Robert Redford, uno de los actores más carismáticos de Hollywood y pionero del cine independiente a través del Festival de Sundance, falleció este martes a la madrugada a los 89 años en su hogar en Utah.

El legendario intérprete y fundador del Festival de Sundance dejó un legado artístico y social que marcó varias generaciones de actores, directores y espectadores alrededor del mundo.

Robert Redford, uno de los actores más carismáticos de Hollywood y pionero del cine independiente a través del Festival de Sundance, falleció este martes a la madrugada a los 89 años en su hogar en Utah.
La noticia fue confirmada por Cindi Berger, directora ejecutiva de la agencia de publicidad Rogers & Cowan PMK, y publicada por The New York Times. Según el comunicado, Redford murió mientras dormía en las montañas cercanas a Provo, sin que se haya precisado la causa.

“Con su insolente belleza, Robert Redford encarnaba una cierta cara de América: ecologista, comprometido, independiente y próspero”, señalaron en su homenaje. Durante su carrera, protagonizó grandes clásicos como Butch Cassidy y el Sundance Kid (1969), El golpe (1973) y Todos los hombres del presidente (1976).
Nacido en Santa Mónica, California, el 18 de agosto de 1936, Redford fue hijo de un lechero y una ama de casa. Desde niño mostró pasión por los deportes, heredada de su padre, que lo ayudaron a superar secuelas leves de polio.
Su talento deportivo le valió una beca universitaria, pero decidió viajar a Europa en busca de nuevas oportunidades, viviendo en ciudades como París, Roma, Florencia, Mallorca y Málaga. Allí se dedicó al dibujo y la pintura hasta que su deseo de actuar lo llevó de regreso a Estados Unidos.

Sus primeros papeles fueron en televisión, hasta que en 1966 Arthur Penn lo eligió para La jauría humana, junto a Marlon Brando, marcando el inicio de una carrera ascendente. Posteriormente, compartió cartel con Jane Fonda en Descalzos en el parque y con Paul Newman en Butch Cassidy y el Sundance Kid, consolidándose como uno de los actores más solicitados y un sex-symbol de la época.
Más allá de la actuación, Redford destacó como director y activista social. Su compromiso con el medio ambiente lo llevó a involucrarse en distintas causas ecológicas y le valió el título de Caballero de las Artes y las Letras otorgado por Francia. En 1980 fundó el Festival de Cine de Sundance en Utah, convirtiéndose en un referente para nuevos talentos y en un motor del cine independiente.

En lo personal, Redford mantuvo un perfil reservado. Estuvo casado durante 30 años con Lola van Wagenen, madre de sus cuatro hijos. Luego tuvo una relación con la actriz brasileña Sonia Braga y, desde 2009, con la pintora alemana Sibylle Szaggars.
La vida del actor también estuvo marcada por la tragedia familiar: perdió a dos de sus hijos, Scott, de cinco meses, y James, de 58 años, quien había recibido dos trasplantes de hígado. Sus hijas, Shauna y Amy, continúan vinculadas al mundo del cine.
Robert Redford deja un legado imborrable: un cine comprometido, espacios culturales para nuevos artistas y una figura que simboliza el cine estadounidense independiente y consciente de su impacto social y ambiental.
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