Miedo al quirófano: cómo prepararse y superar la ansiedad antes de una cirugía
El temor a ingresar a quirófano es común en pacientes de todas las edades. Expertos aseguran que conocer los pasos previos a la cirugía y recibir acompañamiento puede reducir la ansiedad y mejorar la recuperación.
Entrar a un quirófano genera nervios, ansiedad y miedo,
Entrar a un quirófano genera nervios, ansiedad y miedo, incluso en cirugías de baja complejidad. Estos sentimientos son normales, pero hoy la medicina moderna, la humanización del proceso y la preparación adecuada permiten que los pacientes vivan la experiencia con mayor tranquilidad y seguridad.
Los avances en anestesia y tecnología médica también contribuyen a que la experiencia sea menos traumática.
Desmitificando el miedo a la cirugía
Según el traumatólogo Sebastián Grin (M.P. 5249), el miedo al quirófano es una experiencia común en todas las especialidades médicas, incluso en procedimientos menores. “Es eso que te paraliza al ingresar al quirófano, por más de que sea una cirugía simple. Hoy la idea es desmitificar ese gran mito que rodea al paciente”, explicó.
Grin afirma que la ansiedad comienza incluso antes de la operación, durante los estudios y prequirúrgicos, que son fundamentales para garantizar la seguridad del paciente.
Estos controles suelen incluir análisis de sangre y una valoración cardiológica, que normalmente consiste en un electrocardiograma. “Entre el 95, 100% de los casos, con un electrocardiograma ya se puede operar, especialmente en cirugías de corta duración y mínima invasión”, aseguró.
El especialista destacó que muchas veces los pacientes se preocupan por enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, pero mientras estas estén controladas y dentro de rangos normales, no representan un impedimento para la cirugía. Esto ayuda a reducir la ansiedad y permite que el paciente llegue al quirófano más tranquilo y confiado.
La preparación que se realiza aproximadamente una hora antes de ingresar al quirófano
Preparación y acompañamiento
El proceso previo a la cirugía continúa con la orden de internación y la preparación que se realiza aproximadamente una hora antes de ingresar al quirófano. “Es el momento en que el paciente recibe la chaquetilla, se queda solo en la habitación, y ahí es fundamental la compañía de un familiar y la atención empática del personal médico y no médico”, afirmó Grin.
“La amabilidad y la empatía de los empleados son clave para que el paciente se sienta seguro y calmado. Siempre les digo que respiren hondo y se relajen. Parece un proceso fantasmagórico, pero pasa rápido”, explicó el traumatólogo.
La humanización del procedimiento es otro aspecto destacado por Grin. “Hoy se busca que el paciente entienda la cirugía como un procedimiento más, con una expectativa positiva de recuperación y mejora de calidad de vida. La tranquilidad antes y durante la cirugía influye directamente en el postoperatorio”, agregó.
El profesional menciona que los avances en anestesia y tecnología médica también contribuyen a que la experiencia sea menos traumática.
“Hoy las medicaciones, como el propofol, permiten un sueño controlado, y las técnicas de anestesia, como la raquianestesia, ya no generan efectos prolongados. El paciente empieza a recuperar la movilidad y funciones básicas en pocas horas y puede regresar a su hogar rápidamente”, señaló.
El miedo al quirófano no distingue edades, desde niños hasta adultos mayores. “Incluso los pacientes de 80 o 85 años que se operan de fracturas de cadera o prótesis experimentan ansiedad, y los procedimientos son similares en términos de preparación y cuidados”, explicó Grin.
En pediatría, la humanización del proceso es clave. “Se permite que los niños entren al quirófano con un juguete o disfrazados, lo que ayuda a reducir el miedo. La recuperación inmediata también se ve afectada por la ansiedad previa: un paciente tranquilo antes de la cirugía suele recuperarse más rápido y de manera más favorable”, señaló.
El especialista enfatizó que la actitud positiva del paciente y el acompañamiento familiar son fundamentales para atravesar el proceso con menos estrés. “Cuando el paciente comprende que el procedimiento está diseñado para su sanación y que todo el equipo está atento a su bienestar, puede vivir la experiencia de manera más relajada y segura”, concluyó.
Claves para reducir la ansiedad antes de la cirugía
Informarse sobre el procedimiento: conocer los pasos, la duración de la cirugía y los controles previos ayuda a reducir la incertidumbre.
Realizar los prequirúrgicos: análisis de sangre y valoración cardiológica garantizan seguridad y tranquilidad.
Acompañamiento: la presencia de familiares y el trato empático del personal médico contribuyen a la calma del paciente.
Actitud positiva: entender que la cirugía busca mejorar la calidad de vida y mantener pensamientos optimistas favorece la recuperación.
Confiar en los avances médicos: anestesias y técnicas modernas hacen que los procedimientos sean más cortos, seguros y con menor incomodidad.
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