
Estas jornadas que hacemos en toda la provincia tienen por objetivo difundir los protocolos, conocer cómo activarlos porque está comprobado en la práctica que cuando eso ocurre no se llega a la situación límite.
La estadística sirve para el diseño de políticas públicas pero, en los hechos, hay que ver lo que pasa alrededor de esa persona. Una de las etapas del protocolo es la posvención que es el acompañamiento sicológico del entorno de la persona. Queremos hablar del tema pero también depende de cómo se hace para que la persona que está atravesando una situación compleja encuentre la manera de salir adelante con los apoyos que se le brindan.
- En cuanto a violencia de género dentro de las fuerzas, ¿la engloban dentro de estos protocolos?
- Si, están dentro de esa situación porque afecta la vida de la persona que se desempeña dentro de las fuerzas. Por eso también incluimos el tema de violencia de género y su vinculación de salud mental. No solo la violencia física sino la psicológica, sexual y otras manifestaciones.

- ¿Cómo sigue esta actividad?
- Tenemos un cronograma de trabajo; empezamos con las unidades penitenciarias en el sur, seguiremos por el norte y vamos a terminar en Rosario el 10 de octubre que es el Día de la Salud Mental, con una jornada similar a la de Santa Fe.
- ¿El objetivo de informar adónde se puede dirigir una persona que está atravesando una situación límite?
- Si y capacitar sobre las herramientas que se tienen en el ministerio de Seguridad y en los otros ministerios. Lo más importante es que se genere un espacio en el que los agentes tengan la posibilidad de contar lo que les pasa. Porque en el día a día ese espacio no está disponible.
Muchas personas piensan que para entrar al programa gratuito tienen que estar atravesando una situación de violencia de género, consumo problemático o ideación suicida. Pero son cosas distintas: por el protocolo entran directamente en el programa, pero cualquier persona que sienta un malestar, o policías que han tenido accidentes viales y sufren estrés postraumático, pueden hablar con la Dirección e ingresar al programa.
- ¿Observás un aumento en la demanda de atención en salud mental?
- Hay un aumento de demanda pero no puedo asociarlo con un mayor malestar, sino con que se tiene la chance de expresarlo y hablarlo. No sé si antes había menos casos, pero no tenían esta posibilidad. La vieja escuela era muy reticente a hablar de salud mental.

A provincia pone a disposición distintos canales de comunicación y acceso para personal de fuerzas de seguridad:
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