Cáncer de pulmón: el papel del tabaco, el vapeo y los mitos que preocupan
Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón, especialistas advierten que el avance del vapeo, las falsas creencias sobre los cigarrillos “más sanos” y la desinformación entre jóvenes están alimentando una nueva ola de riesgo. Cómo impactan estos hábitos en la salud y qué alertan los expertos.
Cómo impactan estos hábitos en la salud y qué alertan los expertos.
El cáncer de pulmón continúa siendo la principal causa de muerte por cáncer en Argentina, pero detrás de esa estadística se esconde un fenómeno que preocupa cada vez más: el crecimiento del vapeo, la persistencia del tabaquismo y la circulación de mitos que minimizan el daño real que generan estos productos.
Lejos de retroceder, las nuevas formas de consumo —especialmente entre adolescentes y jóvenes— están reconfigurando el mapa del riesgo en el país.
Las nuevas formas de consumo están reconfigurando el mapa del riesgo en el país.
El tabaco sigue siendo el principal responsable
Según el informe Cáncer de Pulmón en Argentina, el tabaquismo continúa siendo la causa más relevante de esta enfermedad: el 85% de los pacientes son fumadores o exfumadores.
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo había mostrado un descenso en el consumo de tabaco en 2019, pero el documento advierte que Argentina sigue teniendo una de las prevalencias más altas de América Latina. En adultos, el 17% fuma, un valor que se iguala solo con Chile.
Muchos fumadores reemplazan el tabaco por vapeadores con la idea equivocada de que son menos dañinos.
El problema también es social:
En los sectores de menores ingresos, la prevalencia del tabaquismo alcanza el 26%.
Y en esos grupos, el cigarrillo genera 15% más de enfermedad y 7% más de muertes.
Esto significa que, lejos de ser un hábito aislado, el tabaco se vuelve un determinante de desigualdad en salud.
Pero hay algo más: cada vez se diagnostica cáncer de pulmón en personas más jóvenes, y aunque el tabaquismo sigue siendo la causa principal, empiezan a aparecer otros factores, lo que obliga a mirar más allá del cigarrillo tradicional.
Vapeo: una amenaza silenciosa que crece entre jóvenes y adultos
El informe dedica un apartado a una preocupación creciente: los cigarrillos electrónicos o vapeadores. Aunque están prohibidos en Argentina, su uso es cada vez más extendido. Y la gravedad del problema es doble.
1. Adultos que creen que el vapeo ayuda a dejar el cigarrillo
Muchos fumadores reemplazan el tabaco por vapeadores con la idea equivocada de que son menos dañinos.
Pero el documento es claro: el vapeo no está libre de riesgo. Los dispositivos utilizan esencias, saborizantes y aerosoles que ingresan directamente a los pulmones, sumando sustancias cuyos efectos a largo plazo son preocupantes.
2. Adolescentes que comienzan a vapear como puerta de entrada al consumo
Especialistas alertan que los jóvenes son el grupo donde más crece esta práctica. Los vapeadores, con sabores frutales o dulces, se convierten en un iniciador del consumo de nicotina. La Sociedad Argentina de Pediatría ya advirtió que el vapeo es una puerta directa hacia la adicción.
En este punto, el informe advierte la falacia más peligrosa de todas:
“Vapear no es inocuo”.
Respirar sustancias químicas o aerosoles, sean del cigarrillo o de estos dispositivos, siempre implica riesgo para el pulmón.
Los mitos que preocupan: cigarrillos armados, marihuana y falsas creencias
Además del vapeo, el documento identifica una serie de creencias erróneas que fortalecen el riesgo entre adolescentes y jóvenes. Son mitos muy instalados culturalmente, pero la ciencia demuestra lo contrario.
Mito 1: “Los cigarrillos armados artesanalmente son menos nocivos”
Ignacio Zervino, coordinador de la Fundación Pacientes de Cáncer de Pulmón, advierte que esta idea es completamente falsa.
Aunque estos cigarrillos tengan menos aditivos industriales, la combustión es la que provoca daño. El humo —con o sin saborizantes químicos— ingresa igual a los pulmones y puede producir cáncer.
Mito 2: “La marihuana no causa cáncer de pulmón”
El informe es contundente:
La marihuana tiene menos químicos que los cigarrillos tradicionales, pero su combustión también genera partículas que llegan a los pulmones y pueden producir cáncer.
Zervino explica que este riesgo está subestimado:
“Se habla de muchos riesgos de la marihuana, pero el del cáncer es el que los jóvenes menos tienen registrado”.
Mito 3: “Fumo poco, así que no es tan grave”
El documento recuerda que no existe un nivel seguro de exposición al humo de combustión.
Incluso el tabaquismo pasivo —respirar el humo de otros— aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.
Un escenario que cambia: más mujeres, más jóvenes y nuevos factores de riesgo
Históricamente, el cáncer de pulmón se asociaba casi exclusivamente a los varones. Hoy la tendencia cambió:
El consumo de tabaco aumentó entre mujeres.
La OMS estima que entre 2012 y 2030 los casos en mujeres podrían duplicarse.
También aumenta el diagnóstico en personas que no son fumadoras, lo que obliga a mirar factores como contaminación ambiental y exposición laboral.
La oncóloga Mara Bonet alerta sobre esta nueva realidad:
Muchos de los casos actuales se diagnostican en personas de menor edad que antes, y el subgrupo de no fumadores representa entre un 10% y un 20% de los pacientes.