“La gente nos pide que volvamos”

Su nombre no necesita presentación, porque fue uno de los históricos laderos de Vignatti. Con Fleming y Darrás integraron esa especie de mesa chica cercana al ex presidente durante largo tiempo, más allá de algunas vicisitudes como la ocurrida con Darrás. Pero José Alonso, el candidato de Tradición Sabalera, no es un hombre que precise presentación. Todos saben quién es en el mundo Colón.

-¿Por qué vuelve, José?

-Por mi pasión por Colón, porque no lo veo bien. En todo este tiempo nos seguimos reuniendo con quiénes compartimos la comisión y ellos tuvieron la generosidad de pedirme que me metiera nuevamente. Al principio tuve dudas, pero siempre digo que el equilibrio de pensar y razonar es tapado por la pasión.

-Lo sacaron campeón y se fueron al descenso. ¿Cuál es la autocrítica que hace José Alonso?

-Un técnico nos advirtió de lo que podía ocurrir. Fue Falcioni y nos dijo que se iba a producir una sangría de jugadores. Le pasó a Platense, a Patronato, también a Godoy Cruz pese a que no fue campeón. No había posibilidades económicas de mantener a los jugadores. El mediocampo se fue todo y esa parte del equipo era importante porque salimos campeones sin “9”. Nosotros estábamos convencidos de que Domínguez seguía, pero nos dijo que no y salimos a buscar entrenador de última y trajimos a Falcioni. Y la otra autocrítica, es haberle hecho caso a gente que no debía. Y no me preguntes, porque no la voy a mencionar.

"El descenso fue un error deportivo, no institucional"

-¿Y qué pasó?

-Nos fue relativamente bien en la Copa y no en el torneo local. Se tuvo que ir y lo trajimos a Saralegui primero y a Gorosito después, que tampoco estuvieron a la altura de las circunstancias. Cuando rearmamos el equipo, a mitad del 2023, hicimos partidos brillantes pero era irregular. A lo último tuvimos mala suerte. Pero el descenso fue un error deportivo, no institucional.

-¿Por qué?

-Porque nosotros asumimos con Colón en crisis en 2016, lo sacamos del salvataje y salimos campeones. Eso también debe constar en el balance final. Y ese fue el trabajo institucional del que hablo. Además, afrontamos una pandemia.

-Cuando Colón sale campeón, a los pocos meses hubo elecciones. ¿No era el momento de irse con los laureles?

-Totalmente de acuerdo… En ese momento tendríamos que habernos ido tranquilos a casa, con la gloria en el corazón. La gente nos pedía que sigamos nosotros, como también me lo dicen ahora. Te reconozco que dudamos en ese momento y allí vino un año y medio que fue terrible.

-¿Qué hay de cierto que dejaron el club con 55 juicios, un predio en malas condiciones…?

-El capital más importante es el jugador de fútbol, ¿verdad? Nosotros teníamos que girar plata al exterior. Un ejemplo era Conti por 200 mil dólares, otro era Alvarez por una cifra similar, otro era Cardozo Lucena por alrededor de 300 mil y luego lo de Espínola. Con él, hubo un problema: quería la plata en Paraguay y no podíamos girarle. Cuando nos fuimos, dejamos en caja 280 mil dólares en el Banco Macro para solucionar este tema. Yo le propuse a los actuales dirigentes que viajemos a Paraguay para arreglar la situación personalmente y no quisieron ir. Y ahí quedó libre, porque ya el abogado, que estaba del lado de Colón, primero, se puso del lado del jugador.

"Había 3 millones para pagar, pero 6 que se cobraron"

-Puntualmente, ¿con qué deuda se fueron ustedes del club?

-Contando esto que mencioné, más Teuten y Neris, eran alrededor de 1.800.000 dólares más la petición de Santa Fe Fútbol por Farías. Todo eso daba unos 3 millones. Por Conti, lo compra Racing y paga lo que se debía. Por Teuten se arregló en cuotas y por Cardozo Lucena lo arreglaron a pagar en pesos. Nosotros dejamos todo pagado a noviembre con el plantel y entregamos el club en diciembre. Ahora, nosotros dejamos Meza, Pierotti, Botta, Chancalay y Picco, todos con parte a cobrar. Lo que entró fueron alrededor de 6 millones de dólares en estos dos años.

-¿Qué pasó con Garcés?

-Es un buen chico… Su representante vino con una oferta muy baja para llevarlo a Alavés y venían las elecciones. Vignatti habló con los candidatos para decirle que el precio no era bueno. En el medio estaba lo de Viatri, que nos dio un gran dolor de cabeza. A todo esto llega una muy buena oferta de Lanús y luego otra de Fortaleza, pero él quería irse a España. Como lo de Viatri estaba trabado y en juicio, le dimos un poder a Lezcano, su representante, para que se cobre con la venta de Garcés.

-¿Qué sintió cuando se empezó a hablar de todo esto y de esa herencia que dejó la directiva anterior?

-Que parecía que teníamos la peste bubónica… Mirá, cualquier grupo que gane, va a tener mi apoyo si es que no gano yo. Cuando asumió Godano, fue correcta la elección que hicieron los socios. Y yo quería que le fuera bien porque soy de Colón, no pienso en mi sino en el club. Nosotros no dejamos un club en bancarrota. Y pregunto: si no tenían recursos económicos, ¿cómo hicieron estos muchachos para sostener el club, traer jugadores y que el balance les dé superávit?, ¿nunca se hicieron esa pregunta?. Y otra cosa digo: nosotros dejamos el club con 90 o 100 empleados, ahora hay 173 y todos inscriptos.

-¿Alonso al gobierno, Vignatti al poder?, ¿está bien o no?

-Vignatti es un hombre con un gran poder social, le guste a quien le guste. El que está enojado con Vignatti, alguna vez fue vignattista. Tiene una espalda ancha y en los últimos 33 años fue un piloto de tormentas, siempre. Vignatti es un amigo fuera del club y un hombre con el que luché par a par adentro del club. José sigue siendo un hombre de poder, pero la gobernabilidad será mía, con otras formas, quizás más horizontal que vertical. No sé si me irá bien, pero lo haré de esa manera. Trabajando más en equipo. Lo voy a consultar. Y si él me pide que me vaya para un lado que no quiero, a lo sumo le pediré que no me critique. Pero haré lo que yo quiero.

-¿Medrán será el técnico suyo si gana las elecciones?

-Es un buen estratega, tiene un fútbol directo, tiene carácter, buenas condiciones y me gusta. Ya hablamos hasta de jugadores. Lo importante es que tenga feeling con el director deportivo. Tuvimos un contacto con el de Morón y me retaron porque se estaban jugando el ascenso. Y no podemos fallar con el coordinador. Ese triángulo tiene que funcionar a la perfección.

-¿Se va a necesitar chequera para arrancar?

-¡Seguro! Acá hay deudas que se ven y otras que no se ven. Es cierto lo que dice la comisión saliente que hay unos 800 mil dólares por cobrar por lo de Picco y lo de Forneris. Pero habrá que salir a pagar lo de Espínola, ver hasta qué mes se le pagó al plantel y los contratos a los jugadores que lleguen. A lo de Espínola habrá que ponerla sin esperar lo que se pueda cobrar.

-¿Cómo se manejará con Afa?

-Tengo mucha gente conocida allí y lo tenemos a Alejandro Bonazzola con muy buenos contactos con Afa, es abogado y pasa mucho tiempo en Buenos Aires. Se escuchan muchas aberraciones, como que estamos peleados con Afa. Una barbaridad.