Milei vuelve de Oslo para firmar la reforma laboral y enviarla formalmente al Congreso
El Presidente aterrizará este jueves en Buenos Aires tras su viaje a Noruega y tiene como prioridad estampar la rúbrica en el proyecto de “modernización laboral” para ingresar en el Senado. Adorni dijo que el texto “está terminado” y aseguró que no toca las cajas sindicales, mientras el peronismo y la CGT alinean el rechazo.
El presidente Javier Milei y su hermana Karina regresaron de Oslo donde asistieron a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz. Foto: Gorm Kallestad / REUTERS.
Javier Milei aterrizará este jueves por la mañana en Buenos Aires luego de la frustrada participación en Oslo, donde viajó para entrevistarse con Corina Machado luego de la entrega del Nobel de la Paz. Frente a la imposibilidad de su llegada, el presidente decidió volver al país con el objetivo de firmar los proyectos de reforma para que el Congreso trate en sesiones extraordinarias.
El viaje relámpago a Noruega, donde el mandatario participó de la ceremonia del Premio Nobel de la Paz que distinguió a la opositora venezolana María Corina Machado, obligó a correr 24 horas la fecha que la propia Casa Rosada había dejado trascender para el envío del proyecto al Congreso. El texto, según el jefe de Gabinete Manuel Adorni, “está terminado”. Si bien todavía se define la letra chica, falta principalmente la rúbrica presidencial.
Mientras el Arg01 emprendía el regreso al país, el peronismo se reunió con la CGT para coordinar la respuesta a la “modernización laboral” que el oficialismo impulsa y pretende lograr media sanción antes de las fiestas de fin de año.
De Oslo al Senado
El periplo presidencial comenzó el lunes por la noche, cuando Milei despegó rumbo a Oslo para asistir a la premiación de Machado, finalmente ausente en la ceremonia y reemplazada por su hija en la lectura del discurso. El mandatario argentino compartió palco con sus pares de Panamá, Ecuador y Paraguay, y se retiró pasadas las 14.30 (hora de Buenos Aires) para emprender el regreso anticipado.
En Buenos Aires, la agenda política siguió. Este martes el gobierno presentó el informe final del Consejo de Mayo, con el proyecto de reforma laboral incluida. “El proyecto de ley está terminado. Va a ir a debate, se aprobará y daremos vuelta la página porque dejaremos atrás el 50% de informalidad que hay en Argentina”, afirmó este miércoles Adorni en la conferencia por los dos años de gestión libertaria.
El Consejo Mayo presentó el informe final.
El jefe de Gabinete explicó que la intención oficial es que el proyecto de reforma laboral para habilitar el envío formal a la Cámara alta. Para ello, primero, deberán formalizarse la conformación de las comisiones por las que pasará el texto y, luego, conseguir las firmas para obtener despacho y tratarla en el recinto.
“Vamos a ver si se puede estirar algunos días o si se retoma la actividad a mediados de enero. No depende de nosotros, sino de los tiempos de la técnica legislativa”, planteó Adorni sobre los tiempos del Congreso. Sin embargo, el gobierno mantiene el objetivo de forzar una primera definición parlamentaria antes de Navidad o Año Nuevo.
Detalles de la reforma
En paralelo a la fecha de envío, el Gobierno buscó despejar uno de los temores del mundo sindical. “Las modificaciones que haya que hacer en materia sindical van a ser parte de una segunda ley; en principio no habría cambios”, afirmó cuando le preguntaron por el sistema de financiamiento gremial. Y, sobre los descuentos obligatorios, remarcó: “Los aportes obligatorios son obligatorios, pero no va a haber modificaciones”.
Con ese mensaje, la Casa Rosada intentó desactivar un frente de conflicto con la dirigencia gremial, que viene cuestionando el paquete laboral desde que el Presidente ensayó, sin éxito, una avanzada similar en el DNU y la Ley Bases.
Adorni aseguró que la reforma laboral no tocará el sistema de financiamiento gremial.
El oficialismo busca ahora concentrar la discusión en el corazón del proyecto —la flexibilización de las condiciones de contratación, los costos de despido y los regímenes especiales— y postergar para más adelante cualquier rediseño del poder sindical. "El proyecto de modernización laboral para brindar una solución al 50% de los trabajadores que hoy están en la informalidad y dinamizar la actividad económica", manifestó Adorni sobre el espíritu de la reforma.
Al mismo tiempo, minimizó la ausencia de la CGT en la última reunión del Consejo de Mayo. Explicó que la no participación de Gerardo Martínez (UOCRA) respondió “a razones logísticas, porque regresaba de un viaje”, y subrayó que en encuentros anteriores “siempre tuvimos diálogos amistosos y constructivos”. Un modo de dejar abierta la puerta a nuevas rondas de negociación aun cuando el texto ya esté girado al Senado.
El peronismo con la CGT
Por otra parte, senadores y diputados peronistas se reunieron con la conducción de la CGT en el despacho de Unión por la Patria en la Cámara alta para afinar la estrategia frente al proyecto.
La cumbre reunió a figuras de peso del interbloque opositor —José Mayans, Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti, Alicia Kirchner, Jorge Capitanich, Mariano Recalde, entre otros— junto a referentes sindicales del Congreso como Vanesa Siley, Mario “Paco” Manrique, Hugo Yasky y la diputada Raquel Kelly Olmos. Por la central obrera participaron los integrantes del triunvirato Jorge Solá, Octavio Argüello y Cristian Jerónimo, además de Gerardo Martínez.
Legisladores peronistas se reunieron con dirigentes de la CGT.
El eje apuntó al proyecto de “modernización laboral” de la administración libertaria. “Si esta es la estrategia del gobierno, nuestro rechazo es absoluto y no vamos a facilitar un tratamiento exprés”, advirtió Olmos, al dialogar con los medios antes de la reunión.
Para la diputada y ex ministra de Trabajo, el proyecto retoma la lógica del DNU y la Ley Bases en un punto sensible: “La reforma tiene la forma y el fondo de algo que Milei ya había presentado: deslegitimar la estructura gremial. Porque sin organización sindical no hay derechos laborales”, afirmó.
Olmos sostuvo que la letra de la reforma “penaliza completamente y limita el derecho de huelga y supedita el cobro de la cuota sindical”, lo que —según alertó— constituye “un ataque directo a la capacidad de organización de los trabajadores”. Y ató la discusión laboral al cuadro económico: “Lo más disciplinador que hay es la desocupación, y este gobierno aumenta esa desocupación y lleva el trabajo con derechos hacia empleos precarios”.