Crimen en barrio Cabal: un hombre fue ejecutado a tiros en plena calle
La víctima tenía 36 años y fue alcanzada por varios disparos efectuados desde una moto que escapó sin dejar rastro. Ocurrió en Zeballos y Castañaduy. Buscan a los agresores.
Peritos de la PDI trabajaron en la escena del suceso. Foto: Gentileza
La noche del miércoles resultó trágica en Barrio Cabal, en la zona noroeste de Santa Fe. Pasadas las 21, el silencio de las cuadras cercanas a Estanislao Zeballos y Castañaduy se quebró de golpe: varios vecinos salieron hasta las veredas después de escuchar lo que describieron como “una ráfaga seca”. Alguien ya había marcado el 911 para advertir que un hombre yacía herido en plena calle.
Un móvil del Comando Radioeléctrico fue el primero en cortar la oscuridad con sus balizas. Los agentes descendieron rápido. En la vereda encontraron a un hombre de unos treinta y tantos años, inmóvil, con el cuerpo atravesado por impactos que no daban margen al optimismo. Las heridas más visibles, una cerca de la axila y otra en la zona abdominal, revelaban un ataque directo y certero.
Al estilo "sicario"
De boca de algunos testigos, la postal del ataque se dibujó en apenas unos trazos: dos personas a bordo de una moto se habrían acercado, descargaron las balas y escaparon sin mirar atrás. Todo en cuestión de segundos. No hubo discusión, ni forcejeo, ni advertencias. Solo el estruendo y la huida.
Tras el hecho se dispuso la búsqueda de los agresores. Foto: archivo El Litoral
El SIES 107 arribó poco después. El equipo médico descendió con premura, pero el diagnóstico llegó casi de inmediato: la víctima ya no tenía signos vitales. Las maniobras quedaron descartadas. En ese mismo instante, la escena comenzó a aislarse.
Como es de práctica se tomaron mediciones, fotografías y declaraciones para tratar de reconstruir un ataque que, por su modalidad, parece haber sido planificado y ejecutado sin titubeos.
Fue entonces cuando se confirmó la identidad del fallecido: Mauro Adrián CH., de 36 años.
Las horas siguientes quedaron teñidas de silencio y conjeturas. Por ahora, la causa avanza como homicidio y el trabajo de los investigadores apunta a descifrar no solo quiénes dispararon, sino también por qué.
Crimen al estilo "sicario" en barrio Cabal. Foto: archivo El Litoral
Las respuestas, aún esquivas, serán claves para entender un episodio que vuelve a colocar a Barrio Cabal en el centro del mapa de la violencia urbana.
Mientras los peritos trabajaban en silencio, los vecinos se fueron agrupando detrás de las cintas policiales, con la mezcla habitual de curiosidad y temor. Muchos recordaron otros episodios recientes y coincidieron en un comentario que se repite demasiado seguido: “Acá ya no se puede estar tranquilo”.
La secuencia de esta noche reavivó viejas preocupaciones y dejó flotando la sensación de que, una vez más, la violencia volvió a golpear sin avisar.